Por Yuliya Talmazan - NBC News
Moscú recibió este martes por la mañana el ataque de una oleada de drones por primera vez en una zona residencial desde el inicio de la invasitón de Rusia a Ucrania. La agresión provocó daños en algunos edificios de Moscú y obligó a los residentes a evacuar sus casas, según informaron las autoridades locales.
El ataque se produce semanas después de un presunto ataque con aviones no tripulados contra el Kremlin y tras días de mortíferos bombardeos rusos contra civiles en Kiev, mientras los acontecimientos lejos de las líneas del frente acaparan la atención antes de la contraofensiva prevista por Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso afirmó el martes en un comunicado que ocho aviones no tripulados “de tipo aeronáutico” participaron en el supuesto ataque contra Moscú. Todos los drones fueron destruidos, añadió.
Tres se atascaron y perdieron el control, indicó el ministerio, y los otros cinco fueron derribados por el sistema de misiles antiaéreos Pantsir-S en la región de Moscú.
El ministerio culpó a Ucrania de lo que calificó de “ataque terrorista”.
Mykhailo Podolyak, asesor del Presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, declaró que su país “no tiene nada que ver directamente” con los ataques con drones contra Moscú. Sin embargo, Ucrania está “encantada de observar y predecir un aumento en el número de ataques”, declaró en una entrevista en YouTube el martes.
El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, dijo que los ataques con drones habían “causado daños menores en varios edificios”. En una serie de mensajes en la aplicación de mensajería Telegram, Sobyanin dijo que dos personas “buscaron atención médica” y que no había heridos graves.
Añadió que “por razones de seguridad” algunos residentes fueron evacuados de algunas partes de los dos edificios afectados mientras los servicios de emergencia trabajaban en el lugar.
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Andrei Vorobyov, gobernador de la región de Moscú, confirmó en un mensaje en Telegram que “varios drones” fueron derribados cuando se aproximaban a Moscú.
Fotos y vídeos compartidos en las redes sociales rusas parecían mostrar un dron sobrevolando la ciudad de Il’inskoe, en la región occidental de Moscú, y humo y el sonido de una explosión en el pueblo de Romashkovo, en la misma zona.
Vorobyov dijo que los residentes de la región podían oír sonidos de explosiones el martes por la mañana que, según él, eran sistemas de defensa antiaérea en funcionamiento. “Pido a la gente que mantenga la calma”, añadió.
Las autoridades rusas informaron de que se había abierto una investigación sobre los ataques con drones.
La agencia de noticias estatal Tass informó de que todos los aeropuertos de Moscú y de la región operaban con normalidad. La agencia también informó de que una mujer recibió una “herida leve de metralla” después de que su edificio residencial en el suroeste de Moscú fuera alcanzado por un avión no tripulado.
Mientras tanto, la capital ucraniana sufrió un nuevo ataque ruso, el decimoséptimo desde principios de mayo.
La Administración militar de Kiev informó de ataques contra varios distritos de la ciudad y de la caída de escombros sobre estructuras residenciales y automóviles, lo que provocó que algunos se incendiaran. Una persona murió y al menos siete resultaron heridas.
Rusia lanzó “varias oleadas” de ataques con una combinación de aviones no tripulados y misiles, dijo la administración, después de un raro ataque diurno el lunes que marcó una intensificación del asalto a la ciudad.
Pero mientras que la capital ucraniana se ha enfrentado a incesantes bombardeos, los ataques con drones del martes no tenían precedentes para Moscú.
Se produce cuatro semanas después de que Rusia dijera que dos aviones no tripulados habían atacado el Kremlin, en lo que calificó de intento de asesinato del presidente Vladimir Putin. Moscú también culpó a Kiev de ese supuesto incidente, acusación que las autoridades ucranianas negaron.
La guerra en Ucrania se ha extendido a Rusia en los últimos meses, con ataques de aviones no tripulados contra instalaciones militares y refinerías de petróleo en el interior del país. La incursión de la semana pasada en la región de Belgorod, cerca de la frontera, reivindicada por un par de milicias anti-Putin, hizo que las autoridades se apresuraran a responder.
El lunes, el gobernador de la región informó de “una gran cantidad de daños” tras afirmar que varios asentamientos habían sido bombardeados por las fuerzas ucranianas. Una persona murió y varias resultaron heridas, según Vyacheslav Gladkov.
La región fronteriza ha sufrido repetidos ataques desde el comienzo de la guerra, aunque Ucrania ha negado con frecuencia su responsabilidad en la creciente oleada de ataques dentro de Rusia.
El jefe de los mercenarios rusos, Yevgeny Prigozhin, culpó a los propios líderes militares de su país de permitir los ataques con drones.
En una declaración de audio llena de improperios en sus canales sociales, Prigozhin despreció al Ministerio de Defensa de Moscú — la última reprimenda pública a una élite gobernante a la que recientemente advirtió que no sólo podría perder la guerra, sino llevar a Rusia hacia una revolución similar a los acontecimientos de 1917.
“El hecho de que vuelen a Rublyovka a vuestra casa, ¡al diablo! Que ardan vuestras casas”, dijo, refiriéndose a una zona lujosa de Moscú popular entre los oligarcas rusos. “¿Y qué hace la gente corriente cuando drones con explosivos se estrellan contra sus ventanas?”.