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"Cómo le digo a mi niña que su papá está muerto": lo que se sabe sobre el naufragio de 27 migrantes cubanos en Florida

Salieron el 23 de septiembre de Matanzas, Cuba, en una embarcación casera: se cree que 16 personas siguen desaparecidas y cinco han muerto, indicó la Guardia Costera, que suspendió la búsqueda. Hablamos con uno de los sobrevivientes.

Cuando Dainier Martínez vio las luces a lo lejos pensó en un barco. Nadó y nadó, persiguiéndolo en la penumbra, hasta que el resplandor se transformó en las bombillas y faroles de una isla. Se desmayó al alcanzar la orilla y, cuando despertó por la mañana, estaba en Florida.

La madrugada del 23 de septiembre, él y otras 26 personas salieron de Matanzas, Cuba, en una embarcación rústica que se volcó días después a unas millas de Stock Island, Florida, indicó a Noticias Telemundo la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). 

Dainier, de 29 años, iba a bordo con su hermano Jorge Luis y su esposa Mairelis Peña. También viajaban algunos familiares y amigos de Canimar, el poblado en el que vivían, y otras personas de El Campestre, una comunidad vecina.

“No sé ni a qué hora nos hundimos”, cuenta a Noticias Telemundo. Por un tiempo se aferraron a lo que quedaba de la barca que construyeron, pero él decidió soltarse, nadar y buscar tierra.

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Su rostro apareció en las noticias del 29 de septiembre, cuando un medio local lo entrevistó. No dieron su nombre, solo dijeron que era un migrante cubano rescatado en los Cayos tras el devastador paso del huracán Ian, que tocó tierra el día anterior como un huracán de categoría 4 en Florida y dejó más de 100 muertos, según los conteos más recientes.

Las personas del naufragio no han sido identificadas oficialmente. “Estamos como locos, no sabemos nada”, lamentó desde Cuba, María Cabrera, tía de Maikel Yero, uno de los desaparecidos. 

Tres parejas iban en la embarcación. De izquierda a derecha: Carolina Gutiérrez y Vidal Velázquez; Jorge Luis Martínez y Mairelis Peña; Marisley López y Fernando Gutiérrez.
Tres parejas iban en la embarcación. De izquierda a derecha: Carolina Gutiérrez y Vidal Velázquez; Jorge Luis Martínez y Mairelis Peña; Marisley López y Fernando Gutiérrez. Fotos: Cortesía.

El 30 de septiembre preguntó a sus vecinos si conocían a alguien que viajó en la lancha. Así consiguió enviarnos esta lista: Maikel Yero Mora, Carolina Gutiérrez y Vidal Velázquez, Alexey Perera, Marisley López  y Fernando Gutiérrez, Jorge Luis Martínez y Mairelis Peña. 

Lo poco que se sabe lo han contado sus familias: Carolina Gutiérrez tenía 19 años y su esposo, Vidal Velázquez, 24. Carolina era “la niña” amada de su padre, Fernando Gutiérrez, quien iba en la barca con su esposa Marisley López, prima de Dainier. Él recuerda haberla visto cuando empezó a nadar. 

“Le pasé a Marisley, una prima mía, por el lado y ella me dice: ‘¡No! ¿por qué te vas a ir?’ y yo le dije ‘mira toda esa gente se va a ahogar ahí, eso se está hundiendo’”.

Cuando volteó, no había nadie. Cree que nadó por dos millas. “Ya no podía más, pero Dios me ayudó y me logró sacar hacia la orilla”.

La oficina del alguacil en los Cayos anunció este domingo que recuperó los cuerpos de cuatro mujeres y un hombre. “Los detectives creen que todos son migrantes cubanos”, indica el comunicado, sin ofrecer más detalles que el lugar donde los hallaron.

Según Danier, cinco mujeres salieron de Cuba. Este domingo, él y su primo, Elvio Ramírez, viajaron a un hospital en Cayo Hueso y comprobaron que tres habían muerto. 

“La abuela de Carolina identificó el cuerpo”, aseguran. De las otras dos no conocen los nombres, solo les dijeron que una es rubia con “un tatuaje en el brazo” y que la otra es “trigueña”. 

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En Estados Unidos, la prima de Maikel Yero, Suleidys Montoya, contactó hospitales y buscó información sobre él durante días. Este domingo confirmó que había muerto. 

Lo identificó por un tatuaje que tenía en la pierna y ahora averigua cómo repatriar su cuerpo. El proceso, dice, le cuesta 10,000 dólares que no puede pagar.

Maikel Yero en publicaciones de sus familiares en Facebook.
Maikel Yero en publicaciones de sus familiares en Facebook.Fotos: Cortesía.

Es un dolor muy grande para toda la familia saber que un familiar de uno muere en esas condiciones”, asegura María, la tía de Maikel desde Cuba.

Era albañil y padre de cuatro. “Salió a buscar un futuro para sus hijos”. En Cuba “te revientas trabajando pero es por gusto, aquí no se gana lo suficiente”, asegura. Era alegre, “muy buen muchacho”. Tenía 38 años.

Elvio es abuelo de la hija mayor de Maikel. La niña ha preguntado por su papá y su madre no sabe cómo darle la noticia.

“Cómo se lo digo a mi niña, cómo le digo que su papá está muerto, cómo le digo que su papá ya no está”, le preguntó su hija a Elvio.

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La Guardia Costera de Estados Unidos reportó que, desde el primer día de octubre de 2021 hasta el 23 de junio de 2022, 39 cubanos murieron al viajar de forma irregular “en embarcaciones inseguras, rústicas y sobrecargadas”.

“Incluso una muerte es demasiado”, aseguró el capitán Benjamin Golightly, jefe de Respuesta del Distrito Siete de la Guardia Costera, quien instó a las personas a buscar formas seguras y legales para migrar “en lugar de soportar los peligros de altamar”.

En septiembre, la cifra aumentó a 64 migrantes, pero la institución no especificó la nacionalidad de las víctimas.

Hasta el 30 de septiembre, 6,182 cubanos han sido interceptados intentando ingresar a Estados Unidos por el mar. En comparación con los 838 del año fiscal 2021, 49 en 2020; y 313 en 2019.

Es un dolor muy grande para toda la familia saber que un familiar de uno muere en esas condiciones"

María Cabrera TÍA DE una de las víctimas

La cifra reciente más alta es de 5,396 en el año fiscal 2016.

La Guardia Costera anunció el domingo que suspendía la búsqueda de 16 personas “a la espera de nueva información”.

"Desamparo total" en la isla

“Cuba está atravesando su peor crisis económica, por los menos desde los años 90”, explicó a Noticias Telemundo Jorge Duany, experto en temas migratorios y director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida.

Para él, hay una “tormenta perfecta” de factores sociales, políticos, sanitarios y económicos que han llevado a miles de cubanos a irse de la isla en cifras récord.

Aunque algunos han viajado por tierra, volando primero a Nicaragua, no todos pueden pagarlo. “Los costos de estos viajes son altísimos, se informa de 7,000 u 8,000 dólares en algunos casos”, asegura el experto. 

Quienes deciden irse en balsa “no tienen los recursos para financiar la otra trayectoria”. 

Maykel Yero pensó llegar a Estados Unidos por tierra y trató de vender su casa para costear el viaje pero no pudo, contó su familia. “Imagínate la locura en Cuba, cómo está Cuba, todos están desesperados”, asevera Suleidys, su prima.

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“La gente está aterrorizada dentro de Cuba”, asevera la activista Salomé Bacallao, quien además cita la falta de acceso a comida, agua, internet y energía eléctrica en casos de emergencia como el huracán Ian que, tras su paso el 27 de septiembre, provocó un apagón total y protestas en la isla, seguidas por la represión gubernamental.

Hay “un estado de terror y desamparo total”, lamenta.

¿Qué se sabe sobre los desaparecidos?

Antes de sobrevivir al naufragio, Dainier era albañil. Recuerda que siempre quiso salir de la isla y pensaba hacerlo por el mar. “Es peligroso, pero la libertad vale más que el peligro que nosotros corremos”, respondió a un medio local cuando llegó a Florida. 

Él contó a su familia que se iría, pero otros se fueron sin decírselo a nadie. Salir por el mar de Cuba no es solo peligroso, también es ilegal.

No recuerda ciertas fechas y detalles pero dice que “entre todos ayudaron” a organizar el viaje y construir la embarcación, que el motor les falló y el huracán les alcanzó. 

Entre los desaparecidos está su hermano Jorge Luis Martínez de 32 años, padre de cuatro; dos de ellos con su esposa Mairelis Peña, cuyo cuerpo aguarda ser identificado con una prueba de ADN.

“Él quería salvar a todo el mundo y al final no se salvó”, contaron a la familia otros dos sobrevivientes. Tras ver que su esposa se ahogaba, y creyendo que pasó lo mismo con su hermano, Jorge Luis se despidió: “Díganle a mis hijos que los amo mucho”.

Se quedó atrás y lo perdieron de vista.

Marisley López y su esposo Fernando Gutiérrez también iban en la barca. A Elvio le han dicho que él podría estar en un centro de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, pero no ha podido confirmarlo.

“Nueve migrantes cubanos (hombres adultos) han sido puestos bajo custodia de la Patrulla Fronteriza”, indicó la agencia a Noticias Telemundo el 30 de septiembre.   

Fernando es el padre de Carolina Gutiérrez, quien salió con su esposo Vidal Velázquez. “Yo me di cuenta que ellos estaban para el viaje cuando ya los veo ahí en el lugar de la lancha”, relata Dainier.

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Ella no sobrevivió al naufragio y la noticia ha sido devastadora para su familia. “La mamá de Carolina está ingresada, está en el hospital”, asegura la tía de Maikel, que vive en el mismo pueblo.

Fernando “adoraba a su hija”, agrega Elvio. “Él miraba por los ojos de su niña”.

El paso del huracán Ian por Cuba agravó algunos de los problemas que ya enfrenta la isla. Foto del 27 de septiembre.
Tras su paso por Cuba, Ian agravó los problemas que enfrenta la isla. Foto del 27 de septiembre.YAMIL LAGE / AFP via Getty Images

Elvio es tío de Vidal y se hará una prueba de ADN para confirmar si uno de los cuerpos hallados es de su sobrino.

El joven trabajaba en El Bahía, un restaurante en Matanzas. “Mi hermana está devastada en Cuba”, cuenta. Dice que él habría tratado de convencerlo de no viajar, pero no lo supo a tiempo. “Yo a ese niño lo vi nacer”. 

Hasta ahora, muchos migrantes de este naufragio permanecen anónimos. Algunas publicaciones en redes sociales nombran a Amarilys Malagón entre los desaparecidos. “La embarcación en la que venía se hundió”, dice alguien que se identifica como su primo y pide información. Noticias Telemundo contactó a este usuario pero no ha respondido.

Las noticias llegan a cuentagotas a Cuba. Muchas son pistas falsas, por eso las familias piden ayuda amigos o conocidos en Estados Unidos.

Elvio, que vive en Miami, es uno de ellos. Ha visitado hospitales y centros de detención solicitando información. No ha sido fácil, dice.

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“Si usted llega a ver todo cómo me escriben las personas usted llora porque me dicen ‘estoy desesperada, no sé nada, qué pasó, cuéntame tú’, qué les puedo contar si aquí donde quiera que vamos es un problema”, reconoce.

En redes sociales y servicios de mensajería circularon fotografías de los cuerpos rescatados. Quienes las comparten “no tienen sentimientos, lo que hacen es lastimar”, reclama.

La ausencia de información confiable sobre este tipo de naufragios aumenta “la ansiedad y el sufrimiento de sus seres queridos”, opina el experto Jorge Duany.

Según él hay “una deshumanización de los migrantes indocumentados” por tratar de ingresar al país clandestinamente y “se nota poca simpatía pública” por su situación y la de sus familiares.

Guardia Costera: “No viajen por el mar”

La Guardia Costera y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza han insistido en los peligros de esta travesía.

“El mar tiene un clima y unas corrientes impredecibles que lo convierten en un entorno implacable a bordo de una embarcación casera”, alertó la CBP. “No arriesgue su vida”

Si usted llega a ver todo cómo me escriben las personas usted llora porque me dicen ‘estoy desesperada, no sé nada, qué pasó, cuéntame tú’"

Elvio Ramírez Familiar de desaparecidos

Hay muchos factores en contra: el clima, la precaria condición de las embarcaciones, las hostiles condiciones del trayecto, el desconocimiento del mar y la falta de insumos como agua y comida para sobrevivir el trayecto.

“Una alta proporción de estos viajes terminan en una tragedia”, subraya el especialista en temas migratorios quien indica que además “las probabilidades de ser detectados y devueltos a Cuba son mayores”.

“Fue una tragedia”

Cuando Dainier se despertó tras desmayarse en la orilla, encontró personas que le dieron ropa, agua y comida. A casi una semana del naufragio, guarda la esperanza de que otros hayan sobrevivido.

Hasta la noche del martes, según el conteo de Elvio, cinco personas han sido identificadas como víctimas. Las autoridades le contactaron y así confirmó los nombres de sus familiares.

Vidal, Marisley y Jorge Luis, aún no aparecen. Danier espera que su hermano esté detenido y que, si es deportado, “lo manden con salud y que esté bien, prefiero que esté vivo en Cuba y no muerto aquí en Estados Unidos”.

Si vive en Estados Unidos y busca información sobre un familiar desaparecido que podría estar en custodia de la Guardia Costera, “debe contactar a su representante gubernamental local”, indica la agencia. Puede hacerlo escribiendo en Google “US representative”, seguido de su código postal. La Cámara de Representantes también tiene un directorio disponible aquí.