El presidente, Joe Biden, remarcó este martes la importancia de vacunarse contra el coronavirus ahora más que nunca, puesto que Estados Unidos ha rebasado el millón de nuevos casos diarios, al tiempo que anunció nuevas medidas como duplicar el pedido de pastillas de Pfizer y mejorar el acceso gratuito a pruebas.
“Ómicron es muy transmisible pero pueden protegerse: lleve máscaras, vacúnese si no lo ha hecho”, pidió Biden en un discurso en el que insistió en que es la “pandemia de los no vacunados”.
El presidente recordó que las personas vacunadas, y en especial aquellas que recibieron la dosis de refuerzo, tienen pocas probabilidades de tener una infección grave por COVID-19, y no deben alarmarse ante la nueva variante.
Lo contrario ocurre con aquellos que no están inmunizados, que tienen “motivos para alarmarse por ómicron”, dijo Biden. Advirtió que estas personas pueden sufrir una enfermedad grave y que “algunos morirán, innecesariamente”.
Actualmente, el 62% de ciudadanos ha recibido al menos dos dosis. Biden recordó que la dosis de refuerzo es gratis y está disponibles.
Pidió además a los padres que vacunen a sus hijos para protegerlos y remarcó que las escuelas deben permanecer abiertas. "Tenemos todas las herramientas para proteger a los niños", señaló.
Las declaraciones de Biden sobre la pandemia, las primeras desde el 28 de diciembre, se producen cuando la ola de contagios ha obligado a cerrar empresas y escuelas, ya que los casos se han triplicado en el último mes.
Estados Unidos alcanzó un millón de nuevos casos de COVID-19 este lunes, según datos recopilados por nuestra cadena hermana NBC News, lo que resalta la amenaza que supone ómicron en el tercer año de la pandemia.
La nueva variante representa ya el 95% de las nuevas infecciones, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Aunque las hospitalizaciones no han crecido al mismo ritmo, esta subida ha sido suficiente para que los centros médicos de todo el país tengan que hacer esfuerzos para atender a todos los pacientes, con escasez de pruebas, tratamientos y personal. Las muertes, por otro lado, se han mantenido relativamente sin cambios, en torno a las 1,100.
Biden anunció que el Gobierno federal duplicará su pedido de píldoras para tratar el COVID-19 de Pfizer, de 10 a 20 millones, lo cual va a “dramáticamente reducir las hospitalizaciones y muerte por COVID-19”. Una partida de tratamientos ya comenzó a ser distribuida en diciembre y está orientada a los pacientes con alto riesgo.
Acceso a pruebas de COVID-19 y otros recursos
Las pruebas rápidas de antígeno caseras también han escaseado ante la fuerte demanda y no se espera que la producción aumente significativamente hasta febrero o marzo, según las previsiones de los fabricantes. Biden dijo al respecto que se reforzará el acceso a pruebas gratuitas.
Biden prometió enviar 500 millones de pruebas caseras gratuitas a los hogares, pero esa iniciativa podría llevar meses en cumplirse. Además, los pacientes en las zonas más afectadas han tenido que esperar días para obtener los resultados de las pruebas de laboratorio, al límite de su capacidad.
Los suministros para tratar el COVID-19 también se han visto limitados. Algunos hospitales han dejado de ofrecer terapias con anticuerpos monoclonales o las han racionado sólo para los pacientes de mayor riesgo.
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El Gobierno federal ha desplegado personal federal para ayudar a aliviar los hospitales sobrecargados. Los ingresos a nivel nacional han alcanzado niveles observados durante la ola de contagios de verano, pero sigue estando por debajo de los del invierno pasado, cuando una pequeña porción de la población estaba totalmente vacunada.
"Sé que estamos todos cansados y frustrados por la pandemia. Estas semanas que vienen van a ser un desafío: por favor, lleven su máscara en público", dijo Biden. "Vamos a lograrlo", remarcó.