Por Erika Edwards, Emily R. Siegel y Kate Snow - NBC News
GREENVILLE, Carolina del Sur — La versión de salud mental del 911 se lanzará en todo el país el mes que viene con la esperanza de que supongo una punto de inflexión para la prevención del suicidio y otras emergencias, pero algunos profesionales de la salud mental se preocupan de no estar preparados para gestionar la esperada avalancha de llamadas.
“Tenemos toda la tecnología”, afirma Jennifer Piver, directora ejecutiva de Mental Health America del condado de Greenville, en Carolina del Sur. “Pero no tenemos los fondos para el personal y los salarios".
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El nuevo número nacional de tres dígitos, el 988, tiene por objeto poner en contacto a las personas en plena crisis de salud mental con personal capacitado para responder a esas situaciones. El número, fácil de recordar, se pondrá en marcha el 16 de julio.
En 2020, la legislación bipartidista del Congreso ordenó el lanzamiento del número de emergencia 988, pero dejó en manos de los estados el apoyo financiero para el personal, las líneas telefónicas, los sistemas informáticos y otras infraestructuras.
Pero la mayoría de los estados, incluido Carolina del Sur, no han asignado dinero para el servicio. Incluso la legislación parcial para implementar el 988 está pendiente en sólo 20 estados, según la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales. Sólo cuatro estados, Colorado, Nevada, Virginia y Washington, han promulgado planes de financiación completos.
Según un informe de Rand Corp. publicado la semana pasada, más de la mitad de los funcionarios de salud pública encargados de poner en marcha la línea 988 dijeron que no se sentían preparados y que no contaban con la financiación necesaria para la dotación de personal o la infraestructura para manejar el despliegue.
La falta de apoyo de los legisladores ha desconcertado a profesionales de la salud mental como Piver. Carolina del Sur, por ejemplo, aprobó el año pasado la Ley de Prevención del Suicidio en la Tarjeta de Identificación Estudiantil, que exige que la Línea Nacional de Prevención del Suicidio esté impresa en las tarjetas de identificación de los estudiantes desde el séptimo grado hasta el nivel universitario.
El programa ha sido un éxito, afirmó Piver. “En las primeras 24 horas del primer día de clase, hemos salvado la vida de un joven”.
Algunos estados han promulgado leyes para añadir una tasa a las líneas de teléfono móvil para pagar el 988, pero propuestas similares en muchos estados han fracasado.
Cada momento cuenta cuando una persona en crisis o un miembro de su familia pide ayuda. A Piver y a otros profesionales de la salud mental de todo el país les preocupa que los estados que no cuenten con los fondos o el personal necesarios tengan dificultades para satisfacer la demanda prevista cuando la línea se ponga en marcha el mes que viene.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), alrededor del 20% de los estadounidenses padecen una enfermedad mental en un año determinado. Y los informes sobre problemas de salud mental han aumentado en los últimos años, incluso antes de la pandemia de COVID-19.
Una subvención estatal anterior permitió al equipo de Piver en el condado de Greenville, en el noroeste de Carolina del Sur, construir la infraestructura para un nuevo centro de llamadas.
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“Tenemos las plazas. Tenemos una cantidad infinita de recursos para que la gente trabaje a distancia”, señaló Piver.
Pero no hay nuevas ayudas para contratar a suficientes personas cualificadas para atender las líneas. Las llamadas que llegan sin el personal adecuado se ponen en cola y se desvían a otra parte, a menudo a la Línea Nacional de Suicidio o a otros estados.
“Si no tenemos personal para atender el teléfono, el tiempo es un problema”, lamentó. Las personas que se encuentran en una emergencia de salud mental y son lo suficientemente fuertes como para pedir ayuda, la necesitan rápidamente.
“¿Van a estar tanto tiempo al teléfono para asegurarse de que se les deriva a alguien? Los minutos sí importan”, añadió.
La directora del Laboratorio de Prevención y Exposición al Suicidio de la Universidad de Kentucky, Julie Cerel, psicóloga licenciada, está de acuerdo.
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Esperar a recibir ayuda hace que las personas en crisis “sean menos propensas a llamar la próxima vez que tengan un problema”, señaló Cerel. “Si están en una crisis en la que son suicidas o piensan en acabar con su vida, eso podría llevarles a colgar el teléfono e intentar suicidarse o morir por suicidio”, afirmó.
¿Qué es el 988?
Se espera que el nuevo número sea más fácil de recordar que el número 800 que maneja el National Suicide Prevention Lifeline. Su objetivo es agilizar las respuestas en materia de salud mental para que la gente pueda obtener la ayuda urgente que necesita mucho más rápido que llamando al 911, que generalmente conecta a los llamantes con las fuerzas del orden y no con profesionales de la salud mental.
Bob Gebbia, director de operaciones de la Fundación Americana para la Prevención del Suicidio, cree que el programa 988 es prometedor, pero pidió más dinero federal y estatal para implementarlo adecuadamente.
“Sigue siendo mejor que lo tengamos a que no lo tengamos”, dijo, “pero igualar la demanda es una preocupación”.
El centro de llamadas de Greenville -el único certificado para atender las llamadas de salud mental de los más de 5 millones de personas que viven en Carolina del Sur- es capaz de responder a más del 80% de las aproximadamente 100 llamadas de crisis de salud mental que entran cada día.
Piver espera que ese porcentaje caiga en picado si el estado no interviene con financiación adicional, y el número de llamadas no hará sino aumentar tras la puesta en marcha del 988.
Carolina del Sur no tiene ninguna legislación sobre la mesa para aumentar el dinero para el 988. Piver está frustrada por la escasez de fondos. Las llamadas a su centro han ayudado a desescalar situaciones que amenazan la vida en las que la gente de otra manera podría haber tenido que llamar a la policía, sentarse en las salas de emergencia o en última instancia, suicidarse.
“Estas llamadas telefónicas salvan vidas”, concluyó.
La nueva línea de atención telefónica no entrará en vigor hasta mediados de julio. Si usted o alguien que conoce se encuentra en una crisis inmediata, llame a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 800-273-8255, envíe un mensaje de texto con la palabra HOME al 741741 o visite SpeakingOfSuicide.com/resources para obtener más recursos.