Por Antonio Planas - NBC News
El contrato de arrendamiento de Seaquarium fue rescindido por la alcaldesa del condado de Miami-Dade (Florida), Daniella Levine Cava, que ordenó a la empresa propietaria del acuario marino que abandone las instalaciones en abril después, de que una serie de inspecciones federales denunciaran el mal estado de la instalación y el riesgo para la seguridad de los animales que alberga.
La oficina de la alcaldesa envió este jueves una carta de aviso de finalización del contrato de arrendamiento a Eduardo Albor, director general de The Dolphin Company, que deberá abandonar el recinto antes del 21 de abril.
En el texto se citan numerosos casos en los que los propietarios del Seaquarium no mantuvieron adecuadamente sus instalaciones; hubo problemas de personal; y se puso a los animales en peligro, hechos que fueron documentados en múltiples informes del Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés).
“Por ejemplo, entre el 6 de julio de 2022 y el 9 de enero de 2024, el Departamento de Agricultura emitió siete citaciones al arrendatario por no mantener adecuadamente las instalaciones; siete por brindar atención veterinaria inadecuada; dos por manipulación inadecuada de los animales (en un caso, el resultado fue que un visitante fue mordido durante un encuentro con delfines); tres por no mantener las instalaciones exteriores; tres por no tener personal adecuado; dos por no mantener las instalaciones interiores; y tres por calidad inadecuada del agua”, indica la carta.
El jueves por la tarde no fue posible localizar a ningún miembro de Dolphin Company para que hiciera comentarios. Tampoco fue posible contactar a representantes del Seaquarium,
NBC South Florida informó que los activistas a favor de los animales han librado una batalla por dos años para cerrar las instalaciones.
Un reporte elaborado en enero por el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura detectó condiciones preocupantes en acuario durante una inspección el 16 de octubre. Señaló que un delfín llamado Ripley fue encontrado con un clavo de dos pulgadas, vainas de mangle y pequeños trozos de conchas en la garganta, informó la emisora NBC South Florida. Otro, llamado Bimini, fue hallado con un tornillo roto en la boca.
Semanas antes de la inspección salió a la luz que una leona marina adulta de California llamada Sushi tenía el ojo derecho cerrado y se frotaba ambos ojos porque necesitaba una operación de cataratas.
La leona marina empezó a rechazar la comida debido al dolor en el ojo y, en el momento de la inspección aún la operación de cataratas no había sido programada, según el reporte, citado por NBC South Florida.
El mes pasado, la organización ecologista PETA organizó dos protestas en Miami en las que pidió que se rescindiera el contrato de arrendamiento del Seaquarium. La instalación ha sido objeto de críticas y protestas durante años por albergar una orca, Lolita, que fue capturada en 1970; el animal murió en cautiverio en 2023 por un problema de salud.
El mes pasado dimitió el jefe de los veterinarios del Seaquarium.
La vicepresidenta ejecutiva de PETA, Tracy Reiman, dijo este jueves: “Después de más de 50 años de desdichas para los animales y falsas promesas de enmendar sus errores, el inminente cierre del Seaquarium llega tarde. PETA espera que las autoridades de Miami-Dade sigan haciendo un buen trabajo y se aseguren de que estos animales sean enviados a instalaciones acreditadas donde recibirán el cuidado que tan urgentemente necesitan”.