Por Jon Schuppe - NBC News
La seguridad siempre ha sido una de las principales preocupaciones de las clínicas de aborto, pero ahora se ha vuelto más urgente que nunca.
La filtración de un borrador de opinión de la Corte Suprema en el que sugiere que se anulará Roe v. Wade tiene a las clínicas preocupadas por un repunte del acoso y otro tipo de agresiones por parte de quienes se oponen al derecho al aborto.
Laurie Casey, directora ejecutiva de la clínica WE Health en Duluth, Minnesota, afirmó que está considerando contratar guardias de seguridad para aumentar la protección en el centro. Si la Corte Suprema realmente anula Roe v. Wade, varios estados cercanos a Minnesota, incluidos Dakota del Norte, Dakota del Sur, Wisconsin y Michigan, restringirían o prohibirían por completo los abortos. Eso podría atraer a más manifestantes a la clínica de Casey.
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“Sentimos que podrían aumentar las protestas y el acoso debido a la decisión”, dijo Casey.
La violencia contra los proveedores de servicios de aborto ha aumentado en los últimos años, según datos recopilados por la Federación Nacional del Aborto, que ayuda a las clínicas a desarrollar planes de seguridad. Esto incluye un aumento en las agresiones y amenazas, de 69 en 2016 a 254 en 2020, el último año para el que se tienen datos. El grupo dice que recopila informes de sus casi 500 miembros y verifica los incidentes.
Melissa Fowler, directora de programas de la Federación Nacional del Aborto, dijo que las clínicas temen que la noticia provoque más ataques. En los últimos meses, dijo Fowler, las clínicas informaron un aumento en el número y la intensidad de los manifestantes luego de la promulgación de una ley de Texas de 2021 que prohíbe los abortos después de las seis semanas de embarazo y cuando la Corte Suprema escuchó los argumentos sobre una ley de Mississippi que restringe el aborto.
“Sabemos por experiencias pasadas que noticias como esta, pérdidas políticas como esta, pueden envalentonar a las personas que quieren acosar o aterrorizar a los proveedores de servicios de aborto”, dijo Fowler. “Definitivamente estamos en alerta máxima y queremos que nuestros miembros estén en alerta máxima”.
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Un informe del FBI de mayo de 2021 sobre terrorismo doméstico estableció que los cambios en las leyes de aborto eran un impulsor común de la actividad criminal de los extremistas. El Departamento de Justicia ha procesado más de una docena de casos de violencia y otros delitos contra los proveedores de servicios de aborto en la última década.
Si bien muchas clínicas tienen sus propias operaciones de seguridad, incluidos guardias privados, acompañantes voluntarios de pacientes y cámaras de seguridad, también dependen de la policía para responder a las amenazas y evitar que los manifestantes interfieran con su trabajo. La Federación Nacional del Aborto tiene una división de seguridad que incluye expolicías y comparte las preocupaciones de las clínicas con la policía local.
Frank Straub, director del Centro para la Prevención de la Violencia Premeditada del Instituto Nacional de Policía, dijo que en momentos como estos, cuando existe un mayor riesgo para las clínicas, la policía debería aumentar los patrullajes.
“Dependiendo de qué pase en los próximos días, la policía puede reconsiderar si quiere poner en alerta a sus equipos antimotines”, afirmó Straub.
La noticia de la posible decisión inminente de la Corte Suprema también provocó protestas de los defensores del derecho al aborto que marcharon en las calles de varias ciudades. Los únicos informes de violencia fueron en Los Ángeles, donde una facción de manifestantes se enfrentó con la policía, algunos arrojaron piedras e hirieron a un oficial, dijo el jefe de policía Michel Moore. La policía golpeó a algunos manifestantes con porras, informó Los Angeles Times.
Afuera de la clínica de Salud de Mujeres de Jackson, Mississippi, la cual se encuentra en el centro del caso de la Corte Suprema, hubo un ambiente más tranquilo de lo habitual después de que se filtró el borrador de la opinión. En un punto del martes, un patrullero del Departamento de Policía de Jackson pasó lentamente frente al local, algo inusual según un guardia de la clínica.
Lo mismo ha ocurrido fuera del Centro de Mujeres de West Alabama en Tuscaloosa, Alabama, dijo Robin Marty, directora de operaciones allí.
“Tan pronto como escuché la información el lunes, la seguridad fue mi mayor preocupación”, dijo Marty. Pero aclaró que no ha habido un aumento en las manifestaciones. “Un lado positivo es que al menos los manifestantes sentirán que han ganado algo y nos dejarán en paz”, precisó.
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Sin embargo, ella no espera que eso dure. Si el aborto se vuelve ilegal en Alabama, la clínica continuará brindando atención médica, entre otras cosas para brindar atención a las mujeres que sufrieron abortos espontáneos, explicó Marty. Eso probablemente significará que las hostilidades continuarán.
“No espero que desaparezca aun si se anula Roe, porque nuestra clínica ofrecerá servicios todo el tiempo que podamos, y aún habrá gente que tratará de atraparnos haciendo algo ilegal”, agregó Marty.
La larga historia de violencia en Estados Unidos contra las clínicas de aborto implica que las preocupaciones por la seguridad no disminuirán.
Daniel O’Leary, el exjefe de policía de Brookline, Massachusetts, sigue atormentado por un tiroteo en 1994 en el que el opositor al aborto John Salvi III mató a dos trabajadores e hirió a otros cinco en dos clínicas locales. Salvi fue condenado a cadena perpetua y se suicidó poco después.
Antes de esos ataques, la policía de Brookline asignó a un oficial para que actuara como enlace entre los manifestantes y el personal de la clínica. Ese trabajo ha continuado en los años posteriores. Ha habido protestas en las clínicas de Brookline, pero no hubo actos de violencia importantes, afirmó O’Leary.
“La policía tiene que tener un papel en eso porque van a estar en primera línea, tratando de dialogar con ambos bandos”, dijo O’Leary. “Así al menos se pueden conocer”.