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La policía de Florida registra la casa de una científica despedida que denunció manipulación en los datos del COVID-19

Rebekah Jones, exadministradora de la página del Departamento de Salud de Florida, denunció en mayo que su salida "no fue voluntaria" y que sucedió después de que ella se negara a "cambiar manualmente los datos para conseguir apoyo para el plan de reapertura".

Por Tim Stelloh - NBC News

Las autoridades de Florida registraron este lunes la casa de Rebekah Jones, exadministradora de la página del Departamento de Salud de ese estado, que proporciona los datos sobre la prevalencia del coronavirus. Esta científica fue despedida en mayo pasado por "insubordinación".

En el registro con orden judicial, los agentes policiales incautaron una computadora, teléfonos y discos duros propiedad de Jones, residente en Tallahassee, capital del estado.

El registro forma parte de una investigación policial iniciada en noviembre a partir de una queja del Departamento de Salud del estado en relación con el "acceso no autorizado a un sistema de mensajes" del citado organismo sanitario, señaló Gretl Plessinger, portavoz de la policía.

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Según la orden de registro, las autoridades detectaron que alguien desde la casa de Jones usó su dirección de correo electrónico, obtuvo acceso ilegalmente a una plataforma de comunicaciones estatal y envió un mensaje de texto grupal el 10 de noviembre al personal de emergencia de Florida, instándolos a hablar en contra de la respuesta del estado a la pandemia: "Es hora de hablar, antes de que mueran otras 17,000 personas", decía.

Rebekah Jones.
Rebekah Jones.MSNBC

"Sabes que esto está mal. No tienes que ser parte de esto. Sé un héroe. Habla antes de que sea demasiado tarde", añadía en el texto, según la orden.

Noel Pratts, investigador del caso, explicó que los agentes irrumpieron en la casa de Jones en Tallahassee en busca de hardware y aparatos electrónicos.

Jones, de profesión geógrafa, fue la impulsora del portal de información pública que enumera la cantidad de muertes y casos de coronavirus en el estado. El pasado mayo, declaró a la emisora WPEC-TV de West Palm Beach que su salida del Departamento de Salud "no fue voluntaria" y que sucedió después de que ella se negara a "cambiar manualmente los datos para conseguir apoyo para el plan de reapertura".

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Jones negó el lunes haber enviado el mensaje de texto del 10 de noviembre. "Si me tomara la molestia de aprender a piratear y luego hackear el Departamento de Salud de todos los lugares, estaría muy segura de obtener el recuento de muertes correcto", afirmó, y añadió que el número exacto de muertes el 10 de noviembre fue 17,460.

Jones publicó un video de la redada que sufrió el lunes y denunció que la policía estatal la apuntó "con un arma a la cara"."Apuntaron con armas a mis hijos", lamentó.

Jones ha señalado en declaraciones a los medios que fue despedida de su puesto por "negarse a manipular los datos del coronavirus", y, ahora, sostiene en las redes sociales que la ejecución de la orden judicial de registro responde a una "motivación política".

Le exfuncionaria indicó que los agentes confiscaron pruebas de "corrupción a a escala estatal" y culpó de la redada al gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis.

"Fue DeSantis. Él envió a la gestapo", exclamó la científica en las redes sociales. "Esto es lo que les sucede a los científicos que hacen su trabajo con honestidad. Esto es lo que le sucede a la gente que dice la verdad al poder", señaló.

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La oficina de DeSantis no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. Gretl Plessinger, portavoz de la policía de Florida, alegó que Jones se negó a abrir la puerta "durante 20 minutos" cuando los agentes llamaron a su puerta.

"Después de varios intentos y notificaciones verbales de que los agentes estaban allí para entregar una orden de registro legal, Jones finalmente llegó a la puerta y permitió que los agentes entraran. La familia de Jones estaba arriba cuando los agentes entraron a la casa", explicó.

Con información de EFE y WPEC-TV.