El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) ganó por una estrecha ventaja de 1.6% al bloque de la canciller saliente Angela Merkel (CDU), de acuerdo con los resultados oficiales preliminares dados a conocer el lunes.
Los alemanes optaron por el cambio propuesto por el candidato de centroizquierda Olaf Scholz, el vicecanciller saliente que recibió el 25.7% de los votos y que llevó a su partido a liderar unos comicios generales por primera vez en más de década y media.
Del otro lado, el hombre que aspiraba a mantener al centroderecha en el poder, Armin Laschet, obtuvo el 24.1% del escrutinio, el peor resultado de la historia del partido.
Los Verdes y los liberales del FDP tienen ahora la llave para formar Gobierno, al convertirse en socios necesarios en el próximo Ejecutivo.
El proceso, sin embargo, podría tardar semanas o meses. Merkel tardó 6 meses en lograr un acuerdo en sus últimas elecciones. Hasta que su sucesor no tenga el apoyo necesario, permanecerá provisionalmente al frente del país.
El sistema electoral alemán por lo general produce un Gobierno de coalición. Desde la posguerra, en Alemania nunca ha habido un partido ganador con menos del 31% de los votos -o alguna instancia en que la CDU, el partido de Merkel- alcance menos de eso.
"Los votantes han hablado muy claramente", señaló Scholz el lunes tras conocerse los resultados oficiales preliminares, en declaraciones recogidas por The Associated Press. "Han reforzado a tres partidos -los socialdemócratas, los verdes y los demócratas libres-, así que éste es el mandato visible que han dado los ciudadanos de este país: estos tres partidos deben liderar el próximo gobierno", afirmó.
Los Verdes consiguieron su mejor resultado con 14.8%, aunque por debajo de lo que esperaba su candidata Annalena Baerbock, y los liberales del FDP un 11.5%. La extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD) perdió más de 2 puntos hasta 10.3%.
“No podemos estar satisfechos con el resultado”, reconoció Laschet, que habló acompañado de Merkel, aunque insistió en que tratará de formar Gobierno.
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“El resultado coloca a Alemania, a la Unión (CDU), a los partidos demócratas, ante enormes desafíos”, aseguró. “Haremos todo lo posible para formar un Gobierno bajo el liderazgo de la Unión, porque ahora Alemania necesita de una coalición para el futuro que modernice a nuestro país”, agregó.
Los socialdemócratas se han beneficiado de la relativa popularidad de Scholz tras una prolongada caída en la intención de voto y de los problemas en las campañas de sus rivales. La candidata de los Verdes cometió errores en los primeros compases de la carrera electoral y Laschet, gobernador del estado de Renania del Norte-Westfalia, el más grande del país, tuvo dificultades para entusiasmar a la base tradicional del partido.
La participación fue del 76.6%, similar a la de hace 4 años, de acuerdo con El País. Un total de 60.4 millones alemanes, de los 83 millones que tiene el país, llamados a las urnas para elegir el nuevo Bundestag, como se conoce la cámara baja, que será la que elija al nuevo jefe de Gobierno. Se estima que más del 40% votó por correo, un importante aumento consecuencia de la pandemia.
El nuevo Bundestag tendrá la cifra récord de 735 legisladores. El tamaño del Parlamento varía debido a una peculiaridad del sistema electoral alemán, que permite que pueda ser considerablemente mayor que el mínimo de 598 escaños.
No será fácil seguir los pasos de Merkel, quien ganó elogios luego de sortear varias crisis al frente del Gobierno alemán. Su sucesor deberá encabezar la recuperación de la pandemia del coronavirus, que Alemania ha enfrentado relativamente bien gracias, en parte, a sus enormes programas de rescate.
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Los principales partidos de Alemania enfrentan diferencias significativas en sus propuestas en contra de la emergencia climática. El bloque de Laschet tiene sus esperanzas puestas en soluciones tecnológicas y un enfoque impulsado por el mercado, mientras que los Verdes quieren aumentar los precios del carbón y finalizar su uso antes de lo planeado. Scholz, por su parte, ha enfatizado la necesidad de proteger los empleos mientras Alemania hace la transición hacia energías más limpias.
La política exterior ocupó pocos espacios en la campaña, aunque los Verdes buscan una postura más firme hacia China y Rusia.