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Esta pareja iba a celebrar su 67 aniversario de bodas, pero el coronavirus les quitó la vida con minutos de diferencia

Bill y Esther Ilnisky ejercieron juntos como misioneros y pastores cristianos durante casi toda su vida. Vivieron en Jamaica, donde se enamoraron, y en el Líbano. Los últimos 40 años los pasaron en Florida, pero la pandemia pudo con ellos. "Es un sentimiento muy reconfortante saber que se fueron juntos", afirma su hija.
Bill y Esther Ilnisky
Bill y Esther Ilnisky, una pareja de casados que falleció con minutos de diferencia debido al coronavirus, el 1 de marzo de 2021 en Florida.Sarah Milewski via AP

Por Terry Spencer – AP

Bill y Esther Ilnisky pasaron casi siete décadas juntos como pastores y misioneros cristianos. Cuarenta de esos años los pasaron en Florida. Los dos se complementaban y eran inseparables. Hasta que llegó la pandemia de COVID-19. A mediados de marzo hubieran celebrado su 67 aniversario de bodas. Pero ambos murieron con una diferencia de minutos en un hospicio del condado de Palm Beach.

Bill era un ratón de biblioteca y ella extrovertida y carismática. El uno sin el otro parecía impensable, según su única hija, Sarah Milewski, que cree que la muerte de sus padres, con 88 años él y 92 ella, ha sido una bendición oculta.

"Es tan precioso, tan maravilloso, un sentimiento tan reconfortante saber que se fueron juntos. Los extraño", afirmó Milewski a la agencia AP.

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Bill Ilnisky creció en Detroit, Michigan, y con los 16 años decidió dedicar su vida a Dios y se dirigió al Central Bible College, una escuela de las Asambleas de Dios en Springfield, Missouri. Predicó en iglesias cercanas y necesitaba un pianista. Los amigos sugirieron a Esther Shabaz, una compañera de estudios de Gary, Indiana. Rápidamente se enamoraron.

“Cuando mi papá le propuso matrimonio, le dijo: 'Esther, no puedo prometerte riqueza, pero puedo prometerte muchas aventuras”, dijo Milewski. "Era muy aventurero", corroboró.

Después de la graduación y su boda, Bill Ilnisky abrió iglesias en el Medio Oeste. A finales de la década de 1950, los Ilnisky llevaron a los feligreses a Jamaica para una misión, se enamoraron de la isla y se quedaron para dirigir una iglesia en Montego Bay durante una década.

Fue durante ese tiempo que adoptaron a Milewski, que entonces tenía dos años, de un hogar de acogida en Miami, Florida. En 1969, la familia se mudó de Jamaica al Líbano, donde Bill Ilnisky evangelizó y enseñó a estudiantes universitarios. Su esposa abrió un centro comunitario y tenía una banda de rock cristiana.

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“En ese momento, Líbano era un país increíble, hermoso”, recordó Milewski.

Pero en 1975, estalló una guerra civil entre facciones cristianas y musulmanas, y Beirut, la capital de la nación, se convirtió en un campo de batalla. Las bombas explotaron dos veces junto a su apartamento: la primera derribó a Milewski de la cama y la segunda tiró a su padre al suelo.

“Mi mamá pensó que estaba muerto”, explicó Milewski. "Nos fuimos y nos escondimos en el baño toda la noche, llorando y rezando". A la mañana siguiente, los agujeros de bala perforaron las paredes de los apartamentos en todos los pisos excepto en el de ellos. “Lo atribuimos a la oración”, apuntó.

Huyeron en 1976 una vez que los marines estadounidenses evacuaron a los ciudadanos americanos y tomaron el último avión que salió.

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Poco después de su regreso a Estados Unidos, Bill Ilnisky se convirtió en pastor en Calvary Temple en West Palm Beach, más tarde rebautizado como Lighthouse Christian Center International. Su esposa fundó Esther Network International, cuyo objetivo era enseñar a los niños a orar.

Tom Belt, un misionero jubilado en la ciudad de Oklahoma, era un adolescente en Calvary Temple cuando llegó la pareja. Las historias de Bill Ilnisky sobre el trabajo misionero despertaron su deseo de viajar. Los Ilnisky "eran muy complacientes, creían en los demás y muy indulgentes", contó.

Bill Ilnisky se retiró hace tres años y aunque estaba físicamente sano para ser un octogenario, tenía algo de demencia. Su esposa todavía dirigía su red de oración que impulsó a través de la aplicación del  programa de videollamadas y reuniones virtuales Zoom.

Cuando la pandemia de coronavirus azotó el país, la pareja tomó precauciones. Su madre se quedaba en casa y pedía la compra a domicilio. Pero Bill Ilnisky salía de vez en cuando.

"No podía soportarlo. Necesitaba estar rodeado de gente", explicó su hija.

Sarah Milewski y su esposo visitaron a sus padres el día de San Valentín, en el cumpleaños de su madre. Unos días después, su madre se enfermó. Poco después dieron positivo al coronavirus y fueron hospitalizados.

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Aunque el pronóstico inicial fue bueno, la enfermedad pudo con ellos. El 27 de febrero se tomó la decisión de internarlos en un hospicio. Jacqueline Lopez-Devine, directora clínica del hospicio Trustbridge, afirmó que en sus 15 años trabajando con moribundos, ninguna pareja había llegado junta. No dudó en ponerlos en la misma habitación durante sus últimos días.

Milewski se despidió a través de una ventana. Sus padres tenían un micrófono junto a su cama que llevaba escrito "Te amo". Se veían como lo hacían cuando dormían, su padre acostado sobre el lado derecho, su madre frente a él. Asentía con la cabeza mientras Milewski hablaba. Su mamá trató de hablar pero no pudo.

“Fue horrible”, dijo Milewski.

A las 10:15 am del 1 de marzo, Esther Ilnisky murió. Quince minutos después, falleció su esposo.

"Siempre estuvieron juntos, sincronizados", señaló Milewski.