La Fiscalía General de México informó el martes de que procederá penalmente contra el director del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, por el incendio que el 27 de marzo causó la muerte de 40 migrantes en un centro de detención de Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, ubicado al otro lado de la frontera de la ciudad texana de El Paso.
Garduño será acusado de incumplir con sus obligaciones de vigilar, proteger y dar seguridad a las personas e instalaciones a su cargo, aseguró en un comunicado la Fiscalía, que también actuará contra cuatro trabajadores públicos identificados como Salvador, Juan, Cecilia y Eduardo, "vinculados directamente con las conductas que generaron los homicidios y las lesiones que sufrieron las víctimas".
El juez de Control Federal en Ciudad Juárez vinculó a proceso el pasado 4 de abril a otras cinco personas imputadas por el incendio, identificadas en la prensa mexicana como los funcionarios del INM Daniel Goray, Rodolfo Collazo y Gloria Ramos; el guardia Alan Pascual Ventura; y el migrante Jaison Daniel Catari (al que se acusa de iniciar el fuego al quemar unas colchonetas en una protesta).

El incendio comenzó en una celda con 66 hombres procedentes de Centroamérica y Sudamérica, después de que se prendiera fuego a unas colchonetas. Según explicó López Obrador, fue una protesta después de que “se enteraron de que iban a ser deportados”.
El fuego acabó con la vida de seis hondureños, siete salvadoreños, 19 guatemaltecos, siete venezolanos y un colombiano. El Gobierno salvadoreño lo calificó de “crimen de Estado” y exigió la remoción de los responsables de la política migratoria de México.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo el martes que los guardias no tenían las llaves de la celda cuando comenzó el fuego. En imágenes de una cámara de seguridad puede verse a unos guardias que salían de la sala mientras iniciaba el fuego en unos colchones dentro de la celda en la que estaban decenas de migrantes, sin que aparentemente hicieran intento por liberarlos.
Repatriación de migrantes guatemaltecos
El Gobierno de Guatemala ha informa de que los cuerpos de 17 migrantes guatemaltecos fallecidos en el incendio han llegado al país en un avión de la Fuerza Aérea, siendo recibido por familiares.
“Papito, mijo, mi amor”, se oyó en el silencio del momento de su llegada, según reportó la agencia de noticias The Associated Press. Los féretros, cubiertos por la bandera nacional, fueron colocados en línea, con coronas de flores y fotografías de los migrantes.
Diego Coj, tío de Manuel Alexander Chox, uno de los fallecidos, dijo que la familia del migrante estaba consternada, que aún no podían creer la tragedia y que esperaban justicia. “Ahorita estamos esperando el cuerpo de nuestro familiar, que investiguen las autoridades para que respondan por sus vidas”, dijo Coj.
Entre los fallecidos está Bacilio Sutuj, un guatemalteco de 51 años originario de San Martín Jilotepeque, que no le había contado a su familia su intención de migrar hasta dos días antes del incendio, cuando les dijo que había sido detenido por la migración mexicana.
El canciller guatemalteco, Mario Búcaro, acompañó los cuerpos en el avión de la Fuerza Aérea mexicana y, a su arribo a Guatemala, calificó de tragedia terrible el incendio. Dijo que se buscará “juicio, castigo y reparación” y que, bajo la ley mexicana, el Gobierno guatemalteco se convirtió en parte del proceso penal.
Tras la llegada de los cuerpos y un minuto de silencio, personal de funerarias pagadas por la Administración guatemalteca cargó los féretros a camionetas para llevarlos hasta sus comunidades. La mayoría llegará a sus destinos la madrugada del miércoles para ser velados y algunos enterrados el jueves.
Las tareas de repatriación de las víctimas comenzaron la semana pasada, primero con los restos de un colombiano y el viernes con siete salvadoreños. El martes regresaron los 17 guatemaltecos y seis hondureños.
Según la cancillería guatemalteca, 19 de los 40 fallecidos eran de origen guatemalteco. Sin embargo, dos de los fallecidos que se cree que son guatemaltecos no fueron repatriados pues no se ha podido establecer su identidad debido a que uno no tenía documento alguno de identificación y el otro tenía quemaduras en las manos que impidieron tomar sus huellas dactilares. Las autoridades guatemaltecas realizarán pruebas de ADN para reconocerlos.
Según organizaciones civiles mexicanas, 2022 fue el año fiscal más trágico para los migrantes en México, con 900 muertos en el intento de cruzar sin documentos hacia Estados Unidos. En ese periodo se interceptó a 2.76 millones intentando cruzar la frontera.
Con información de Ap y Efe.