El régimen de Daniel Ortega no sólo despojó de su nacionalidad a la escritora y novelista Gioconda Belli, ahora también le confiscó los bienes que ella y su familia dejaron en el país, confirmó este martes la laureada poeta en un mensaje en su cuenta en la red social X, antes Twitter.
“La dictadura Ortega Murillo consumó la confiscación de mi casa de habitación en Managua, enviando policías a ocuparla”, escribió Belli quien el pasado febrero fue parte de la lista de casi 100 nicaragüenses que perdieron su ciudadanía tras ser calificados como “traidores de la patria” por Ortega.
“Es una casa que para siempre contendrá el recuerdo de mi energía creativa, la huella de mis libros y el paisaje que más amaba. Lo que era queda en mí”, aseguró la escritora, exiliada en España, quien en mayo fue reconocida con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
El escritor y exvicepresidente Sergio Ramírez —a quien ya le fueron confiscados algunos de sus bienes— también perdió su ciudadanía junto a reconocidos activistas, sacerdotes, periodistas y defensores de derechos humanos declarados por el Estado como “prófugos” de la justicia.
Además de la vivienda de Belli, ubicada en la capital Managua, el régimen ocupó la casa de su hijo, el periodista Camilo de Castro Belli y su esposa la documentalista Leonor Zúñiga. La pareja vive en Costa Rica tras su exilio.
“Nosotros pagamos esa casa por 15 años”
No fueron los únicos. También le fueron ocupadas las viviendas al defensor de derechos humanos, Gonzalo Carrión; al exguerrillero y miembro de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, creada tras el triunfo de la revolución sandinista, Moisés Hassan; al excanciller y expreso político, Francisco Aguirre Sacasa, entre otros opositores, reportó el diario nicaragüense La Prensa.
Su casa, contó Carrión al periódico cuya redacción e imprenta fueron ocupadas ilegalmente por el régimen, está valorada en 70 mil dólares. “Nosotros pagamos esa casa por 15 años”, lamentó calificando la confiscación como una “acción de maldad”.
“Los que ordenan y ejecutan las acciones son criminales de lesa humanidad y ladrones”, aseguró.
El despojo a la ciudadanía de los casi 100 nicaragüenses fue anunciado poco después del destierro de 222 presos políticos enviados por Ortega en un avión hacia Estados Unidos. Ellos también perdieron su nacionalidad.
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Las confiscaciones son parte de la arremetida de Ortega contra los opositores a su régimen. Este país centroamericano vive desde 2018 una crisis sociopolítica que ha provocado el mayor éxodo de su historia, según cifras citadas por la agencia de noticias EFE.
Un informe del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, del que es parte Carrión, reveló en junio que 605,043 personas (un 9% de la población total, estimó la organización) han abandonado el país “debido a la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde 2018 y como resultado de la violencia política”.