El huracán Laura alcanzó este miércoles fuerza de categoría 4, con peligrosos vientos de hasta 140 millas por hora, que pueden causar devastación en Texas y Louisiana, estados que están en alerta antes de que toque tierra en algún punto de sus costas a última hora de este miércoles o la madrugada del jueves. Se prevén olas sin precedentes de hasta 20 pies de altura.
El aviso más reciente del Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) alerta de marejada, vientos extremos e inundaciones en la costa noroeste del Golfo de México a partir de esta noche. También advierte que "solo quedan pocas horas para proteger la vida y la propiedad".
Pronostica además “una marejada ciclónica imposible de sobrevivir” con “grandes y destructivas olas” que causarán “un daño catastrófico” desde el parque estatal Sea Rim, en Texas, hasta Intracoastal City, Louisiana.
Ante la peligrosidad del potente ciclón, más de medio millón de personas en la costa del Golfo de México recibieron órdenes de evacuación, luego de que la tormenta Laura se convirtiera en un huracán este martes.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, describió al huracán Laura como una "tormenta insuperable" y urgió a la población de la costa a evacuar cuanto antes porque solo disponen de pocas horas para abandonar sus hogares.
“Para las áreas en el sureste de Texas, que estarán más cerca del punto donde el huracán puede llegar, esas personas todavía tienen solo unas cinco horas para evacuar. Ha habido informes de los jueces locales del condado, así como de otros funcionarios... sobre la cantidad de personas que aún no han sido evacuadas ", alertó Abbott.
El suroeste de Louisiana podría experimentar una marejada ciclónica catastrófica que podría superar los 20 pies en algunos lugares, informó el gobernador John Bel Edwards este miércoles e instó a la población a evacuar las zonas costeras cuanto antes para evitar desplazamientos que puedan poner su vida en peligro.
“Esta marejada ciclónica va a ser terrible”, dijo Edwards, quien destacó que el estado no sufría este tipo de mareas desde hace décadas. El nivel del mar ya ha comenzado a subir horas antes de que Laura toque tierra en la región.
También advirtió de los tornados que arrastra el potente ciclón.
El centro pronosticó que Laura se acercará hacia el norte de Texas y las costas del suroeste de Louisiana la noche de este miércoles y se moverá hacia el interior del país esta noche o el jueves por la mañana donde se pronostican intensas lluvias que pueden provocar inundaciones catastróficas. Una vez que toque tierra, el NHC prevé que Laura se debilite.
El potente huracán se encuentra a 200 millas al sureste de Port Arthur, Texas, y el sur sureste de Lake Charles, Louisiana. Su velocidad de traslación es de 16 millas por hora.
Más de 385,000 residentes de las ciudades texanas de Beaumont, Galveston y Port Arthur recibieron las órdenes de evacuación. Otras 200,000 personas de Calcasieu Parish, en el sureste de Louisiana, también deberán abandonar sus hogares, ya que en esa zona el nivel del mar podría subir hasta 13 pies o cuatro metros, inundando comunidades enteras.
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“Las aguas son lo suficientemente cálidas en toda este zona como para que se forme un huracán de fuerza mayor, categoría 3 o incluso superior”, dijo el subdirector del Centro Nacional de Huracanes, Ed Rappaport.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, dijo que Laura se perfila para parecerse mucho al huracán Rita, que devastó el suroeste de Luisiana hace 15 años.
"Vamos a tener inundaciones importantes en lugares que normalmente no las experimentan", señaló.
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Las marejadas ciclónicas elevarán el nivel del mar a lo largo de más de 450 millas (724 kilómetros) de costa, desde el sistema de protección contra inundaciones de Port Arthur, Texas, hasta la desembocadura del río Mississippi en incluso pueden anegar zonas de Arkansas. Se emitió una alerta de huracán desde San Luis Pass, Texas, hasta Intracoastal City, Louisiana.
Pero podría haber todavía más evacuaciones si la trayectoria de la tormenta se desvía hacia el este o el oeste, dijo Craig Fugate, exjefe de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
Temiendo que no todos evacúen a tiempo, Edwards pidió a aquellos que no hayan completado el desalojo para antes del mediodía del miércoles que se queden en su sitio, a esperar que pase la tormenta, pues trasladarse después de que comiencen a sentirse los efecto del meteoro supondría un riesgo mayor.
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Funcionarios instaron a las personas a que se quedaran con familiares o en habitaciones de hotel para evitar la propagación del COVID-19. Los autobuses que dispusieron las autoridades de Texas para llevar a cabo las evacuaciones estaban equipados con desinfectante, mascarillas y llevarían menos pasajeros para mantener a las personas separadas.
Whitney Frazier, residente de Beaumont de 29 años, pasó la mañana del martes tratando de conseguir transporte a una escuela secundaria donde podría abordar un autobús para evacuar el área.
"Especialmente con todo lo relacionado al COVID, que ya está sucediendo, tener además una evacuación obligatoria, es algo muy estresante", dijo Frazier.
Con información de The Associated Press.