Cuando Vanessa Criollo revisó su buzón el 29 de julio lo encontró vacío. Una notificación del Servicio Postal (USPS, en inglés) decía que tres horas antes habían entregado la tarjeta de autorización de empleo de su hija emitida por los Servicios de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), pero el buzón estaba vacío. Casi dos meses, varias llamadas y reclamos después, el documento aún no aparece.
La dirección postal es la misma que la familia, originaria de Venezuela y solicitante de asilo en Houston (Texas), usó para todos sus trámites migratorios, y adonde llegaron sin perderse un sinfín de documentos comerciales y oficiales, entre ellos el permiso de trabajo de Vanessa Criollo y de su esposo, Carlos Prato.
Este incidente —descubrieron después, al preguntar en redes sociales— no es el único en su zona. Y tampoco ocurre solo en ese estado: Noticias Telemundo conversó con otro solicitante de asilo en Miami (Florida) al que también se le extravió su permiso de trabajo; y con una organización sin fines de lucro que opera en California, Nevada, Oregon y Washington, que ayuda a personas a las que se les han perdido tarjetas de residente permanente y otros documentos claves en su trámite migratorio.
📬 ¿Qué está pasando?
El proceso suele ser el mismo. Un inmigrante, solo o con su familia, por su cuenta o con ayuda de un abogado, inicia un trámite tras enviar una aplicación con información básica como su nombre y dirección a los Servicios de Ciudadanía e Inmigración.
Cuando USCIS la recibe, notifica que llegó y, tras revisar el formulario y evidencias, manda otro documento aprobándolo o denegándolo. De ser concedido, en el caso de una autorización de empleo o una solicitud de registro de residencia permanente, por ejemplo, envía al aplicante la tarjeta correspondiente, que en muchos casos (como a la hija de Criollo) le servirá de identificación oficial en Estados Unidos.
En este último paso es cuando el permiso de la hija de Criollo se perdió. No hubo cambios en su dirección ni errores en la aplicación, alegan, pero el documento, que según el código de rastreo de USPS fue entregado por el cartero en el buzón de la familia, no lo tienen.
Criollo contactó al Servicio Postal y, tras una investigación, la agencia federal le respondió que no encontró el documento, cuenta.
Presentó un reclamo online al que, explica, le contestaron: “No tenemos el documento, así que no podemos hacer nada”. “Me dice la muchacha, ‘no podemos hacer nada porque si ellos dicen que lo entregaron, lo entregaron”, recuerda sobre la respuesta que recibió en una oficina del Servicio Postal.
Después de que su historia fuese publicada por la estación local de Noticias Telemundo en Houston, el Servicio Postal les escribió.
“A veces podemos recuperar con éxito los artículos perdidos cuando empezamos la búsqueda temprano; pero, debido al volumen de correo que procesamos, cada día que pasa hace más difícil para nosotros localizar un correo específico”, argumentó en un correo electrónico en el que le pidieron disculpas y le aseguraron que hicieron una “búsqueda exhaustiva”.
“El Servicio Postal es consciente de la frustración y decepción causadas cuando no estamos a la altura de nuestro compromiso por un servicio de correo seguro y confiable”, añadió la agencia federal.
Noticias Telemundo contactó a USPS y USCIS en busca de comentarios. El Servicio Postal envió información sobre cómo pueden los usuarios reclamar sus correos extraviados, pero no respondió preguntas específicas. USCIS no ha contestado.
La familia llamó a USCIS para presentar un reclamo. Una operadora les indicó: “Después que decimos que el paquete sale [del centro de procesamiento] ya nosotros no respondemos por ese paquete, si se perdió o ellos [USPS] dicen que lo entregaron, tú definitivamente debes volver a aplicar, no hay otra opción”, cuentan que les dijo.
Amy Grenier, asesora de Políticas y Prácticas de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración (AILA, en inglés) cree que es “una de esas situaciones donde desafortunadamente es la naturaleza de la bestia: hay dos agencias diferentes trabajando juntas [...] gestionadas por seres humanos que comenten errores”.
El primer paso para recuperar un documento perdido es determinar quién falló, explica Grenier. “Arreglarlo depende de si fue un error de USCIS o USPS, si la tarjeta nunca fue entregada o fue devuelta a USCIS por el Servicio Postal, si la tarjeta fue entregada pero a otra dirección como un apartamento o vecindario distinto, o si es un error del aplicante”, detalla la asesora. “Podría requerir que presente una nueva solicitud o tal vez no, de cualquier forma es un dolor de cabeza descifrarlo”, concluye.
📨 ¿No notificó su cambio de dirección?
Un posible error, explica Grenier, es que los inmigrantes no avisen a tiempo a USCIS de un cambio de dirección, un proceso que puede hacerse de forma física o en línea con el formulario AR-11. Para las personas con un proceso abierto en una corte migratoria, el trámite puede ser un poco más complejo y requerir de pasos adicionales y la ayuda de un abogado.
USCIS ofrece una guía que explica cómo notificar a las autoridades de un nuevo domicilio y advierte: “Cambiar su dirección con el Servicio Postal no cambiará su dirección con USCIS o la Junta de Apelaciones de Casos de Inmigración (EOIR) si tiene un caso activo o pendiente en el tribunal”.
“Toma un tiempo para que los sistemas se actualicen”, dice Grenier, que recomienda no perder tiempo para realizar los cambios.
Ofrecer una dirección estable es difícil para quienes recién llegan al país y no cuentan con familia, domicilio o viven en situaciones de vulnerabilidad, dice Rachel Kafele, directora de programas de Oasis Legal Services, una organización sin fines de lucro que da asesoría y acompañamiento legal gratuito a migrantes de la comunidad LGBTQ en California y algunas partes de Nevada, Oregon y Washington.
“Nuestros clientes se mudan con frecuencia porque son de bajos recursos y les es difícil tener una vivienda estable, y reportamos la nueva dirección a USCIS, pero es muy lento para actualizar sus registros”, afirma. “Es una burocracia tan grande y quien abre tu aplicación en la sala de correo y quien se encarga de esta solicitud (en USCIS) tiene tanto poder sobre tu caso”, añade.
¿Cómo evitar que extravíen sus documentos?
- Lo primero, dice Grenier, “es asegurarse que su dirección de correo sea la correcta en su aplicación inicial”.
- Si tiene un abogado o una organización acompañándole en el proceso, las expertas sugieren usar la dirección de su representante legal mientras consigue una vivienda fija. O recomiendan “conseguir P.O. Box”, dice Kafele.
- Si tiene dudas sobre cuál es su dirección exacta, puede visitar su oficina postal más cercana y confirmarla. También puede hacerlo en línea con su código postal.
- Para seguir el envío de sus documentos, además puede activar alertas al registrarse en la web uscis.gov.
- Los cambios de dirección deben realizarse en cada entidad en la que tiene abierto un proceso, no solo ante el Servicio Postal.
🗂️ Fallas en el sistema
A clientes de Oasis les han extraviado “green cards, permisos de trabajo, incluso cartas y recibos importantes”, asegura Kafele. La solicitud de registro de residencia permanente o ajuste de estatus no solo es un proceso largo, también caro que supera los 1,000 dólares por aplicante (sin incluir los honorarios de un abogado).
Uno de sus clientes, cuenta, llevaba más de dos años esperando su green card y “cuando revisaron con su número de recibo en el sitio web de USCIS, mostraba que el Servicio Postal reportó haberla entregado”, dice.
Aunque presentaron un reclamo, en el correo les “respondieron que la tarjeta fue dejada en el buzón, pero no hay buzón, era como una ranura en la puerta”. “No sabemos qué pasó, pero nuestro cliente nunca recibió su green card. Nunca fue entregada”, afirma.
“Básicamente pagaron por su green card y USCIS o el Servicio Postal la perdieron”, explica Kafele. USCIS enumera una serie de razones para solicitar el reemplazo del documento, así como los precios del trámite. Según la agencia, cuando “la tarjeta anterior fue expedida pero nunca fue recibida”, el aplicante se ahorra el pago, por eso Kafele envió de nuevo la aplicación de su cliente con una carta explicando lo sucedido.
Casi un año después, les rechazaron la solicitud porque no mandaron el pago. “Esto es tres años después [de presentar la aplicación por primera vez] y en este punto [el aplicante] sigue sin tener su tarjeta y deben empezar de cero el proceso y pagar 540 dólares por el reemplazo”, explica.
Documentos oficiales se pierden y no pasa nada”
Carlos Prato solicitante de asilo
“Es muy frustrante y puede consumir mucho tiempo intentar resolverlo”, agrega Grenier sobre el proceso que se desencadena cuando un documento se extravía.
Vivir en una casa rodante o móvil, que la persona a la que está dirigido el sobre no aparezca en el alquiler de la vivienda, o que no haya quien firme la entrega del paquete son otras de las razones que Kafele ha conocido para que un aplicante no lo reciba.
“Creo que también son muy estrictos”, lamenta, “tenemos clientes que viven en trailers que no han recibido documentos importantes porque no les fueron entregados”. A veces, dice, es porque la dirección “no estaba escrita perfectamente o porque en lugar de espacio decía número de apartamento, o algo así”.
📃 Mejores oportunidades
Jesús, cuyo nombre real omitimos porque así lo solicitó citando motivos de seguridad, es un periodista cubano que hace un año emigró de la isla, cruzó Centroamérica y México, y se entregó en la frontera sur de Estados Unidos.
Solicitó asilo político y, cuando cumplió el tiempo reglamentario, aplicó para su permiso de trabajo. En mayo, llenó el formulario en línea en el sitio de USCIS y una semana después le llegó un recibo y luego la aprobación de su solicitud.
“Desde finales de junio empecé a darle un seguimiento a la tarjeta en el sitio de USCIS y me decía que estaba en camino, que estaba viniendo para acá, para Miami desde Texas”, narra.
Como no tiene un domicilio estable, usó la dirección de su abuela. “El permiso de pronto estuvo muy cerca de casa de mi abuela, según el sitio, y de pronto me apareció una notificación diciéndome que el permiso no había podido ser entregado”, recuerda. Ese día empezó su odisea por averiguar qué salió mal y cómo recuperarlo.
Llamó varios días, varias veces a la línea de asistencia de USCIS sin éxito. “Me tenían una hora ahí con el teléfono en la mano, pero no lograba hablar con una persona”, dice. Cuando al fin pudo comunicarse con alguien, le pidieron contactar a USPS.
En el Servicio Postal le explicaron que agregó más información de la requerida. “Había puesto la dirección, el apartamento, el número del edificio y el piso del edificio”, recuerda. Eso bastó para que su tarjeta no fuese entregada.
[¿Qué debo hacer si aún no llega el permiso de trabajo aunque el ajuste de estatus lleva meses?]
“Te estoy dando más datos de los que tú necesitas. No es que te esté quitando el número del apartamento o te esté quitando el número de la calle”, cuestiona.
Rectificó su dirección y envió otro reclamo a USCIS. Su tarjeta de autorización de empleo finalmente llegó a inicios de septiembre.
Realmente se castiga a las personas que más necesitan el permiso de trabajo”
Rachel Kafele OASIS
Aunque su caso se solucionó, se trata de un proceso complejo para los inmigrantes atrapados entre la burocracia y el vaivén de las instituciones, más si no hablan inglés, o no de forma fluida, cuenta.
“Me defiendo con el inglés, pero no al punto de mantener una conversación sobre ese tipo de cuestiones de forma fluida”, explica, “están hablando de cosas legales”.
Tener su permiso ahora le permitirá aplicar a mejores empleos, más estables, mejor pagados y más cerca de casa, espera.
“No me asegura, pero por lo menos me da una garantía de que puedo encontrar algo mejor que lo que tengo”, dice.
📮“A mí me pasó lo mismo”
Kafele, de Oasis, tiene clientes que han perdido oportunidades de empleo mientras esperan un documento extraviado. “Es increíblemente descorazonador y doloroso porque nuestro cliente ha hecho todo correcto”, explica.
Vanessa Criollo y su esposo, Carlos Prato, no han tenido suerte. Como solicitantes de asilo no incurrieron en el costo del trámite del primer permiso de trabajo, pero conversando con otros inmigrantes supieron que si quieren agilizar el proceso deberán conseguir más de 400 dólares para aplicar nuevamente.
“A mí me pasó lo mismo”, les aseguró alguien en un grupo en redes sociales. “Me acuerdo uno que dijo: ‘A mí me debió llegar en junio el [permiso] de mi hijo’. Otra señora me escribió al privado: ‘También me pasó lo mismo con el de mi hijo y todos me decían que no podían hacer nada, que lo único que tenía que hacer es pagar otra vez el permiso que son 400 dólares’”, dice Criollo.
Reunir el dinero puede ser un desafío para los recién llegados. Más si se trata de varios integrantes de una familia. “La señora fue en enero [que se le perdió el permiso] y ella tuvo que esperar casi cuatro o cinco meses [hasta] que pudo reunir el dinero”, narra.
En estas situaciones, lamenta Kafele, “realmente se castiga a las personas que más necesitan el permiso de trabajo”.
¿Qué puede hacer?
- El primer paso es verificar el estatus de su caso en la web de USCIS. Para ello necesitará su número de caso (usualmente aparece en la parte superior derecha del recibo). Si el formulario fue aprobado y la tarjeta se envió, le darán un número que necesitará para contactar al correo.
- USPS cuenta con su propio servicio de rastreo en línea. Al agregar el código, le dirá si su paquete está en camino, fue entregado o devuelto al remitente.
- Si no se entregó, debe averiguar por qué.
- Si el documento fue dado por perdido, puede presentar aquí un reclamo a USCIS y otro a USPS.
- USCIS detalla qué hacer para solicitar un reemplazo y en qué escenarios deberá pagar. Cuando se considera un error de USCIS o USPS, las agencias asumen el costo.
- Cuando desea reclamar el reemplazo gratuito de su tarjeta, deberá incluir una carta “que cumpla con los requerimientos legales de un affidavit”, asegura Kafele y toda la evidencia posible. Para las green cards, dice, “siempre recomendamos a los clientes aplicar de nuevo, aunque cueste dinero”, debido a los retrasos en los tiempos de procesamiento.
- Algunas personas pueden aplicar a exenciones para el costo del trámite si cumplen con ciertos requisitos como demostrar que son de bajos ingresos, explica. Aquí puede consultar quién califica, según USCIS.
📑 “Nadie se hace responsable”
Para Prato no se trata solo de dinero: es la angustia de que una identificación con los datos y la foto de su hija se pierda: “Me preocupa que utilicen la identificación de mi niña para algo que desprecio”, explica.
Un día, su esposa esperó al cartero para preguntarle qué ocurrió con el documento de su hija. “La persona que me atendió me dijo: ‘Yo vine ese día a cubrir esa ruta y yo me acuerdo que yo no puse ese paquete allí’”, asegura.
“No me parece que nadie se haga responsable”, dice Prato. “Documentos oficiales se pierden y no pasa nada. Si fuera un caso aislado el que nosotros decimos, pero en un grupo donde hay 200 personas salen seis personas y dicen ‘me pasó lo mismo”, lamenta.
El permiso, afirma, le permitiría a su hija tener una identificación oficial en Estados Unidos. “A ella se le está negando el derecho a la identidad, no es solamente el tema del permiso, sino que se haga de verdad una investigación y alguien dé una respuesta”, asevera.
Yunaisy García colaboró en este artículo desde Houston, Texas.
