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"Maletas negras llenas de dinero" del narco llegaban a García Luna cuando era secretario, asegura un testigo de la Fiscalía

‘El Grande’ Villarreal Barragán aseguró en el segundo día de juicio que hubo reuniones secretas y favores mutuos entre el exfuncionario mexicano y el narco. Pero también aseguró que García Luna fue secuestrado por Arturo Beltrán para presionarlo. La defensa cuestionó al testigo: "¿dónde están las pruebas?".

Nueva York— El juicio contra Genaro García Luna continúa este martes en una corte federal de Nueva York, con la segunda parte del testimonio Sergio El Grande Villarreal Barragán, ex capo del cártel de Sinaloa y testigo clave de la Fiscalía en su acusación contra el exsecretario mexicano de Seguridad Pública de recibir sobornos de narcotraficantes, a los que supuestamente estaba combatiendo, a cambio de proporcionarles protección e información confidencial. 

Los millones de dólares recibidos presuntamente del narco, relató El Grande, llegaban (primero directamente a las manos de García Luna y luego mediante intermediarios, cuando asumió la secretaría en 2006), en “maletas negras llenas de dinero”. “El cártel se había expandido a gran parte de la república. Había más ganancias para todos”, dijo el testigo ante preguntas de la fiscal Erin Reid.

A cambio de estos pagos, llegaba información clave de la policía federal comandada por García Luna para evitar a las autoridades y eliminar sus enemigos, según el testigo. Tal fue el caso, aseguró, en el operativo en la fiesta de matrimonio de Edgar La Barbie Valdez Villarreal, lugarteniente del cártel, en Acapulco. “La fiesta se hizo, pero no acudimos nadie", explicó, "no encontraron a nadie”.

El Grande, un narco condenado y testigo protegido del Gobierno de EE.UU., acabó así de explicar al jurado, con detalladas anécdotas, la compleja relación de la que se acusa a García Luna con el cártel, que incluiría desde conversaciones "amistosas" a un secuestro.

'El Grande' testifica durante el juicio del exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna.
'El Grande' testifica ante la corte federal. Jane Rosenberg

Tras el interrogatorio de la Fiscalía, llegó el turno de la defensa de García Luna, que intentó atacar la credibilidad del testigo y reforzar su relato de que el juicio es una "venganza" del narco en contra el exfuncionario, sin pruebas concretas, y con el apoyo de Estados Unidos.

¿Dónde están los videos? La estrategia de la defensa

El abogado de García Luna, César de Castro, le recordó a Sergio Villareal que previamente él había dicho al Gobierno estadounidense como Arturo Beltrán Leyva acostumbraba a grabar sus reuniones con los funcionarios públicos a los que les pagaba.

La pregunta del defensor busca evidenciar que hasta la fecha no se conoce ninguna cinta o grabación en la que aparezca Genaro García Luna con algún miembro de los cárteles o recibiendo dinero. "Usted nunca ha podido entregar una de esas grabaciones", le dijo de Castro al ex capo narco en la sala de juicio.

"Yo no las guardé. Eso era lo que decía Arturo. Nunca las tuve al frente", respondió El Grande.

Villareal fue detenido en México en 2010 y extraditado a Estados Unidos un par de años después. En 2017 fue sentenciado a 10 años de prisión por conspiración para traer drogas y lavado de dinero, aunque la sentencia se le redujo debido a su cooperación con el gobierno, quien lo ha utilizado como informante repetidamente en varios casos contra capos del narcotráfico.

El ex capo narco aceptó entregar al Gobierno estadounidense 100 millones de dólares provenientes de su actividad con el cártel de Sinaloa como parte de su arreglo.

El encargado de cuidar al pueblo

García Luna enfrenta cinco cargo (tres por tráfico de cocaína, uno por delincuencia organizada y otro por falsedad de declaraciones), y es el funcionario de mayor rango en ser llevado ante un tribunal estadounidense. De ser declarado culpable, enfrenta una pena de prisión perpetua. Pero hay más motivos por los que el proceso en su contra despierta interés: su caso abarca la política mexicana, el extenso y violento narcotráfico, la conexión entre ambas esferas, y la relación entre EE.UU. y México en el combate a las drogas.

García Luna dirigió la Agencia Federal de Investigación entre 2001 y 2005, y luego fue secretario de Seguridad Pública en el Gobierno de Felipe Calderón de 2006 a 2012, y como tal era visto como el encargado de la sangrienta guerra contra los cárteles.

“Era el encargado de cuidar al pueblo mexicano, ese fue primer trabajo, el segundo era un trabajo sucio”, señaló el lunes el fiscal, Philip Nathan Pilmar. La defensa, por su parte, negó que tengan pruebas concretas, y ha calificado el juicio de una “venganza” narco en contra del exsecretario, con el apoyo del Gobierno de EE.UU. 

Maletas negras llenas de dinero

“Fue la mejor inversión del Cártel de Sinaloa”, dijo en su primer día de testimonio Sergio El Grande Villarreal Barragán, exnarco de la organización de los Beltrán Leyva, asegurando que García Luna recibió “millones de dólares” de colectas de varios líderes narcos.

Este martes, amplió este relato con más detalles ante el jurado de 18 miembros.

Antes de que fuera secretario de Seguridad Pública, los pagos los efectuaba el entonces líder de la organización criminal, Arturo Beltrán Leyva, en reuniones con García Luna.

El abogado defensor cuestionó estas supuestas reuniones remarcando cómo podía ser que un funcionario como García Luna sacara tres o cuatro horas de su agenda para ello. César de Castro le recordó al testigo García Luna, siempre viajaba con escoltas, usualmente con una gran caravana de vehículos y que era un funcionario público muy conocido con miles de personas a cargo. Pero cuando lo cuestionó, El Grande dijo que él sí creía que se tomaba el tiempo para ir a recibir el soborno.

El testigo dijo también a la fiscalía que a partir de 2006, cuando García Luna pasó a ser Secretario de Seguridad Pública se hicieron a través de Luis Cárdenas Palomino, designado en 2008 coordinador de Inteligencia para la Prevención del Delito, de la Policía Federal, y mano derecha de García Luna (fue detenido desde 2021 en México acusado de tortura). “La cantidad y la forma de pago cambió“, dijo Villareal. 

Presuntamente, García Luna y Arturo Beltrán siguieron comunicándose por radio, luego de que el funcionario pasara al gabinete de Felipe Calderón, “pero muy esporádicamente”, dijo.

Una fiesta de matrimonio sin novios

Villarreal Barragán ha testificado sobre los operativos conjuntos entre la policía y el cártel de Sinaloa en la ciudad de Monterrey contra un cártel rival; de cómo los agentes de policía le permitieron establecer rutas para el trasiego de cargamentos de entre 800 y 1,200 kilogramos (1,764 y 2,646 libras) de cocaína varias veces por semana a través del estado de Chiapas; y de cómo la policía informaba con antelación al cártel de futuros operativos para que los traficantes pudieran deshacerse de todo.

El Grande siguió con estos relatos el martes, algunos anecdóticos como cuando cambiaron droga falsa por verdadera para poder llevarse un cargamento que había sido decomisado, hubo algunos ejemplos de cómo el cártel recibió información clave de la policía comandada por García Luna.

Mencionó que en una ocasión, Cárdenas Palomino (mano derecha de García Luna) les avisó que la policía planeaba allanar la casa donde vivía la familia de Arturo Beltrán Leyva en Cuernavaca.  “Sacamos todo, realizaron el cateo pero no encontraron nada”, dijo.

'El Grande' testifica durante el juicio del exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna.
'El Grande' testifica durante el juicio. Jane Rosenberg

También contó de cuando la policía allanó la fiesta de matrimonio de Edgar La Barbie Valdez Villarreal, lugarteniente del cártel de Sinaloa, en Acapulco. 

La fiesta se hizo, pero no acudimos nadie, ni él (La Barbie). Cayó el gobierno pero no encontraron a nadie”, dijo El Grande, tras lo cuál algunos presentes en la sala de juicio no pudieron evitar reír.

Y un secuestro exprés

El Grande también contó que Beltrán Leyva ordenó el secuestro de García Luna en algún momento del 2008. Presuntamente, buscaba presionarlo para que siguiera ayudándolos, luego de que el cártel recibiera varios golpes de la policía.

Lo levantaron en una carretera del estado de Morelos rumbo a Cocoyoc”, dijo El Grande en la sala de juicio. Aseguró que supo del secuestro porque así se lo contó Alberto Pineda Villa El Borrado, uno de los capos del cártel de Beltrán Leyva.

Según el testimonio de El Grande, luego del rompimiento del Cártel de Sinaloa, Arturo Beltrán Leyva presuntamente habló con García Luna para preguntarle de qué lado estaba él. La cruenta guerra entre las organizaciones del cártel comenzó entre 2006 y 2007, cuando se dividieron en bandos (El Chapo Guzmán, El Mayo Zambada, Azul Esparragoza e Ignacio Nacho Coronel Villarreal peleaban por el control contra los hermanos Beltrán Leyva, los Zetas y Vicente Carrillo).

El excapo narco asegura que García Luna respondió que “ese no era su problema”, que él era neutral, y fue ahí cuando Arturo Beltrán Leyva presuntamente comenzó a pagarle la totalidad de la "mensualidad" de sobornos narco. También relato una supuesta tregua entre cárteles, en la que se "dividieron el país".

Más capos narcos convocados

Finalizada la declaración de El Grande, la fiscalía llamó como testigo al mexicano Tirso Martínez Sánchez, un ex asociado de Joaquín “El Chapo” Guzmán cuyo testimonió ayudó a condenar al capo de la droga y que en 2020 fue sentenciado a siete años de prisión en la misma corte federal de Brooklyn donde hoy apareció para testificar en contra de García Luna.

Apenas cuando Martínez contaba al jurado cómo se inició en los cárteles de la droga, el juez, Brian Cogan, dio por finalizada la jornada. El juicio se reanudará este miércoles a las 9:30 am.

El juicio deberá determinar si García Luna es culpable de participar en una conspiración de tráfico de cocaína, incluyendo aceptar sobornos multimillonarios del cártel de Sinaloa entre 2001 y 2012 mientras ocupaba cargos públicos –primero director de la Agencia Federal de Investigaciones y después la Secretaría de Seguridad.

La Fiscalía señaló en sus argumentos de apertura, que mostraría que el exfuncionario recibió millones en sobornos del narco y “traicionó el juramento de su país”.

La causa en su contra reúne un millón de páginas de documentos y material gráfico, como también grabaciones de comunicaciones intervenidas. En el tribunal de Brooklyn se espera además un desfile de testigos gubernamentales y capos del narco, nunca visto allí desde que el jefe del cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, fue condenado a cadena perpetua en 2019. 

La defensa ha argumentado que los testigos son quienes cayeron ante el trabajo del exfuncionario en su lucha contra el narco. “Qué mejor venganza que enterrar al hombre que lideró la guerra contra los carteles”, dijo el lunes César de Castro, abogado de García Luna. “No dejen que los cárteles los manipulen”, le dijo al jurado.

Los investigadores afirman que García Luna siguió viviendo de sus ganancias ilícitas incluso después de mudarse a Florida en EE.UU. y hasta que fue arrestado en 2019, aunque su defensa alega que era un empresario legítimo. El exsecretario se ha declarado no culpable de los cargos de narcotráfico y de empresa criminal. 



Ronny Rojas reporta desde la corte en Nueva York.