Los precios de los bienes y servicios en Estados Unidos subieron una décima en mayo respecto al mes anterior, pero la tasa interanual cayó nueve décimas hasta el 4%, según el dato publicado el martes por el Buró de Estadísticas Laborales. Es el nivel más bajo desde marzo de 2021, y menos de la mitad del máximo que marcó la inflación en junio de 2022, pero sigue muy por encima de lo que fija como deseable la Reserva Federal, que debe decidir esta semana si continúa subiendo las tasas de interés o hace una pausa tras una escalada sin precedentes para enfriar la economía del país.
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Lo que más contribuyó a la inflación en el último mes, indica el reporte, es el aumento en los precios de la vivienda, seguido por autos y camiones usados. Los alimentos se encarecieron dos décimas en mayo respecto a abril, tras dos meses sin cambios, alcanzando una tasa interanual de inflación del 6.7%.
El índice de la energía, por lo contrario, cayó al 3.6%, en parte por el abaratamiento de la gasolina tras los fuertes aumentos que sucedieron a la invasión rusa a Ucrania en primavera de 2022.
Con este nuevo enfriamiento de la inflación, los mercados ahora pronostican que es casi un 100% probable que la Reserva Federal no aumente las tasas de interés en su reunión de este miércoles. “La tendencia alentadora en los precios al consumidor le dará cierto margen para mantener las tasas sin cambios este mes y, si la tendencia continúa, es probable que no las suba durante el resto del año”, dijo Jeffrey Roach, economista jefe de LPL Financial, a CNBC.
Pede a las cifras positivas, las familias aún sienten el impacto en el bolsillo con los aumentos en los alimentos. En particular, siguen subiendo los precios en línea, un 8.2 % en el último año, con cada vez más hogares que eligen esta opción desde la pandemia, según datos del Adobe Digital Price Index, un análisis que no está relacionado con los datos de inflación del Departamento de Trabajo.
Los precios de los alimentos están afectados por las mismas fuerzas que otros sectores, incluidos los costos salariales más altos, dijo Jayson Lusk, director del Departamento de Economía Agrícola de la Universidad de Purdue en una entrevista con NBC News. “El costo de la agricultura no es significativo en comparación con otros costos de la producción de alimentos; se trata principalmente de mano de obra, transporte y bienes raíces”, dijo Lusk, “entonces, si estás buscando causas, probablemente esté en esos sectores”.
Los precios de los alojamientos han subido un 8% en el último año, según el reporte del Gobierno federal, y los servicios de transporte un 10.2 %, aunque las tarifas de las aerolíneas han bajado un 13.4 % tras repuntar en los primeros días de la recuperación económica.
¿Habrá otra subida de las tasas de interés?
La inflación ha recorrido un largo camino desde que empezó a repuntar en la primavera de 2021. Múltiples factores relacionados con la pandemia situaron la inflación en su nivel más alto desde principios de la década de 1980, como la obstrucción de las cadenas de suministro y la demanda desmesurada de bienes y servicios así como los estímulos monetarios otorgados por billones de dólares.
Tras un año insistiendo en que la inflación no duraría, la Reserva Federal inició en marzo de 2022 una serie de 10 subidas de las tasaa de interés. Desde entonces, la inflación ha ido cayendo gradualmente, pero sigue lejos del objetivo del 2% de la Reserva.
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El miércoles anunciará su última política de tasas de interés y se espera que mantenga la tasa de fondos federales alrededor del 5%.
Al encarecer los préstamos y las inversiones, la Fed espera reducir la demanda de bienes y servicios en la economía. Aunque es consciente del impacto de los aumentos en el consumidor, la Reserva Federal tiende a no tener en cuenta los cambios en los precios de los alimentos y la gasolina, que suelen ser volátiles.

En cambio, ahora se centra en los valores de los servicios como el costo de los viajes, que incluye los gastos de pasaje aéreo y hotel. Esos continúan aumentando, lo que probablemente mantendrá la inflación elevada.
En un reciente discurso, el gobernador de la Reserva Federal, Philip Jefferson, respaldó la idea de una pausa, afirmando que daría tiempo a los funcionarios para evaluar los datos entrantes, los efectos del rápido endurecimiento monetario de la Reserva en los últimos 15 meses y las consecuencias de las tensiones bancarias.
Jefferson, que fue promovido por la Administración de Joe Biden para ser el próximo vicepresidente de la Fed, subrayó que un freno en junio “no debe interpretarse como si se hubiera alcanzado la tasa máxima para este ciclo”.