En su mensaje de Navidad, la reina Isabel II envió un mensaje de apoyo a quienes han sido afectados por la pandemia de coronavirus. Mientras, una nueva cepa del coronavirus ha obligado a regresar al confinamiento en el Reino Unido donde las muertes relacionadas con el COVID-19 superan los 70,000 casos.
En su tradicional discurso navideño, el cual es televisado año con año, la reina alagó el “espíritu indomable” de aquellos que han enfrentado valientemente la crisis. En referencia a su fe cristiana, destacó a los “buenos samaritanos”.
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“Los buenos samaritanos han surgido a lo largo de la sociedad mostrando cuidado y respeto por todos, independientemente de su género, raza u origen, recordándonos que cada uno de nosotros es especial e igual ante los ojos de Dios”, dijo.
En el video, la reina está sentada detrás de un escritorio donde solo se observa una fotografía de su esposo, Felipe de Edimburgo, de 99 años. Ambos han permanecido la mayor parte del año en aislamiento en el castillo de Windsor.
El mensaje fue videograbado antes del nuevo periodo de cierre y cuarentena en Reino Unido, en respuesta a lo rápido que se han esparcido las infecciones de una nueva cepa del coronavirus SARS-CoV2.
"Seguimos inspirándonos en la bondad de los extraños y nos consuela que, incluso en las noches más oscuras, hay esperanza en el nuevo amanecer", dijo.
La reina Isabel también agradeció a los trabajadores de primera línea y quienes laboran en el campo de la ciencia.
En su mensaje esperanzador mencionó a aquellos de religiones diferentes que no pudieron reunirse para sus celebraciones, así como a quienes enfrentaron alguna pérdida este año.
"Por supuesto que para muchos esta época del año estará teñida de tristeza", dijo la reina. "Algunos están de luto por la pérdida de sus seres queridos, y otros extrañan a sus amigos y familiares de quienes se distanciaron por seguridad, cuando todo lo que realmente querían para Navidad es un simple abrazo o un apretón de manos".
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En abril y mayo de este año, la reina Isabel dio dos discursos televisados para levantar el ánimo de la población ante la crisis causada por la pandemia.
En lugar de la tradicional reunión en Sandrigham y la visita a la iglesia en ocasión de la Navidad, los miembros de la realeza pasarán las fiestas en sus respectivas residencias.
Con información de AP.