Estados Unidos enviará 31 tanques M1 Abrams al Gobierno de Ucrania para su guerra contra Rusia, según informó este miércoles el presidente, Joe Biden, después de meses durante los que la Casa Blanca alegó que estos vehículos militares eran demasiado difíciles de operar y mantener por las tropas ucranianas.
La decisión se conoce apenas horas después de que Alemania aceptara enviar 14 tanques Leopard 2 A6, una decisión que había supeditado a que Estados Unidos aportara los M1 Abrams, ya que no quería arriesgarse a afrontar en solitario una respuesta de Rusia.
"Alemania no me ha forzado a cambia de idea", dijo Biden en una comparecencia ante periodistas, "queríamos asegurarnos de estar en esto juntos". Según las fuentes citadas por la agencia de noticias The Associated Press, ambos países han mantenido "buenas conversaciones diplomáticas” dentro de un “extraordinario cambio en la política de seguridad de Alemania” sobre el suministro de armas a Ucrania desde que Rusia invadió el país hace 11 meses.
El nuevo paquete de ayuda militar desvelado este miércoles, 400 millones de dólares, incluye ocho vehículos de recuperación M88, similares a tanques, para remolcar al Abrams si se queda atascado.
Estados Unidos también proporcionará la formación y los suministros necesarios para operar y hacer funcionar los tanques, aclaró Biden.
“De eso se trata: de ayudar a Ucrania a defender y proteger el territorio ucraniano. No es una amenaza ofensiva para Rusia, no hay ninguna amenaza ofensiva para Rusia”, subrayó el presidente.
En total, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Polonia, Alemania, Países Bajos y Suecia enviarán así cientos de tanques y vehículos blindados pesados para fortificar Ucrania, que entra en una nueva fase de la guerra e intenta romper las atrincheradas líneas rusas.
Se desconoce aún si los tanques enviados por Biden saldrán de las reservas de más de 4,000 Abrams del Pentágono, o si EE.UU. usará la Iniciativa de Asistencia a la Seguridad de Ucrania para comprar nuevos vehículos para reponer además a los que sus aliados envíen, o comprarlos directamente para suministrárselos a Ucrania.
En cualquier caso, utilizar la vía de financiación de la Iniciativa de Asistencia significa que, aunque ya se han prometido los Abrams a Ucrania, es probable que pasen muchos meses antes de que los carros de combate estén realmente en el campo de batalla, y no a tiempo para la esperada ofensiva de primavera de Rusia.