El expresidente Donald Trump inició su candidatura para las elecciones de 2024 el sábado con una visita a New Hampshire y Carolina del Sur. Fueron sus primeros eventos de campaña desde que anunció su candidatura hace más de dos meses, en medio de crisis relacionadas con las investigaciones criminales en su contra y la reducción del apoyo de los republicanos.
"Las elecciones de 2024 son nuestra única oportunidad para salvar al país, y necesitamos un líder que esté listo para hacerlo desde el primer día", dijo Trump en la Cámara de Representantes de Carolina del Sur. "Necesitamos un presidente que pueda enfrentarse a todo el sistema y un presidente que pueda ganar".
En estos eventos, el exmandatario criticó al presidente, Joe Biden, a los inmigrantes indocumentados, a la política exterior de EE.UU. y se burló del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.
"Están enviando personas que son asesinos, homicidas, están enviando violadores. Y están enviando, francamente, terroristas, o los terroristas vienen por su cuenta, y no podemos permitir que esto suceda", dijo Trump sobre el flujo migratorio.
En una serie de encuestas recientes, el expresidente ha superado al gobernador de Florida, Ron DeSantis, la segunda opción de los votantes republicanos en esta etapa inicial, por 19 puntos o más.
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Pero hay señales de que el apoyo a Trump ha disminuido en algunas zonas del país: una encuesta de la Universidad de New Hampshire publicada esta semana mostró que DeSantis le lleva una ventaja de 42 a 30%. New Hampshire celebra tradicionalmente la primera primaria del país, después de las asambleas electorales de Iowa.
En Carolina del Sur, Trump estuvo rodeado de funcionarios republicanos, incluido el gobernador Henry McMaster, el senador Lindsey Graham y el representante Joe Wilson.
"A través de la debilidad y la incompetencia, Joe Biden nos ha llevado al borde de la Tercera Guerra Mundial", dijo Trump. "Estamos al borde de la Tercera Guerra Mundial, en caso de que alguien no lo sepa. Como presidente, volveremos a tener paz a través de la fuerza".
En sus discursos del sábado, el exmandatario pintó una imagen sombría de Estados Unidos bajo Biden y prometió revertir la inflación, asegurar la frontera de Estados Unidos con México y fortalecer la posición del país como potencia mundial.
En New Hampshire, Trump presumió de las presiones a las que supuestamente sometió al presidente mexicano López Obrador para que aceptara el polémico programa "Quédate en México", creado en 2019 y que obligaba a migrantes y refugiados a permanecer en México mientras se resolvían sus peticiones de asilo.
"Necesitamos 20,000 soldados y queremos que todo el mundo se quede en México y que nadie venga a Estados Unidos. Y le dije: 'Mira, si no lo aprueban, vamos a imponer aranceles a todos los vehículos que están vendiendo en nuestro país, unos aranceles del 25%, y vamos a imponer aranceles del 25% a todos los productos que hacen en México'", dijo Trump al representante mexicano, según su relato.
El exmandatario no mencionó al funcionario por su nombre, aunque el canciller mexicano Marcelo Ebrard, fue quien estuvo al cargo de la mayor parte de las negociaciones.
Según lo narrado por Trump, después de escuchar sus reclamos, el representante mexicano hizo una llamada telefónica a López Obrador y, a continuación, anunció que el Gobierno mexicano aceptaría el programa "Quédate en México" destinando a miembros de las fuerzas de seguridad para las labores de migración.
Además, el exmandatario calificó la retirada estadounidense de Biden en Afganistán como "el día más bajo en la historia de nuestro país" y afirmó que si él fuera presidente, se negociaría "un acuerdo de paz en 24 horas" para poner fin a la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
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Y, en un momento en que los activistas conservadores han estado tratando de cambiar los planes de estudios escolares, Trump prometió que le quitará los fondos federales a las escuelas que no concuerden con sus puntos de vista sobre la educación y permitirá que los padres elijan directamente a los directores de las escuelas públicas.
"Estamos comenzando. Estoy comenzando mi candidatura a la presidencia", dijo Trump en la reunión anual del Partido Republicano de New Hampshire, en Salem. "Estoy más enojado ahora y más comprometido que nunca", afirmó.
"Es hora de que el partido lo deje atrás"
Trump y sus aliados esperan que estos eventos sean una demostración de fuerza en respaldo del expresidente tras un inicio de campaña lento que hizo dudar a muchos de su convicción al volver a postularse.
En semanas recientes, sus partidarios han recurrido a operadores políticos y funcionarios electos para que le den su respaldo en un momento crucial, mientras otros republicanos preparan sus propias campañas.
"Ha sonado la señal de partida y la temporada de campaña ha comenzado", afirmó Stephen Stepanek, presidente del Partido Republicano en New Hampshire y uno de los jefes de la campaña de Trump en el estado en 2016.
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Aunque Trump es el único que ha declarado su candidatura presidencial para 2024, se espera que otros aspirantes republicanos lo hagan en los próximos meses, entre ellos el gobernador de Florida, Ron DeSantis; el exvicepresidente Mike Pence, y la exgobernadora de Carolina del Sur y embajadora de Trump a la ONU, Nikki Haley.
Algunos líderes republicanos sostienes que, cuando falta más de un año para las primarias, no es el momento de dar respaldos o que esperan a ver quiénes son los otros aspirantes. Otros han dicho que es hora de que el partido deje atrás a Trump y busque una nueva generación de dirigentes.
En 2016, los republicanos de New Hampshire levantaron la candidatura de Donald Trump después de que perdió en Iowa, convirtiéndose en el primer estado en respaldar al futuro presidente.
Sin embargo, esta vez se enfrenta a un terreno republicano más difícil. Se trata de un partido irritado por las devastadoras pérdidas en las elecciones de mitad de mandato en noviembre, cuando los candidatos respaldados por Trump perdieron tanto las contiendas por el Congreso como en una carrera por el Senado en el estado.
Además, muchos esperan el anuncio de la candidatura de DeSantis y están cansados de las múltiples investigaciones que persiguen a Trump.
"Solo queremos al mejor candidato normal", dijo Chris Sununu, gobernador de New Hampshire en una entrevista con NBC News. Sununu, un moderado que está considerando su propia candidatura a la presidencia, predijo que Trump no podrá derrotar al presidente Joe Biden, ni a casi nadie, en las elecciones generales de 2024.
"No soy pro-Trump. Ni anti-Trump. Solo sigo adelante", dijo Sununu, quien afirma que los republicanos de New Hampshire están cansados del drama y están listos para una nueva cara.
"Hay una apertura para una nueva generación de líderes republicanos, pero eso no quiere decir que el presidente no pueda ganar. No creo que sea una conclusión inevitable", dijo Mike Dennehy, exasesor del difunto senador John McCain durante sus campañas electorales. "Trump va a tener que ganárselo", aseveró.
Por su parte, el expresidente estatal del Partido Republicano Steve Duprey cree que el núcleo de votantes que respalda al exmandatario siempre "estará con él sin importar si es acusado, si hay un escándalo, si es condenado o si nada de eso sucede".
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"Tiene una base fuerte que va a presentarse y votará por él. Esa base es una fuerza potente en el calendario de las primarias", advirtió.
La campaña de Trump ya ha generado polémica, sobre todo cuando cenó con el nacionalista blanco que niega el Holocausto, Nick Fuentes, y el rapero Kanye West, quien había hecho una serie de comentarios antisemitas. El exmandatario también fue objeto de burlas por vender una serie de cromos digitales que lo mostraban como un superhéroe, un vaquero y un astronauta, entre otros personajes.
Con información de The Associated Press EFE y NBC News