IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Los CDC urgen a las embarazadas a vacunarse contra el COVID-19 ante el aumento de casos graves por la variante delta

Las vacunas no inciden en el riesgo de aborto, pero el coronavirus sí puede acabar con la vida de la madre: "Esto es, con mucho, lo peor que hemos visto en la pandemia", dice una doctora, "es descorazonador y agotador. Y no tiene por qué ser así".
/ Source: The Associated Press

Por Lindsey Tanner y Mike Stobbe- The Associated Press

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) instaron este miércoles a las embarazadas a vacunarse contra el COVID-19, ya que en los hospitales saturados de todo el país se observa un número preocupante de personas no vacunadas gravemente enfermas por el coronavirus.

Las embarazadas corren un mayor riesgo de padecer enfermedades graves y complicaciones en el embarazo a causa del coronavirus, incluyendo abortos y mortinatos. Pero sus tasas de vacunación son bajas, ya que solo un 23% ha recibido al menos una dosis, según los datos de los CDC.

"Las vacunas son seguras y eficaces, y nunca ha sido más urgente aumentar la vacunación, ya que nos enfrentamos a la variante delta, altamente transmisible, y vemos resultados graves de COVID-19 entre las personas embarazadas no vacunadas", dijo en un comunicado la doctora Rochelle Walensky, directora de los CDC.

[Siga nuestra cobertura de la pandemia del coronavirus]

La actualización de las orientaciones se produce después de que un análisis de los CDC de los nuevos datos de seguridad de 2,500 mujeres mostrara que no hay un mayor riesgo de aborto espontáneo para aquellas que recibieron al menos una dosis de la vacuna de Pfizer o Moderna antes de las 20 semanas de embarazo. El análisis encontró una tasa de abortos espontáneos de alrededor del 13%, dentro del rango normal.

El consejo de los CDC se hace eco de las recientes recomendaciones de los principales grupos de obstetras. Anteriormente, la agencia había animado a las mujeres embarazadas a considerar la vacunación, pero no llegó a hacer una recomendación completa. El nuevo consejo se aplica también a las madres lactantes y a las mujeres que planean quedarse embarazadas.

Aunque las mujeres embarazadas no se incluyeron en los estudios que condujeron a la autorización de las vacunas contra la COVID-19, los expertos afirman que la experiencia en el mundo real de decenas de miles de mujeres demuestra que las vacunas son seguras para ellas y que cuando se administran durante el embarazo pueden ofrecer cierta protección a los recién nacidos.

[Recomiendan que las embarazadas se vacunen contra el COVID-19 pero advierten que la evidencia es limitada]

La nueva orientación se produce en medio de un aumento de los casos, hospitalizaciones y muertes por COVID-19 en Estados Unidos, impulsado por la altamente contagiosa variante delta.

Algunas autoridades sanitarias creen que la variante puede causar una enfermedad más grave, tanto en mujeres embarazadas como en otras personas más susceptibles, que las versiones anteriores del virus, aunque esto todavía sigue siendo investigado.

Las cifras nacionales muestran que el último aumento de casos entre las mujeres embarazadas es menor que durante el pico de invierno. Sin embargo, en algunos hospitales de estados con bajas tasas de vacunación, el número de futuras madres enfermas supera al de anteriores repuntes, antes de que las vacunas estuvieran disponibles.

"Esto es, con mucho, lo peor que hemos visto en la pandemia", dijo la doctora Jane Martin, obstetra del Centro Médico Bautista Ochsner de Nueva Orleans. Y añadió: "Es descorazonador y agotador. Y no tiene por qué ser así".

Al principio de la pandemia y con cada oleada, Ochsner tenía algunas pacientes embarazadas muy enfermas por el virus, aunque el número había disminuido en los últimos meses.

"Hace una o dos semanas ese ritmo cambió drásticamente", aseguró Martin. "Hemos tenido múltiples pacientes embarazadas en estado crítico que ingresan", agregó,  la mayoría de las cuales requieren cuidados intensivos.

Martin dijo que ha atendido al menos a 30 pacientes embarazadas hospitalizadas con COVID-19 en las últimas dos semanas. La mayoría no estaban vacunadas.

[Los CDC recomiendan a las mujeres embarazadas vacunarse contra el COVID-19]

Los expertos afirman que el levantamiento de las normas sobre el uso de mascarillas y otras precauciones de distanciamiento social y el aumento de la variante delta han contribuido a la preocupante tendencia. Pero además, las vacunas no se pusieron a disposición de las mujeres en edad fértil y de las menores de 65 años hasta la primavera.

Al principio de su embarazo, la maestra de jardín de infancia de Tennessee, Sara Brown, decidió que esperaría hasta el nacimiento del bebé para vacunarse. Todavía no había muchos datos sobre la seguridad de la vacunación durante el embarazo y, a sus 36 años, era joven, estaba sana. "Pensaba que si me contagiaba, probablemente sólo sería un mal resfriado", pensó.

Pero lo que parecía una infección de los senos nasales en junio se convirtió en una grave COVID-19, que la llevó a la unidad de cuidados intensivos de Nashville durante cinco días, con oxígeno y luchando por respirar.

Su hija Suzie nació sana el 2 de agosto. Pero fue una experiencia angustiosa.

"No poder recuperar la respiración es una sensación de pánico, sabiendo que tenía una vida dentro de mí que podía estar sufriendo también", relató.

En el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt, donde Brown fue tratada, no había pacientes embarazadas infectadas a principios de julio. Ahora el hospital admite entre cuatro y cinco por semana, todas sin vacunar, dijo la doctora Jennifer Thompson, obstetra.

Alrededor del 20% de esas pacientes están siendo tratadas en la unidad de cuidados intensivos, en comparación con el 11% durante las oleadas anteriores.

[Conozca aquí dónde, cuándo y cómo vacunarse allí donde vive]

En el caso de algunas pacientes embarazadas gravemente enfermas de COVID-19, los órganos empiezan a fallar y los médicos inducen el parto antes de tiempo o hacen nacer a los bebés por cesárea como último recurso, afirmó la doctor Jeannie Kelly, obstetra del Centro Médico de la Universidad de Washington en Saint Louis.

Alrededor del 20% de todas las pacientes admitidas para el parto la semana pasada en el hospital de St. Louis están infectadas, más del doble de la tasa durante la oleada de COVID-19 en Missouri el año pasado, advirtió. Alrededor de un tercio de estas mujeres están en estado crítico.

Cerca de 105,000 embarazadas de EE.UU. se han infectado con COVID-19, y casi 18,000 han sido hospitalizadas, según los CDC. Aproximadamente una cuarta parte de ellas recibieron cuidados intensivos y 124 murieron.

Los cambios en las funciones corporales relacionados con el embarazo pueden explicar por qué el virus puede ser peligroso para las futuras madres. Entre ellos se encuentran la reducción de la capacidad pulmonar y los ajustes en el sistema inmunitario que lucha contra la enfermedad y protege y ayuda al crecimiento del feto.

[Batalla política y judicial en Florida y Texas para que los niños puedan usar mascarilla pese a las prohibiciones de los gobernadores]

Los riesgos son desproporcionadamente altos para las mujeres negras e hispanas, que tienen más probabilidades de enfrentarse a desigualdades sanitarias y económicas que aumentan sus posibilidades de enfermar.

Algunos estudios sugieren que el virus también puede aumentar los riesgos de parto prematuro y de muerte fetal, y en raros casos, parece haber pasado de la madre al feto.

Martin, la obstetra de Nueva Orleans, señaló que los hospitales locales también están tratando a un número cada vez mayor de niños y bebés enfermos de COVID-19, algunos de los cuales pueden haber sido infectados después del nacimiento por madres no vacunadas.

Martin estaba embarazada cuando se vacunó el invierno pasado. Dio a luz a una niña sana una semana después de la última vacuna.

"Vacunar a la gente es la única salida", sentenció.