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Édgar 'La Barbie' Valdez, uno de los narcos más sanguinarios, 'reaparece' como preso en una cárcel de alta seguridad de EE.UU.

Tras meses sin que se sepa su paradero, el traficante y sicario figura de nuevo como reo en Florida, al tiempo que concluye el juicio a Garcia Luna, donde se especuló que declarara.

Tras volatilizarse de los registros penitenciarios federales durante más de dos meses, el exnarco y sicario Édgar La Barbie Valdez Villarreal vuelve a aparecer de nuevo cumpliendo su sentencia por tráfico de drogas y lavado de dinero en Estados Unidos, en la cárcel de alta seguridad Coleman II en Florida, y seguirá entre rejas hasta el 27 de julio de 2065, según el Buró Federal de Prisiones

Este cambio en los registros coincide con el final del proceso judicial contra el exsecretario mexicano de Seguridad Genaro García Luna, acusado de recibir sobornos del narco, durante el cual se especuló que La Barbie sería uno de los testigos de la Fiscalía. El juicio está visto para sentencia, y el jurado lleva deliberando desde el jueves.

A fines de noviembre generó revuelo la noticia de que La Barbie, uno de los narcotraficantes más sanguinarios en la historia de México, ya no figuraba como detenido de el Buró Federal de Prisiones y se desconocía su paradero. “Queremos saber dónde está”, dijo el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en su rueda de prensa matutina en el Palacio Nacional el 30 de noviembre. “Se ha hecho la consulta y no hay precisión sobre el tema, pero vamos a seguir pidiendo que nos informen”, agregó. 

La Barbie tiene órdenes de captura en México, al ser considerado uno de los lugartenientes de confianza de Arturo Beltrán Leyva, para supervisar a sicarios y cobrar pagos de la organización criminal, que apoyó al Cártel de Sinaloa para eliminar a sus rivales (Los Zetas y el Cártel del Golfo). La Barbie grabó videos de víctimas torturadas y asesinadas, una práctica de la que fue pionero, pero que ahora es el estándar cotidiano del crimen organizado mexicano.

El exnarco fue detenido en México en 2010 y extraditado a Estados Unidos en 2015. Tres años después, fue condenado a 49 años de prisión. 

Edgar 'La Barbie' Valdez Villarreal en el momento de su arresto en 2010.
Edgar 'La Barbie' Valdez Villarreal en el momento de su arresto en 2010.Alexandre Meneghini / AP

“Hay una serie de razones por las que un recluso puede figurar como ‘no bajo la custodia de la Oficina de Prisiones”, explicó en su momento al periódico El País un portavoz del buró penitenciario, y citó “asistir a audiencias judiciales o recibir tratamiento médico”. 

Su nombre empezó a sonar con fuerza en el proceso contra García Luna y se lo llegó a considerar uno de los testigos “significativos” de la acusación como uno de los exnarcos del Programa Federal de Protección de Testigos, que hablan a cambio de ciertos beneficios.

Según documentos judiciales, La Barbie y sus abogados dijeron que había sido informante de la agencia federal antidrogas entre 2008 y 2010. Y él fue uno de los primeros narcos que abiertamente acusó en Estados Unidos a García Luna de lazos con el narcotráfico.

El juicio contra el exfuncionario en una corte federal de Nueva York comenzó en enero y algunos testigos de la Fiscalía dijeron al jurado que La Barbie habría tenido reuniones en persona con el acusado y recibió favores de parte de la Policía Federal. Francisco Cañedo Zavaleta, exagente de la Policía Federal mexicana que trabajó en la unidad antinarcóticos, aseguró por ejemplo en su testimonio que el domingo 19 de octubre de 2008 vio, por casualidad, a García Luna junto a Villareal y el capo Arturo Beltrán Leyva, estacionados en dos camionetas al lado de una carretera en Cuernavaca

Los exlíderes del cártel de Sinaloa han asegurado que a cambio de los millones de dólares que le daban a García Luna recibían protección y ayuda como avisos de allanamientos inminentes.

Uno de esos fue el operativo en la fiesta de matrimonio de  La Barbie en Acapulco. “La fiesta se hizo, pero no acudimos nadie”, contó un exnarco, “no encontraron a nadie”.

Tras presentar más de una veintena de testigos, de una lista original de más de 70, la Fiscalía decidió dar por finalizada su presentación de pruebas ante de lo previsto: el juez le pidió, aceptando una queja de la defensa, que sólo se convocara a quienes tuvieran un vínculo pertinente y directo con la acusación. Ya se habían oído muchos relatos de cómo funcionaba el mundo narco en México de expolicías y extraficantes que no mencionaban directamente a García Luna.

[Estas son las pruebas contra García Luna en lo que va del juicio]

La acusación pidió entonces unos días extras para cuestiones logísticas y de preparación de su último testigo "significativo" y La Barbie volvió a resonar como uno de los posibles candidatos. Pero en su lugar, se convocó a otro de los más esperados: Jesús El Rey Zambada García, hermano de El Mayo García, actual líder del cártel de Sinaloa, quien dijo al jurado que al inicio de la década de 2000 a Genaro García Luna se le pagaba 1.5 millones de dólares al mes por su ayuda al cartel. El Rey afirmó que estuvo involucrado en dos reuniones en 2006 para pagos de sobornos.

El texano líder de los sicarios del narco

La detención de La Barbie ocurrió en 2010 cerca de Ciudad de México y un año después de que Arturo Beltrán Leyva fuera asesinado, y las sospechas cayeron sobre el exnarco, generando una cruenta guerra interna en la organización criminal.

Su arresto fue uno de los golpes más significativos contra el crimen organizado de la presidencia de Felipe Calderón (2006-2012), cuando García Luna lideraba la Secretaría de Seguridad Pública.

La noche del 31 de agosto de 2010 fue exhibido frente a los medios como un trofeo. Tenía en ese momento 37 años y ya acumulaba decenas de acusaciones de asesinatos. 

García Luna dijo luego, en septiembre de 2010, a los legisladores mexicanos que La Barbie era de los pioneros de la violencia de alto impacto, y responsable de decapitaciones en todo el país, y dijo que su arresto era un éxito del Gobierno, según el periódico La Jornada.

El alguacil del condado de Webb, Martín Cuéllar, muestra fotos de fichajes de 1997 de Edgar Valdez Villarreal.
El alguacil del condado de Webb, Martín Cuéllar, muestra fotos de fichajes de 1997 de Edgar Valdez Villarreal.Eric Gay / ASSOCIATED PRESS

Valdez Villareal, quien recibió el apodo de La Barbie debido a su tez clara, cabello rubio y ojos claros, nació en realidad en 1973 en Texas, y cuenta con doble nacionalidad: estadounidense y mexicana. Su estilo fue una marca distintiva, siendo parte de un nuevo grupo de narcotraficantes más ostentoso, con autos deportivos, lujosas propiedades, ropas de diseñador y relojes costosos. También lleva los apodos de El Güero y El Comandante, según registros del Departamento de Estado. 

El cártel de Sinaloa es considerado una de las organizaciones criminales más poderosas y violentas, operando en la actualidad en México, con células en Estados Unidos. Las autoridades federales acusan al grupo de fabricar, almacenar, importar y distribuir cocaína, metanfetamina y marihuana, y de lavado de dinero. 

Aunque originalmente era parte del cártel de Sinaloa, Arturo Beltrán-Leyva rompió lazos con la organización en 2008, creando una nueva organización, que actualmente está acusada de adquirir armas y municiones de Estados Unidos e importarlas ilegalmente hacia México, además de traficar droga. En territorio mexicano, se le atribuyen secuestros, torturas, asesinatos y otros crímenes.

La Barbie, según los registros judiciales, fue "clave en la sangrienta guerra territorial por el control de la ruta de contrabando de la Interestatal 35 hacia EE.UU.". Según la Administración de Control de Drogas, fue responsable de llevar la lucha al centro y sur de México.