CIUDAD DE MÉXICO - Ciudad Juárez amaneció conmocionada por el incendio que, en la noche del lunes, cobró la vida de al menos 38 personas migrantes, y dejó otras 28 heridas, en unas instalaciones del Instituto Nacional de Migración.
"Es como si me hubiera pasado, es como si fueran familia de nosotros porque ¿cómo me acuesto a dormir sabiendo que más adelante me puede pasar a mí?", dijo en una entrevista con Noticias Telemundo Frank Martín Pérez, migrante venezolano que estaba protestando a las afueras de las instalaciones del Instituto Nacional de Migración.
Las víctimas, que estaban recluidas en un centro ubicado en el puente Internacional Stanton-Lerdo que conecta el estado mexicano de Chihuahua con la ciudad texana de El Paso, eran adultos procedentes de Centroamérica y Sudamérica, y estaban detenidos en el interior de las dependencias, según explicó en un comunicado el INM.
"El miedo que me da a mí, y a mis compañeros, es que si dejamos pasar esto y no lo hablamos ante las cámaras, entonces luego vendrá algo peor. Porque ellos no hicieron nada malo, la realidad es que nosotros no tenemos derechos aquí, nos tratan como perros", afirmaba Pérez en la mañana del lunes.
El Gobierno del estado de Chihuahua, donde se encuentra Ciudad Juárez, lamentó la tragedia e indicó que está trabajando para brindar asistencia a los heridos y sus familiares. También precisó que el incendio comenzó en una zona donde se encontraban detenidos solo hombres, aunque 15 mujeres en un área contigua también tuvieron que ser evacuadas por precaución, sin que resultasen heridas.
"Esto es el resultado de la olla de presión en la que se ha convertido Ciudad Juárez en el tema migratorio. Según las últimas cifras oficiales, hay cerca de 12,000 migrantes solamente en la ciudad y todos los albergues e instalaciones migratorias están desbordadas. Hay contingentes muy grandes de venezolanos, pero también de Guatemala, Nicaragua y Cuba, entre otros países", explica Eunice Rendón, académica y consultora internacional en temas migratorios.
El Instituto Guatemalteco de Migración informó en un comunicado este martes que al menos 28 de las víctimas en el incendio de Ciudad Juárez eran ciudadanos de ese país, y ofreció apoyo a las familias, entre otras cosas para repatriar los cuerpos.
"Quiero saber qué van a hacer, porque nadie sale a hablar con nosotros, nadie de migración viene y ellos son responsables de la muerte de nuestros hermanos que se murieron quemados y sufriendo", dijo Charlie, un migrante haitiano que participó en la protesta en Ciudad Juárez.
"Muchos terminaron encerrados en migración"
Expertos y activistas consultados por Noticias Telemundo afirman que el intenso flujo migratorio que desde hace meses ha colapsado los refugios y las instalaciones migratorias oficiales de la ciudad genera tensiones.
"En lo que va del nuevo año fiscal de Estados Unidos se estima que cerca de 800,000 migrantes han sido detenidos por autoridades de Estados Unidos y, al menos, un 60% ha pasado por Juárez. En los últimos cinco meses se ha convertido en el principal cruce de la movilidad irregular entre ambos países", explica José María Ramos, investigador de El Colegio de la Frontera Norte.
El 12 de marzo, cientos de migrantes intentaron cruzar de manera masiva el puente internacional que conecta Ciudad Juárez con El Paso, después de que se extendiera el rumor de que las autoridades migratorias estadounidenses les dejarían pasar. Pero la congregación se tornó en protesta cuando las autoridades estadounidenses les impidieron el paso.
"Nuestro nivel de paciencia se está agotando", dijo al día siguiente, Cruz Pérez Cuéllar, presidente municipal de Ciudad Juárez en un encuentro con la prensa. "Fue una acción que no beneficia a nadie, ni a los migrantes, ni a la gente de Juárez y El Paso, ni a las autoridades de ningún nivel de gobierno. Fue un acto irracional y sin sentido", agregó el funcionario.
Según personas migrantes, que hablaron con la condición de mantener su anonimato, en los días siguiente se hicieron redadas en hoteles, albergues y otros lugares de la ciudad. Organizaciones de derechos humanos escribieron una carta este mes en la que denunciaban una serie de abusos cometidos por las autoridades migratorias y especificaban que el 8 de marzo, en una redada realizada en un hotel se destruyeron los documentos de las personas migrantes que ahí se encontraban.
"El alcalde quitó a los migrantes del puente y del río pero no les dio otra opción, solo los mandó a trabajar y no los alojó en un espacio digno. Entonces se desparramaron por todos lados y por eso, el día antes del incendio se hicieron redadas y muchos terminaron encerrados en migración al lado del puente", explica Francisco Calvillo Salazar, director de Casa del migrante, un albergue en Ciudad Juárez.
"Salió humo de todos lados"
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, dijo en su conferencia matutina que los migrantes "como protesta, en la puerta del albergue pusieron colchonetas del albergue y les prendieron fuego (...) No imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia".
Sin embargo, expertos y académicos como Emilio López, investigador de la universidad Autónoma de Chihuahua, no coinciden con esa apreciación.
"Sin duda, es la peor tragedia en instalaciones migratorias de Chihuahua, además muestra que en México hay una violación estructural de los derechos humanos de las personas migrantes, y mucha negligencia", explica López.
El académico también señala que, antes de cualquier indagación formal, los medios comenzaron a reportar que el incendio fue provocado por los internos: "Es una situación que queda a discusión porque las personas ingresadas son revisadas y despojadas de pertenencias y artefactos que puedan dañar su integridad, es decir, cómo iniciaron un incendio si les quitan hasta las agujetas de los zapatos".
López insiste en que la estación migratoria donde se desató el incendio se caracteriza por no tener ventanas "y solo cuenta con accesos restringidos bajo vigilancia y sistema de seguridad del INM", condiciones de riesgo que ya habían sido denunciadas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
"Simplemente salió humo de todos lados y sacaron a las mujeres, me sacaron a mí, y dejaron a los hombres allá adentro encerrados. Estoy esperando a ver si me dicen algo porque lo peor del caso es que no nos dicen nada", dijo Viangly Infante, una migrante que esa noche fue desalojada de las instalaciones.
En declaraciones a medios locales, Blanca Navarrete, directora de Derechos Humanos Integrales en Acción en Ciudad Juárez, afirmó que la capacidad de la estación migratoria era de máximo 60 personas, y las autoridades confirmaron que había, al menos, 68 personas entre fallecidos, lesionados y hospitalizados.
"Y adicionalmente había 12 mujeres, que esto si sumamos quiere decir que al menos había 80 personas detenidas en esa estación. Y por lo tanto estamos hablando de condiciones de hacinamiento", expresó Navarrete.
López coincide que que el sistema de albergues e instalaciones oficiales está desbordado en Ciudad Juárez. Explica que, por ejemplo, el Centro Integrador para Migrantes tiene casi 700 personas, el albergue Kiki Romero 380 y lo mismo sucede en los 32 espacios que existen en la ciudad.
"Todos tienen las capacidades instaladas al borde, y eso no era diferente en la estación migratoria que es un lugar que debería tener un aforo máximo de 30 personas, y se estima que había más de 60", explica el investigador.
Según organizaciones civiles mexicanas, 2022 fue el año más trágico para los migrantes en México, pues unos 900 murieron en el intento de cruzar hacia Estados Unidos. La región vive un flujo migratorio récord, con 2.76 millones de indocumentados detenidos en la frontera de Estados Unidos con México en el año fiscal 2022.
"Es importante reconocer que quien estaba encargado de estos migrantes era el Estado mexicano. Tendremos que esperar a las investigaciones, porque algún protocolo de emergencia tendrían que haber seguido para salvar la vida de estas personas y eso no salió bien", asevera Rendón.
