El índice de personas que han perdido su empleo semanalmente y que han solicitado las ayudas estatales sigue estando por sobre el millón, mientras que los demócratas y el Gobierno alistan el reinicio de las conversaciones para un nuevo paquete de ayuda, luego de varias semanas sin llegar a acuerdo.
Según los datos aportados este jueves por el Departamento del Trabajo, 1,006,000 personas llenaron los formularios para pedir ayudas por haber perdido su empleo durante la semana que terminó el 22 de agosto. La cifra es levemente menor a la de la semana anterior, que fue revisada a la baja y quedó en 1,104,000.
Más de 14.5 millones de estadounidenses están recibiendo los beneficios tradicionales por desempleo, lo que representa más de 1.7 millones que hace un año atrás. Una señal de que muchas familias estadounidenses dependen de los cheques de ayuda para mantenerse a flote.
Luego de semanas de reuniones sin alcanzar un acuerdo para un nuevo paquete de ayudas económicas, se espera que este jueves los demócratas y la Casa Blanca retomen las conversaciones.
La líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se reunirá con el jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, para reiniciar los intentos por alcanzar un acuerdo que permita entregar nuevas ayudas a los millones de afectados por el coronavirus.
El fracaso de las reuniones previas fue resuelto por el presidente, Donald Trump, con cuatro órdenes ejecutivas que establecen algunas medidas de alivio económico como la extensión hasta finales de año de los beneficios adicionales de desempleo a millones de estadounidenses, aunque la cantidad del pago semanal firmada por el presidente es de 300 dólares y no de 600.
Los republicanos, en tanto, están trabajando en un paquete de medidas menor que esperan pasar al Congreso esta misma semana, según varias fuentes consultadas por CNBC.
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Este plan considera una propuesta de aproximadamente 500,000 millones que aborda solo áreas de apoyo bipartidista: seguro de desempleo ampliado, una nueva ronda de préstamos para pequeñas empresas, dinero para escuelas, y pruebas, tratamiento y vacunas de COVID-19.
El plan sin embargo, deja fuera la opción de un nuevo cheque de 1,200 dólares que vaya en ayuda directa de las familias estadounidenses.
Además, la propuesta eleva a 400 dólares los beneficios semanales para quienes han perdido sus empleos. Los demócratas quieren que esa cifra sea la misma que la entregada en el primer paquete de ayuda y que expiró en julio, es decir 600 dólares semanales.