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Un hombre descubre 10 millones de razones para no decirle a nadie que se ganó la lotería

Rascó un boleto y obtuvo un premio de 10.000 dólares. Se lo dijo a sus compañeros de apartamento. A la mañana siguiente el premio era de 10 millones de dólares, pero había desaparecido.
Imagen de la detención de Adul Saosongyang, y una fotografía de archivo de una lotería de rascar.
Imagen de la detención de Adul Saosongyang, y una fotografía de archivo de una lotería de rascar. Departamento de Policía de Vacaville / AP / Departamento de Policía de Vacaville / AP

El nombre del protagonista de esta historia no se conoce, porque al parecer ha aprendido la lección: a veces, lo mejor es no decirle a nadie las buenas noticias.

Cinco días antes de Navidad, este hombre entró en una tienda de alimentación de Vacaville, una ciudad cerca de San Francisco (California), y compró un boleto de lotería para rascar, por 30 dólares, “con la esperanza de ganar un poco de dinero para las vacaciones”, según ha informado la policía local.

El boleto resultó ganador de un premio que en un principio creyó que ascendía a 10.000 dólares, así que volvió a su hogar y le comunicó las buenas noticias a sus dos compañeros de apartamento. A la mañana siguiente acudió a recoger su premio, pero en la oficina de loterías de Sacramento le indicaron que no sólo su boleto no era ganador, sino que además parecía alterado.

El hombre sospechó de inmediato que uno de sus compañeros de apartamento le había robado el premio, así que acudió rápidamente a denunciar lo ocurrido. Efectivamente, al día siguiente uno de sus compañeros, Adul Saosongyang, de 35 años, intentó cobrar el premio en la oficina de loterías. Fue entonces como descubrió que el premio no era de 10.000 dólares sino de 10 millones.

La oficina de lotería no sabía entonces que el boleto había sido reportado como robado, pero comenzó una investigación rutinaria (como hace con todos los premios superiores a 600 dólares), acudiendo a la tienda donde se había vendido para comprobar las cámaras de vigilancia.

Es entonces cuando se puso en contacto con la policía de Vacaville, y junto descubrieron que, presuntamente, Saosongyang había acudido allí a comprar otro boleto y lo había alterado para luego cambiarlo por la noche por el premiado.

El 7 de enero, la oficina de loterías invitó a Saosongyang a acudir a cobrar su premio, y allí fue arrestado por la policía, acusado de robo; se enfrenta ahora a una posible condena de entre uno y tres años de prisión. Queda por ver si el ganador del premio podrá cobrarlo, aunque lo que ha hecho ya de forma preventiva es solicitar a la policía que no difunda su nombre.