Con la ayuda de tres abogados, aclaramos las creencias falsas más frecuentes en casos de inmigración

El oficial les dijo: “En tres meses necesito que vengan con sus boletos en mano porque van para Nicaragua”, recuerda Juan* sobre el día que le anunciaron que él y su esposa serían deportados tras casi 20 años en Estados Unidos.

“Es terrible, en esos tres meses no se duerme”, recuerda. Compraron sus boletos, afinaron los detalles de su salida y se despidieron de sus hijos. Era julio de 2018, pero su calvario inició en 2006 cuando, tras solicitar un permiso de trabajo, Juan recibió una orden de deportación. 

En 2003, llegó con su familia a Estados Unidos. No pidió asilo ni solicitó ningún beneficio migratorio, pero un par de años después, guiado por los consejos de conocidos, solicitó una autorización de empleo. La primera vez se la aprobaron. La segunda, no.

“Aplicamos así por así, sólo porque sí”, reconoce.

Un paralegal, que no tiene licencia para ejercer leyes ni brindar asesoría, llenó el formulario y no le advirtió que al enviar su información estaba alertando a las autoridades sobre su estatus. “Migración se da cuenta que no tienes un caso, o algo donde ampararte”, asegura Juan. El permiso de trabajo es un beneficio que se desprende de un proceso principal como un asilo o un ajuste de estatus, por ejemplo. Cuando él lo pidió, no consultó si era elegible, ni bajo qué categoría lo solicitaría. No sabía ni se lo explicaron.

El suyo es un traspié común. Su caso se repite en llamadas y consultas, dijeron a Noticias Telemundo tres abogados especialistas en inmigración, a quienes preguntamos cuáles son las dudas o errores frecuentes entre sus clientes.

Aquí aclaramos otras seis preguntas usuales, según los expertos:

1. ¿Puedo solicitar asilo tras un año de mi entrada a Estados Unidos? No, pero hay excepciones

El Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés) establece que puede solicitar asilo si está físicamente en Estados Unidos, y si envió su solicitud “​dentro del plazo de un año a partir de la fecha de su llegada” y teme regresar a su país al ser perseguido por su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social en particular, opinión política.

Pese a que la norma es estricta con el plazo, existen excepciones, indicó el abogado Mario Lovo. Una de ellas es cuando puede demostrarse un “cambio en las circunstancias que afectan significativamente su elegibilidad a asilo”, es decir, una situación que no existía cuando la persona llegó, aunque se le venciera el plazo de un año.

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“Puede ser que la persecución contra testigos de Jehová no era tan mala dentro de un período de tiempo y resulta que a la fecha se ha vuelto insostenible”, explicó Lovo. Ese cambio, debidamente soportado con evidencia y con la asesoría pertinente, podría permitirle presentar su caso.

En 2018, cuando Juan y su esposa serían deportados a Nicaragua, en su país estalló una crisis sociopolítica en la que más de 300 personas fueron asesinadas por la represión estatal, de acuerdo a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). 

Juan conducía desde 2013 un programa radial cristiano que se emitía en Estados Unidos y se retransmitía en emisoras nicaragüenses, con la crisis, su espacio se volcó a la denuncia. Además, ayudó a periodistas exiliados prestándoles equipos y un espacio físico para seguir informando. Eso bastó para recibir amenazas de muerte de seguidores del régimen sandinista que continúan incluso con asedio a sus familiares en su país. 

Con las nuevas pruebas Juan, quien permanece en Estados Unidos bajo una Orden de Supervisión (OSUP), pidió que se reconsidere su caso y aguarda una respuesta. “Con ese tipo de evidencia uno puede decir: mire juez, mire oficial de asilo mis circunstancias han cambiado”, aseguró Lovo. Lo ideal es solicitarlo en un “tiempo razonable”, que debe ser pronto una vez que la situación cambió.

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La otra excepción se refiere a eventos o factores directamente relacionados con no haber cumplido con la regla del plazo.

“El año puede ser excusado si las circunstancias no fueron intencionalmente creadas por la persona o si la persona fue víctima de una mala práctica legal”, o si sufre una discapacidad física o mental que le haya impedido aplicar, detalló. Esto se llama “circunstancias extraordinarias”. 

En cuanto a solicitar asilo basado sólo en su nacionalidad si proviene de países con Gobiernos autoritarios como Venezuela, Nicaragua o Cuba, por ejemplo, el abogado precisó que debe tener un testimonio creíble y verificable de la persecución sufrida y estar seguro que pertenece a los grupos enumerados por USCIS. Pedirlo por pedirlo es “una invitación a una deportación”, dice.

2. ¿Es cierto que se aprobó una nueva ley que concede la residencia? No

Esta es una pregunta que los abogados Tahimí Rengifo y Eduardo Vega escuchan todo el tiempo. En redes sociales se multiplican las falsas promesas a los migrantes para ajustar su estatus.

“Yo entiendo la equivocación”, reconoce Vega. Sus clientes le llaman por anuncios que vieron en redes como TikTok e Instagram o publicaciones en páginas que se venden como especialistas en inmigración. “Hay muchas personas, tristemente, tratando de tomar ventaja de la desesperación de otras”.

Si una información le resulta interesante primero consulte con un abogado o en el website de USCIS, sugiere.

También pasa que las personas leen o escuchan noticias “y creen que el hecho de que algo se esté discutiendo a nivel legislativo significa que ya es ley”, explica Rengifo, pero primero debe superar todas las trabas políticas y ser adoptado por las entidades pertinentes como USCIS o la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración (EOIR, por sus siglas en inglés).

Según la abogada, la confusión también se da cuando alguien piensa que califica a un beneficio por cumplir con uno y no todos los requisitos necesarios.

Por ejemplo, con la Cancelación de Remoción –conocida popularmente como la Ley de los 10 años– una década de continua residencia física en Estados Unidos “es solo es uno de los requisitos que requiere esa ley para hacerte residente”.

A uno de sus clientes, cuenta Rengifo, le prometieron que calificaba por cumplir esa condición “pero le faltaba lo más importante que es el extreme hardship (sufrimiento extremo) a un familiar residente o ciudadano”.

3. ¿Puedo solicitar la residencia si fui víctima o testigo de un crimen violento? Depende

El estatus No Inmigrante U (conocido visa U) es una opción “para las víctimas de ciertos crímenes, que han sufrido abuso físico o mental”, según USCIS.

No aplica a todos los crímenes. “No es ser víctima de un robo menor”, aclara el abogado Lovo, pero “si le roban el celular y lo mal matan a palos, entonces ya hay varios crímenes”.

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El portal de USCIS detalla la lista de “las actividades criminales elegibles”, entre ellas extorsión, secuestro, agresión con arma y trabajo forzado. Para que alguien califique debe colaborar con las autoridades en la investigación del delito.

“Es una visa muy fuerte y es una visa emocionalmente peligrosa”, advierte Lovo. Las personas se encuentran en una situación vulnerable ante los abogados quienes deben “tener la sutileza o la sensibilidad de poder extraer la información” necesaria para la aplicación sin revictimizarlas.

Uno de los requisitos esenciales de la visa U es el reporte policial que narra lo sucedido y le nombra como víctima. Ese documento también contiene el número de caso y el nombre del oficial que escribió el reporte. 

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“No hay que tener miedo”, dice Lovo. El estatus migratorio o la ausencia de uno no debería impedirle aplicar ni denunciar. “Parte de su responsabilidad como víctima del crimen es participar en todas las actividades que llevan a la conclusión o esclarecimiento”.

Si usted no fue víctima directa del crimen pero lo presenció, también puede ser amparado. El abogado cita como ejemplo los casos de familiares de víctimas de tiroteos en escuelas como los ocurridos en Parkland, Florida, o en Uvalde, Texas.

“Muchos de ellos fueron al colegio y se quedaron en el cordón policial, por lo tanto son testigos y están dentro de la órbita de la visa U”, explica. 

Si alguien cumple con los requisitos pero no aplicó inmediatamente, el abogado sugiere buscar asesoría para analizar si el tiempo transcurrido es “razonable” o si puede ampararse en una excepción.

4. ¿Puedo pagar para acelerar mi proceso ante migración? Solo en ciertos casos

USCIS ofrece un Servicio de Procesamiento Prioritario, que aplica sólo a ciertas categorías y no incluye las peticiones familiares, que es uno de los procesos que más preocupa a los migrantes.

La confusión y desesperación alrededor de esta pregunta permite muchas estafas, asegura el abogado Vega: “Un señor nos llamó porque pagó 2,000 dólares para que le agilicen el proceso consular, que es cuando uno va a su país, y yo le dije que no, que eso no se puede hacer”.

Según él, usualmente las personas están pagando honorarios de los abogados y no las tarifas de USCIS como les hacen creer. “Que no le digan que es para inmigración porque no es cierto”.

“Las estafas ocurren todo el tiempo por personas que prometen ese procesamiento rápido e incluso hacer aplicaciones frívolas, que no tienen base”, advierte la abogada Rengifo.

Las categorías disponibles están enumeradas en el sitio oficial de USCIS y son enfocadas, en su mayoría, para empleo o inversión.

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También existe la Petición para Procesamiento Expedito de una Solicitud, que durante la emergencia del COVID-19 permitía a trabajadores de la salud agilizar sus permisos de trabajo pendientes, pero al igual que la otra opción debe consultar primero si califica.

5. ¿Puedo darle seguimiento a mi proceso? Sí, es posible

Existen herramientas que las personas pueden usar para verificar el estatus de su caso. Por ejemplo, si es beneficiario de una petición familiar o tiene un permiso de trabajo pendiente y ya le llegó su recibo, puede chequear el estatus de su caso aquí. Todos los datos requeridos aparecen en la parte superior de la notificación que la agencia le envía.

Además puede comprobar, en promedio, cuánto tiempo están tomando los centros en resolver los procesos aquí.

La Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración, que maneja las causas ante la Corte, tiene un portal donde puede encontrar sus audiencias, por el volumen de casos y las cancelaciones de citas, las fechas cambian constantemente así que debe consultarse con regularidad.

Para usarlo necesita su número de inmigrante, que se asigna a una persona que no es ciudadana estadounidense y en documentos oficiales aparece como alien number o USCIS number y consta de siete, ocho o nueve dígitos. Si ya tiene una cita ante un juez busque la asesoría de un experto.

6. ¿Puedo moverme de un estado a otro con un proceso pendiente? Depende

Esta es una pregunta recurrente según los abogados, pero su respuesta depende del tipo de proceso, de la categoría, de la entidad en la que se encuentra el caso. 

“Lamentablemente inmigración tiene demasiadas ramificaciones y muchas cosas que afectan la elegibilidad de la persona”, asegura la abogada Rengifo. 

Cualquier cambio de dirección física o de correo debe notificarse a USCIS o a la Corte de Inmigración para evitar que no se extravíen citas o comunicaciones importantes. Cambiar su dirección con el Servicio Postal de Estados Unidos (USPS) no lo hará con USCIS, advierte la agencia. Para algunos procesos puede hacerlo en línea.

Muchos migrantes también consultan si pueden salir de Estados Unidos. La mayoría quiere viajar a su país y esto, en ciertos procesos como el asilo, afectaría irreversiblemente su caso por ello los abogados consideran que lo prudente es analizar individualmente cada escenario.

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“La supervisión de un abogado en procesos, sobre todo tan complicados como el asilo, que tiene tantas ramificaciones, cancelaciones y cosas así, siempre es recomendado”, asegura Rengifo. 

Los expertos advierten que es usual que los clientes paguen a paralegales para llenar sus formularios, como lo hizo Juan, pero los procesos se complican cuando las autoridades requieren evidencia adicional o hay errores o discrepancias en las aplicaciones.  

Decirle a una persona si no califica para un proceso también es lo correcto, opina Lovo. “Es un error aplicar por aplicar, los abogados tienen que ser un poquito más éticos al seleccionar los casos”.

*La identidad y el nombre real de Juan no se incluyen en este artículo para resguardar su privacidad.

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