Por The Associated Press vía NBC News
Después de que Mary Brooks fuera encontrada muerta en el suelo de su apartamento en el área de Dallas, Texas, con las bolsas de la compra todavía en la encimera, las autoridades decidieron que la mujer de 87 años había muerto por causas naturales.
Incluso después de que su familia descubriera que faltaban joyas -entre ellas un collar de coral que le encantaba y anillos de diamantes-, hizo falta que otra mujer fuera atacada semanas después para que la policía reconsiderara su decisión.
Las pruebas apuntan a que el autor fue Billy Chemirmir, de 49 años, quien este lunes se sienta en el banquillo de los acusados en el arranque del juicio por el asesinato de Brooks, una de las 22 mujeres mayores que se le acusa de matar.
Los cargos contra Chemirmir aumentaron tras ser detenido en 2018, ya que la policía de toda el área de Dallas reexaminó las muertes de personas mayores que se habían considerado naturales, aunque las familias dieron la voz de alarma por la falta de joyas. Este verano se sumaron cuatro acusaciones más.
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Chemirmir, que mantiene su inocencia, fue declarado culpable en abril de asesinato capital en la muerte por asfixia de Lu Thi Harris, de 81 años, y condenado a cadena perpetua sin libertad condicional. Recibirá la misma pena si es condenado por la muerte de Brooks. Su primer juicio por la muerte de Harris finalmente terminó en un juicio nulo el pasado mes de noviembre.
Loren Adair Smith, cuya madre de 91 años se encuentra entre las personas acusadas de matar a Chemirmir, será una de las muchas familiares de las víctimas que asistirán al juicio, lo que, según ella, supone "una enorme sensación de sentimientos encontrados".
"Al mismo tiempo que tenemos esa sensación de temor, estamos realmente contentos de volver y cerrar este capítulo", señaló Smith.
Chemirmir fue arrestado después de Mary Annis Bartel sobreviviera a un asalto ocurrido en marzo de 2018. La mujer, que tenía 91 años en ese momento, contó a la policía que un hombre había entrado por la fuerza en su apartamento en una residencia para personas mayores, intentó asfixiarla con una almohada y se llevó sus joyas.
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Antes de morir en 2020, Bartel describió el ataque en una entrevista grabada que se reprodujo en los juicios anteriores a los que se ha enfrentado de Chemirmir. Dijo que en el momento en que abrió su puerta y vio a un hombre con guantes de goma verdes, supo que estaba en “grave peligro”.
La policía dijo que encontró a Chemirmir al día siguiente en el aparcamiento de su complejo de apartamentos. Llevaba joyas y dinero en efectivo, y acababa de tirar un gran joyero rojo. Los documentos de la caja les condujeron a la casa de Harris, que fue encontrada muerta en su dormitorio, con el lápiz de labios manchado en la almohada.
En el juicio, los fiscales presentaron pruebas de que Harris y Chemirmir se hallaban al mismo tiempo realizando unas compras en un Walmart horas antes de que la mujer fuera encontrada muerta.
En una entrevista en video con la policía, Chemirmir dijo a un detective que ganaba dinero comprando y vendiendo joyas, y que también había trabajado como cuidador y guardia de seguridad.
La mayoría de sus presuntas víctimas vivían en apartamentos situados en residencias para gente mayor. Entre las mujeres a las que se acusa de haber matado en domicilios particulares se encuentra la viuda de un hombre al que había atendido mientras trabajaba como cuidador a domicilio.
El nieto de Brooks, David Cuddihee, testificó que encontró su cuerpo el 31 de enero de 2018. Dijo que ella a veces había usado un bastón, pero todavía estaba sana y activa.
“Ella iba andando a la iglesia, iba andando al dentista por la calle”, dijo Cuddihee.
El fiscal de distrito del condado de Dallas, el demócrata John Creuzot, decidió pedir cadena perpetua en lugar de la pena de muerte cuando juzgó a Chemirmir en dos de sus 13 casos de asesinato capital en el condado. Su oponente republicano ha criticado esa decisión mientras busca la reelección en el estado con más pena de muerte del país.
En una entrevista con The Dallas Morning News, Creuzot dijo que no está en contra de la pena de muerte, pero que entre las cosas que tiene en cuenta a la hora de decidir si la aplica son el tiempo que tarda alguien en ser ejecutado, los costes de las apelaciones y si la persona seguiría siendo un peligro para la sociedad tras las rejas. Chemirmir, añadió, “va a morir en la cárcel”.
Los fiscales del vecino condado de Collin no han dicho si juzgarán alguno de sus nueve casos de asesinato capital que tiene pendientes Chemirmir.