Por Lisa Mascaro — The Associated Press
Lo que comenzó como un plan de cuatro billones de dólares en los primeros meses en la Casa Blanca de Joe Biden para reconstruir la infraestructura y reforzar las ayudas sociales a familias se ha convertido al final en un paquete, menor pero no insustancial, que busca mejorar la atención médica, combatir la inflación, frenar la emergencia climática y reducir el déficit federal.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo a sus colegas en una reunión a puerta cerrada este jueves que su objetivo es aprobar el proyecto de ley antes del receso de agosto, según informó la cadena NBC News. Schumer ha logrado al fin el apoyo de uno de sus senadores, Joe Manchin, para validar el plan.
“Requerirá que nos mantengamos unidos y trabajemos largos días y noches durante los próximos 10 días”, dijo Schumer, según NBC News, “tendremos que ser disciplinados en nuestros mensajes y en nuestro enfoque. Será difícil”.
Los legisladores estudian a fondo la propuesta de 739,000 millones de dólares pactada por Schumer y por Manchin, que rechazó los el plan por meses y sorprendió a sus colega el miércoles con su apoyo.
Esto es que incluye y lo que no la llamada Ley de Reducción de la Inflación de los demócratas, de 725 páginas, tal y como está ahora:
Reducir los costes de las medicinas con receta
Avanzando en un objetivo largamente buscado por los demócratas, el proyecto de ley permitiría al programa de Medicare negociar los precios de los medicamentos recetados con las farmacéuticas, ahorrando al Gobierno unos $288,000 millones en 10 años.
Esos nuevos ingresos se destinarían a reducir los costes de los medicamentos para las personas mayores, incluyendo un tope de 2,000 dólares para mayores que compren con receta en farmacias.
El dinero también se utilizaría para ofrecer vacunas gratuitas a los mayores, que ahora son de los pocos que no tienen garantizado el acceso gratuito, según un documento de síntesis.
El proyecto de ley extendería tres años más los subsidios durante la pandemia de COVID-19 para ayudar a quienes compran un seguro médico por su cuenta, que expiran este año, reduciendo las primas.
La mayor inversión contra el cambio climático
El proyecto de ley invertiría 369,000 millones de dólares a lo largo de una década en estrategias de lucha contra la emergencia climática, incluyendo la producción de energías renovables y descuentos fiscales para comprar autos eléctricos nuevos o usados.
Se desglosa para incluir 60,000 millones de dólares para un crédito fiscal a la fabricación de energía limpia y 30,000 millones para un crédito fiscal a la producción de energía eólica y solar, considerados como formas de impulsar y apoyar las industrias que pueden ayudar a frenar la dependencia del país de los combustibles fósiles.
Para los consumidores, existen exenciones fiscales como incentivos para volverse ecológicos. Una de ellas es un crédito fiscal para el consumidor durante 10 años para las inversiones en energía renovable en la eólica y la solar. Hay exenciones fiscales para la compra de vehículos eléctricos, incluyendo un crédito fiscal de 4,000 dólares para la compra de vehículos eléctricos usados y 7,500 dólares para los nuevos.
En total, los demócratas creen que la estrategia podría poner al país en la senda de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 40% para 2030, y “representaría la mayor inversión en materia de clima de la historia de Estados Unidos, con diferencia”.
¿Cómo se paga todo esto?
La mayor recaudación del proyecto de ley es un nuevo impuesto mínimo del 15% sobre las empresas que obtienen más de 1,000 millones de dólares de beneficios anuales.
Es una forma de tomar medidas drásticas contra unas 200 empresas estadounidenses que evitan pagar el tipo impositivo estándar del 21%, incluidas algunas que acaban no pagando ningún impuesto.
El nuevo impuesto mínimo de sociedades entraría en vigor a partir del ejercicio fiscal de 2022 y recaudaría unos 313,000 millones de dólares a lo largo de la década.
También se recaudaría dinero al reforzar el IRS para perseguir a los defraudadores fiscales. El proyecto de ley propone una inversión de 80,000 millones de dólares en servicios al contribuyente, aplicación de la ley y modernización, con lo que se prevé recaudar 203,000 millones de dólares en nuevos ingresos, una ganancia neta de 124,000 millones de dólares a lo largo de la década.
El proyecto de ley mantiene la promesa original de Biden de no aumentar los impuestos a las familias o empresas que ganan menos de 400,000 dólares al año.
Los precios más bajos de los medicamentos para los ancianos se pagan con los ahorros de las negociaciones de Medicare con las compañías farmacéuticas.
Dinero extra para reducir el déficit
Con 739,000 millones de dólares en nuevos ingresos y unos 433,000 millones en nuevas inversiones, el proyecto de ley promete destinar la diferencia a la reducción del déficit.
Los déficits federales se han disparado durante la pandemia de COVID-19, cuando el gasto federal se disparó y los ingresos fiscales se redujeron a medida que la economía de la nación se agitaba con los cierres, las oficinas cerradas y otros cambios masivos.
En los últimos años, la nación ha visto cómo los déficits subían y bajaban. Pero, en general, el presupuesto federal se encuentra en una senda insostenible, según la Oficina Presupuestaria del Congreso, que ha publicado esta semana un nuevo informe sobre las proyecciones a largo plazo.
Lo que hay detrás
Este último paquete de medidas, tras 18 meses de negociaciones a trompicones, deja atrás muchos de los objetivos más ambiciosos de Biden.
Si bien el Congreso aprobó un proyecto de ley bipartidista de 1 billón de dólares para infraestructuras de carreteras, banda ancha y otras inversiones que Biden convirtió en ley el año pasado, las demás prioridades del presidente y del partido se han quedado atrás.
Entre ellas, la continuación de un crédito fiscal de 300 dólares mensuales para niños, que enviaba dinero directamente a las familias durante la pandemia y que se cree que ha reducido ampliamente la pobreza infantil.
También han desaparecido, por ahora, los planes de preescolar gratuito y de universidad comunitaria gratuita, así como el primer programa de baja familiar remunerada del país, que habría proporcionado hasta 4,000 dólares al mes para nacimientos, fallecimientos y otras necesidades fundamentales.