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Latinos que reconstruyen Florida tras huracán Ian enfrentan robo de salarios y condiciones inseguras

Empresas de Florida reclutan a inmigrantes recién llegados a EE.UU. con anuncios de buena paga, transporte y comida, denuncian activistas. Pero, a menudo, "las promesas que les hacen a estos trabajadores no se cumplen".

Por Alicia Victoria Lozano - NBC News

La ira del huracán Ian apenas había disminuido en Florida cuando, a través de plataformas en línea como Telegram y WhatsApp, muchos comenzaron a recibir ofertas de empleo para obreros, necesitados en las obras de reconstrucción.

Los mensajes en español parecían estar dirigidos a inmigrantes recién llegados y solicitantes de asilo desesperados por encontrar trabajo.

Algunos activistas están preocupados ante la posibilidad de que los inmigrantes se conviertan en objetivos de empresas ansiosas por explotar a empleados con ofertas de trabajo duro y salarios bajos.

"Esto parece y huele a trata de personas", dijo Ariadna Phillips, una organizadora comunitaria de Nueva York que trabaja con el grupo South Bronx Mutual Aid. "Los reclutan con fotografías muy llamativas, diciéndoles: 'Van a ganar mucho dinero' y 'les vamos a dar este gran apartamento para vivir'".

Pero cuando los trabajadores llegan, es una historia diferente.

Los trabajadores migrantes han sido históricamente la columna vertebral de la fuerza laboral de recuperación en regiones afectadas por desastres naturales
Los trabajadores migrantes han sido históricamente la columna vertebral de la fuerza laboral de recuperación en regiones afectadas por desastres naturalesRebecca Blackwell / AP

Engaños con salarios y gastos de hospedaje

Menos de dos semanas después de que el huracán Ian impactó a Florida y devastó decenas de comunidades, Phillips dijo que ya ha tenido noticias de varios trabajadores cuyos salarios se vieron reducidos tras pagar gastos de alojamiento y comida.

Los inmigrantes dijeron que cubrir ellos mismos esos gastos no formaba parte de sus acuerdos con las empresas que los reclutaron.

Algunas de esas personas habían llegado a Estados Unidos hacía solo una semana, según la organizadora comunitaria.

"Les digo que se queden en Nueva York porque ahí es donde van a estar más seguros", dijo Phillips. "Somos una ciudad santuario y Florida ha estado enviando gente a Martha’s Vineyard".

El mes pasado, el gobernador Ron DeSantis envió dos aviones con inmigrantes a ese acaudalado enclave de Massachusetts como parte de un esfuerzo para "transportar inmigrantes ilegales a destinos santuario", dijo su directora de comunicaciones, Taryn Fenske, en un comunicado.

El martes, DeSantis dijo en una conferencia de prensa que tres de las cuatro personas arrestadas la semana pasada por "saquear" comunidades después del huracán Ian eran inmigrantes ilegales que deberían ser deportados de inmediato.

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"No deberían estar aquí", dijo. Su oficina no respondió a una solicitud de comentarios de NBC News, la cadena hermana de Telemundo.

El viernes, el gobernador alentó a las empresas de escombros de Florida a contratar trabajadores locales.

"Los negocios y medios de subsistencia de muchas personas en el suroeste de Florida han sido afectados por la tormenta y están buscando trabajo", dijo en un comunicado. "El sector privado puede ayudarlos a recuperarse mediante la contratación local durante la recuperación, lo que respaldará la economía local durante al menos menos los próximos seis meses".

Los inmigrantes son clave en la recuperación tras desastres

Los expertos dicen que los migrantes tienen muchas más probabilidades de ser víctimas de explotación laboral o sufrir daños económicos desproporcionados después de un desastre natural.

"No solo son los primeros afectados por estos fenómenos meteorológicos extremos, sino que tienden a ser los primeros que intentan reconstruir", dijo Ariel Ruiz Soto, analista de políticas del Instituto de Políticas Migratorias.

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Los trabajadores migrantes provenientes de México, Honduras y Guatemala constituyen históricamente la columna vertebral de la fuerza laboral de recuperación que acude a las regiones afectadas por desastres naturales, agregó.

Ayudaron a reconstruir Nueva Orleans después del huracán Katrina en 2005, y Houston después del huracán Harvey en 2017.

En una encuesta realizada a 361 trabajadores de la construcción después de Harvey, el 72% eran inmigrantes que habían ingresado de manera ilegal al país, casi la mitad eran de México y la mayoría del resto venían de Guatemala, Honduras y El Salvador, según un estudio de 2018 coescrito por Soto.

El salario promedio por hora de los obreros oscilaba entre 12 y 14 dólares por hora, y el 26 % de los encuestados reportaron robo de salario en el mes posterior a Harvey. Muchos también describieron que no fueron informados sobre los riesgos laborales o el equipo de protección.

"Es más probable que estos trabajadores laboren de maneras irregulares o para empresas que probablemente pasen por alto las reglas", exponiéndolos a condiciones de trabajo potencialmente peligrosas, dijo Soto.

En Nueva York, los anuncios de trabajo dirigidos a inmigrantes ofrecían tarifas de 15 dólares por hora, viáticos, transporte hacia y desde los lugares de trabajo, horas extras e incluso alojamiento, dijo Phillips, de la empresa South Bronx Mutual.

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Una publicación revisada por NBC News incluía fotos de apartamentos equipados o habitaciones de hotel, con cocinas completas.

Otro aviso escrito en español y publicado por una empresa constructora de Florida pedía a los trabajadores interesados ​​que la contactaran a través de WhatsApp o Telegram y proporcionaran su nombre, edad, país de origen y disponibilidad para viajar.

Un tercero de la misma empresa dijo que estaba buscando 300 trabajadores en Fort Myers, Tampa, St. Petersburg, Clearwater, Cape Coral y Port Charlotte.

Phillips dijo que ha hablado con una decena de inmigrantes que recibieron los anuncios y varios se comunicaron con ella el martes a través de las redes de ayuda en Nueva York. Llevaban horas recorriendo las calles de Queens, empapados por la fuerte lluvia y cargando con todas sus pertenencias, en busca de los autobuses que, según informes, llevaban trabajadores hasta Florida.

La explotación "está sucediendo en silencio"

Recordando otras "historias de terror" de inmigrantes a los que no se les pagaba por trabajar o que eran deportados después de laborar en las tareas de reconstrucción de desastres naturales, Phillips fue hasta Queens.

Ella ayudó a disuadir a un grupo de migrantes que querían viajar a Florida y los animó a buscar ayuda en los refugios y organizaciones locales.

Varios intentos de contactar a la empresa que promueve esas oportunidades de trabajo no tuvieron éxito.

"A menudo, las promesas que les hacen a estos trabajadores no se cumplen", dijo Saket Soni, director ejecutivo de Resilience Workforce, un grupo de Nueva Orleans que defiende y supervisa a los trabajadores migrantes después de los desastres naturales. "Me preocupa que estén siendo reclutados mediante fraudes", aseveró.

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En los días posteriores al paso de Ian, Resilience Workforce envió miembros de su personal a Florida para observar las condiciones de trabajo en el terreno.

Se pusieron en contacto con cientos de trabajadores que habían llegado a lugares como Fort Myers, donde el impacto del huracán fue muy fuerte, y estaban esperando afuera de Walmart y Home Depot en busca de trabajo.

Sacha Feinman, director de comunicaciones de Resilience Force, dijo que personalmente fue testigo de cómo algunos trabajadores "se ponían en peligro", como es el caso de los techadores que no usaban equipo de seguridad y varios trabajadores que dormían dentro de un camión en un estacionamiento.

"Es real", dijo sobre la explotación de los trabajadores. "Existe. Y está sucediendo en silencio".