Por Marina E. Franco
CIUDAD DE MÉXICO.- Lo peor de la pandemia del coronavirus COVID-19 está al acecho en México, y las autoridades están siendo acusadas de no tomar suficientes medidas preventivas. El presidente, Andrés Manuel López Obrador, seguía diciendo hasta hace unos días que “hay que abrazarse, no pasa nada”.
En Europa, América Latina y en Estados Unidos, en los últimos días ha habido cancelaciones de eventos deportivos o culturales por el COVID-19, y varios Gobiernos han declarado emergencia a causa del virus o hasta cuarentena, como en Italia.
En México, en tanto, el manejo sigue siendo como de la calma antes de la tormenta.
Hasta el momento hay 26 casos confirmados (todos de personas que han viajado a sitios con brotes extendidos, como España o Italia), unos 100 bajo sospecha y más 200 en monitoreo. Uno de los primeros casos de infección fue dado de alta del hospital el jueves, anunció el Gobierno federal.
A decir de autoridades, siguen siendo pocos los casos reportados porque fueron detectados a tiempo para aislarlos u hospitalizarlos si era necesario.
Sin embargo, algunas personas aseguran que no se está buscando bien si hay más posibles contagios, dado que no se han hecho más pruebas; que debería endurecerse el monitoreo en las fronteras con Estados Unidos y en los puertos; además de señalar que no se ha tomado en cuenta que la mayoría de los mexicanos suele automedicarse, por lo que pueden estar enfermos sin reportarlo o sin recibir atención precisa.
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“De nada sirve el miedo, de nada sirve el pánico”, afirmó Hugo López-Gatell, médico epidemiólogo y subsecretario de Salud, al denunciar que hay mucha desinformación y que lo que se está propagando son rumores.
Pero expertos en salud y académicos en México exhortan a tampoco confiarse.
Piden adoptar de una vez medidas de contención, como la sana distancia o distanciamiento social, en caso de que haya portadores que no sepan que son contagiosos porque no presentan síntomas (como sucedió en un caso en el estado de Puebla). Los ciudadanos en redes sociales también piden no tentar a la suerte, y han popularizado la etiqueta jocosa #PrayForMexico.
Sin embargo, este mismo fin de semana se realizará un festival masivo, el Vive Latino, con dos días de conciertos al que suelen acudir más de 150,000 personas. Otros similares, como Coachella, fueron postergados o suspendidos en Estados Unidos y otras partes del mundo.
“Si se cancelara en este momento, tendría una repercusión económica importante, no solo para la compañía que va a tener ganancias, sino para toda la economía”, dijo López-Gatell. “No es saludable que se haga sin una base técnica, porque entonces empiezan a proliferar las cancelaciones”.
Agregó que lo importante por ahora es solamente seguir los lineamientos de lavarse las manos de manera frecuente, estornudar hacia el codo, no tocarse la cara, y quedarse en casa si hay síntomas.
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Pero los expertos epidemiológicos del propio Gobierno advierten de que no cabe duda de que la transmisión directa del coronavirus avanzará, hacia lo que llaman escenario dos, de contagio comunitario, con cientos de casos.
Pronostican que ocurra a finales de marzo, de acuerdo con la experiencia en otros países que ahora sufren miles de casos.
Pero solo cuando haya miles de casos la Secretaría de Salud promoverá promoverá medidas como cancelar clases, labores o espectáculos. Antes, según la instrucción del Gobierno, solamente deberá haber cierres regionales; por ejemplo, un aula en vez de toda la escuela si en el salón se presentan dos infecciones o más en una semana.
“Queremos que la gente siga viviendo su vida lo más normal posible. La vida continúa con, sin, y a pesar del COVID-19”, indicó Ricardo Cortés, director de promoción de la salud, la noche del jueves en conferencia de prensa.
Algunos han hecho caso omiso y han decidido cancelar actividades. Uno de los mayores centros de estudio, el Tecnológico de Monterrey, anunció la cancelación de todas las clases presenciales y eventos:
Hace una década el entonces gobierno mexicano declaró cuarentena poco después de iniciado un brote mortal de influenza A(H1N1), en el que murieron más de 8,000 personas en el país. Las calles se vaciaron en ese momento.
“Me acuerdo de cómo vivimos eso y me sorprende que no estemos haciendo lo mismo de casi casi encerrarnos, porque deberíamos haber aprendido”, comentó a Noticias Telemundo Carla Méndez, comerciante.
Las autoridades sanitarias indican, sin embargo, que esta vez no son necesarias medidas tan drásticas de inicio porque la pandemia del COVID-19 no es como la del A(H1N1), que empezó en México y tomó por relativa sorpresa al país antes de que se supiera más sobre el virus.
Aunque otros países latinoamericanos, tanto los que ya tienen decenas de casos como aquellos en los que no se han reportado infecciones aún, sí han establecido protocolos estrictos e hicieron declaratorias de emergencia.
El Salvador impuso cuarentena en todo el país aun sin tener casos; Argentina, donde falleció una persona, firmó un decreto de emergencia sanitaria que durará un año y el cual suspende vuelos desde otros lugares con infecciones.
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Más allá de la respuesta del gobierno, los ciudadanos mexicanos han oscilado entre compartir memes en redes de cómo protegerse con Vicks VapoRub (no basta si los síntomas son agudos o graves, como falta de respiración), y entre intentos por mantener la calma y de prepararse. Ha habido algunas compras de pánico, pero aún no hay estantes vacíos como sucede en ciudades estadounidenses en las que escasea hasta el papel higiénico.
“Se llevan y se agotan el alcohol y el antibacterial, que ya no tenemos, pero ahí dejan muchas otras cosas: jabón normal, material de curación, comida”, indicó Angélica Gómez, quien trabaja en la farmacia de un supermercado en el sur de Ciudad de México.
Expertos también alertan que el Gobierno necesita empezar a adoptar medidas a más largo plazo, porque indican que el futuro será pandémico.
“Cada vez se van a estar presentando con mayor frecuencia este tipo de problemas como el que tenemos ahora con coronavirus, lo que se conocen como virus emergentes que se esparcen con mayor rapidez”, explicó el biotecnólogo Carlos Arias, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México que promueve crear un centro nacional de virología.
“Muchas veces los funcionarios voltean a ver soluciones solamente cuando el problema ya está en nuestra puerta, como en este caso, y es difícil reaccionar si no hay una preparación previa", agregó Arias. "Necesitamos movernos ya para que no existan estos retrasos para vacunas, antivirales o métodos de diagnóstico en el futuro".