IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

El grave aumento de casos de tosferina es una clara advertencia para padres de bebés

Esta enfermedad puede parecerse mucho a un resfriado en adultos y niños, con secreción nasal y tos. Sin embargo, en los más pequeños, la infección puede ser mucho más grave.

Por Kaitlin Sullivan — NBC News

Los brotes de tosferina (o tos convulsiva) que azotan Europa, Asia y partes de Estados Unidos son un recordatorio de la necesidad de vacunarse, aseguran expertos.

Desde enero, los casos de tosferina han crecido drásticamente en Reino Unido y el resto de Europa, el mayor alza desde 2012. China registró más de 15,000 en enero, 15 veces más que el mismo mes del año pasado. Y se han notificado pequeños brotes entre estudiantes de secundaria en la zona de la bahía de San Francisco y varios casos aislados en Hawaii. Desde octubre a principios de año, la ciudad de Nueva York sufrió un brote con más de 200 casos, en su mayoría de niños pequeños.

Coughing newborn week-old baby
Anna Nahabed / iStockphoto via Getty Images

¿Qué está ocurriendo?

La tosferina, o Bordetella pertussis —como se llama la bacteria que causa la enfermedad— es una afección respiratoria muy contagiosa que se propaga a través de pequeñas gotitas respiratorias. Gracias a la vacunación generalizada está controlada en EE.UU, pero hay casos puntuales, que suelen ser leves, en personas vacunadas.

“Algunos departamentos de salud nos han informado de brotes locales, que esperamos ver todos los años”, declaró Jasmine Reed, portavoz de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés): “No estamos viendo nada inusual”.

Los casos de tosferina en EE.UU. en 2024 siguen siendo inferiores a los niveles previos a la pandemia de coronavirus: se suelen registrar unos 20,000 al año. En 2012 hubo sin embargo un brote con casi 50,000, según datos de los CDC.

Los casos anuales se redujeron drásticamente en los dos primeros años de la pandemia, hasta 6,100 en 2020 y solo 2,100 un año después. El enmascaramiento y el distanciamiento físico interrumpieron los ciclos normales de muchas enfermedades respiratorias, incluidos los resfriados comunes, el VSR y la gripe.

"La pandemia de coronavirus pudo afectar el ciclo normal de la tosferina porque la gente no se vacunaba a tiempo y las familias no acudían a sus médicos con la frecuencia que nos gustaría”, indicó Thomas Murray, profesor de enfermedades infecciosas pediátricas en la Facultad de Medicina de Yale.

Señales de advertencia para los bebés

La tosferina provoca ataques de tos que dificultan la respiración.

“Cuando por fin se detiene, tomas aire y suena como un whoop”, explica William Schaffner, profesor de enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt.

En adultos y niños puede parecerse mucho a un resfriado, con secreción nasal y tos. Pero en los bebés pequeños, la infección puede ser mucho más grave.

[Los CDC alertan de que la erradicación del sarampión “peligra” en Estados Unidos]

La tosferina inflama los bronquios o vías respiratorias de los bebés, dificultando su respiración. La complicación más frecuente de la infección es la neumonía, que puede ser mortal. Según los CDC, se registraron 307 muertes por tos ferina entre 2000 y 2017. Casi el 85% eran bebés menores de 2 meses.

“Se llama tosferina pero los bebés muy pequeños no siempre tosen, dejan de respirar”, afirmó Murray, que agregó que lo primero que los padres deben tener en cuenta es que cualquier persona enferma intente venir a visitar a su recién nacido. “En el caso de los propios bebés, cualquier fiebre superior a 100.4 grados Fahrenheit es algo que su pediatra debe saber”, agrega.

Si los labios de un bebé se vuelven azules o parece que no respira como lo haría normalmente, eso “es algo de lo que preocuparse, especialmente si ha estado cerca de alguien que está enfermo”.

Los CDC recomiendan que los bebés empiecen la serie de vacunas DTaP —que previenen la difteria, el tétanos y la tos ferina— a partir de los 2 meses. La serie incluye cuatro vacunas más, a los 4 y 6 meses, de los 15 a los 18 meses y de los 4 a los 6 años.

“La preocupación es que durante el periodo del COVID-19, muchos niños no se vacunaron regularmente”, agrega Schaffner, y “ahora los profesionales están intentando ponerse al día”.

La vacuna DTPa, formulada para provocar respuesta inmunitaria en los bebés, cuyo sistema está menos desarrollado que el de los niños, tiene una eficacia del 98% en la prevención de la tosferina durante el primer año tras una serie de cinco dosis, según los CDC.

Adolescentes y adultos pueden precisar refuerzo

La vacuna Tdap se recomienda a los niños a partir de 11 años que no hayan recibido la serie DTaP, o a los adultos que puedan necesitar un refuerzo.

“Es importante que todos los adultos hayan recibido una dosis de Tdap. Después de eso, deben recibir una vacuna Td o Tdap cada 10 años”, añadió Reed, de los CDC, señalando que la protección disminuye con el tiempo.

[Los CDC determinan que las vacunas contra el COVID-19 no están ligadas a problemas cardíacos fatales en los jóvenes]

La vacunación de adultos protege a los niños de la tosferina y reduce la enfermedad si la persona vacunada enferma. Pero “el cumplimiento de esta norma no es óptimo, lo que brinda a las personas mayores la oportunidad de contraerla”, dijo Schaffner.

Aunque la tosferina puede ser peligrosa para los adultos mayores, la principal preocupación es que un adulto transmita la bacteria a un recién nacido no vacunado.

“Cualquiera que venga a ver al recién nacido debería haberse vacunado recientemente con la vacuna Tdap, para proporcionar un extra de protección alrededor del bebé”, agregó Schaffner.

Los CDC aconsejan a las mujeres que se vacunen de refuerzo en cada embarazo. El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos recomienda a las madres embarazadas que se vacunen con la Tdap durante el tercer trimestre. Según los CDC, esta vacuna previene alrededor del 78% de los casos de tosferina y el 90% de las hospitalizaciones en bebés menores de 2 meses.

¿Está mutando la bacteria?

En 2019, investigadores de los CDC descubrieron que la bacteria que causa la tosferina ha cambiado con el tiempo, lo que podría hacer que las vacunas actuales protjan menos que antes.

“No está claro qué efecto tienen esos cambios, si es que tienen alguno, sobre la eficacia de la vacuna”, explicó Reed.

Schaffner afirmó que las vacunas siguen ofreciendo una protección significativa y que actualmente son el mejor método de protección.

“No es como la gripe. Muta muy lentamente y estas cepas están suficientemente relacionadas entre sí, por lo que la vacuna sigue funcionando”, afirmó.

[La detección de enfermedades en los recién nacidos varía según el estado y el diagnóstico no siempre llega a tiempo]

El virus de la gripe muta rápidamente, al igual que el coronavirus, por lo que las vacunas contra estas enfermedades deben actualizarse cada año. Las vacunas DTPa y Tdap no se reformulan.

Los brotes actuales no son motivo de alarma, pero los padres de recién nacidos deben conocer las mejores formas de proteger a sus hijos.

“No se convertirá en una pandemia porque tenemos una población altamente vacunada”, dijo Schaffner. “Sin embargo, asegurémonos de que las embarazadas se vacunan, de que los bebés se vacunan según el calendario previsto y de que el resto de nosotros nos vacunemos contra la Tdap cada 10 años”.