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Los demócratas en Florida buscan ganarse a los latinos impulsando mayor control de armas

En un intento por ganarle terreno a los republicanos, los candidatos demócratas están haciendo una campaña diferente este año y buscan conectar con las experiencias de una comunidad que a menudo se siente ignorada en la política nacional.

Por Adriana Gomez Licon - The Associated Press

Annette Taddeo caminó hacia un podio con vista a la bahía de Biscayne en Miami y le contó al público cómo había huido del terrorismo cuando era una adolescente en Colombia y ahora temía por la seguridad de su hija de 16 años en una escuela pública estadounidense.

Un brillante autobús azul y naranja detrás de la candidata demócrata al Congreso llevaba este mensaje en español: “Un futuro sin violencia”.

“Los latinos están aquí por el sueño americano, y es muy difícil hacer eso cuando te preocupa la seguridad de tus hijos”, afirmó Taddeo, una senadora estatal que desafía a la congresista republicana María Elvira Salazar.

Fred Guttenberg, cuya hija murió en el tiroteo de la secundaria de Parkland, durante un mitin en Miami en 2018.
Fred Guttenberg, cuya hija murió en el tiroteo de la secundaria de Parkland, durante un mitin en Miami en 2018.AP

En pocos lugares los demócratas tuvieron tantos reveses en 2020 como en el sur de Florida, cuando muchos latinos prefirieron a los candidatos republicanos y perdieron varias contiendas de manera inesperada. Trump ganó Florida por más de tres puntos porcentuales.

Los demócratas están haciendo una campaña diferente este año, ya que su objetivo es conectar las prioridades del partido con las experiencias personales de un grupo que a menudo se siente ignorado en la política nacional.

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El esfuerzo llega en un momento volátil para los latinos en Florida. El gobernador republicano, Ron DeSantis, atrajo la atención de los medios luego de que trasladó a un grupo de migrantes venezolanos desde Texas a Martha’s Vineyard, en Massachusetts, como parte de un programa de reubicación financiado por el estado para inmigrantes que se encuentran en el país sin autorización.

Si bien algunos venezolanos y latinos afiliados al partido demócrata lo denunciaron como un “truco cruel”, algunos exiliados aplaudieron las acciones de DeSantis. El senador republicano por Florida Marco Rubio, un cubanoamericano, escribió una columna en español para una plataforma conservadora en línea aparentemente poniéndose del lado de DeSantis al plantear sin pruebas de que los migrantes que cruzan a Estados Unidos desde México podrían ser criminales liberados por el líder venezolano Nicolás Maduro.

Mientras tanto, la violencia armada es un tema particularmente importante en Florida, donde ocurrieron dos de los tiroteos masivos más mortíferos de los últimos años. Los medios de comunicación en español han dado amplia cobertura tanto al tiroteo en la escuela primaria de Uvalde, Texas, un área predominantemente hispana, como al juicio penal del asesino que atacó una escuela secundaria en Parkland, Florida, en 2018.

En una encuesta de Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research realizada en junio, el 35 % de los latinos mencionaron problemas relacionados con las armas en una pregunta abierta que permite a las personas identificar hasta cinco problemas en los que el Gobierno debería trabajar durante el próximo año. Eso se compara con el 18% a fines de 2021 y el 10% en 2020.

“Este tema ha cobrado relevancia en la comunidad latina”, afirmó Stephen Nuño-Perez, analista de encuestas de la firma BSP Research, que investiga las preocupaciones entre los votantes latinos para el Fondo de Educación de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO, por su sigla en inglés).

Un grupo de control de armas fundado por la exrepresentante de Arizona Gabrielle Giffords, quien sobrevivió a un tiroteo en Tucson en 2011 en el que murieron seis personas y más de una docena resultaron heridas, apoya a candidatos de Florida.

El comité político de Giffords entregó 15,500 dólares a más de tres docenas de candidatos latinos alrededor del país, y hasta ahora el grupo ha invertido un millón de dólares en Florida para estas elecciones.

Cada vez mueren más niños en Estados Unidos por la violencia armada. En 2021 hubo 1,562 muertes de menores de 17 años, según el sitio web Gun Violence Archive, que rastrea los tiroteos de más de 7,500 fuentes de la policía, medios, Gobierno y empresas.

Aunque los países latinoamericanos tienen políticas más estrictas sobre la tenencia de armas de fuego, las tasas de muertes por armas de fuego son más altas como resultado del contrabando desde Estados Unidos.

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Sin embargo, para algunos cubanos el control de armas está fuera de discusión.

Isabel Caballero, una mujer de 96 años originaria de Cuba, aseguró que no apoyaría ninguna restricción de armas. En los años posteriores a que Fidel Castro y sus rebeldes derrocaran al dictador Fulgencio Batista en 1959, se alentó a los cubanos a registrar sus armas y las autoridades luego usaron la lista para ir de puerta en puerta alentando a la gente a que las entregara.

“‘Armas, ¿para qué?’ Eso es lo que solían decir. La gente las entregó, y luego los únicos que tenían armas eran ellos”, dijo Caballero, hablando sobre Castro y sus aliados. “¿Lección? No dejes que te las quiten.

Pero otros cubanos que emigraron a Florida en décadas recientes dijeron que están dispuestos a apoyar un cambio, porque creen incorrecto que los niños tengan miedo en las escuelas.

“Puedes encontrar armas en todas partes, en cualquier lugar. Tienes 400 dólares y puedes conseguirlas. No debería ser así”, afirmó Amauris Puebla, quien llegó de Cuba en 1994.

Puebla estaba jugando una partida de dominó en la Pequeña Habana cuando Taddeo y la representante Val Demings, la demócrata que desafía a Rubio en el Senado, se bajaron del autobús en el que hacen su gira en ese parque.

Demings le preguntó si podía jugar. Ella ganó.