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El Black Friday y las aglomeraciones disparan la ansiedad de trabajadores en tiendas: "Es el día más temido"

"Hemos tenido que aceptar que estaremos expuestos y lo único que nos queda es tomar todas las precauciones que podamos", explica una empleada, "pero el estrés es constante".

Se acerca el Black Friday, y quienes atienden en establecimientos y centros comerciales tienen miedo.

La jornada de descuentos después de Thanksgiving, o Día de Acción de Gracias, ha sido desde hace muchos años un atractivo para quienes quieren adelantar sus compras navideñas, pese a las aglomeraciones y hasta peleas por los productos que eso implica.

Sin embargo, este año en medio de una pandemia de coronavirus, el temor a las multitudes dentro de tiendas, espacios cerrados con poca ventilación, está generando ansiedad entre quienes trabajan para atender a esos clientes.

Y en especial porque, desde principios de noviembre, las cifras de contagio diarios y de personas fallecidas debido al COVID-19 se han disparado a niveles récord en muchos estados, y en otros a cifras no vistas desde la primavera, cuando empezó lo peor de los contagios en el país.

"Se requiere usar mascarilla, pero la gente entra y trae el cubrebocas colgado de la oreja o se lo quita para comerse un pretzel o tomarse un frappuccino", explica Andrea Hernández, quien trabaja en una zapatería en California, al diario Los Angeles Times.

"Siento que se acerca un ataque de ansiedad", agregó, en lo que de por sí es "el día más temido" por la cantidad de gente que hay que atender.

Más clientes, menos paga

A principios de la pandemia varias tiendas que se mantuvieron abiertas ofrecieron pagos de compensación a sus empleados por laborar en condiciones poco idóneas (varios trabajadores sí perdieron la vida), pero casi todas las compañías ya dejaron de repartir esos bonos.

"Les pedimos a estos trabajadores, que menos tienen, que den lo más de sí y ni siquiera se les compensa justamente", indicó al diario The New York Times la analista Molly Kinder.

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Las autoridades de algunos estados han impuesto nuevas restricciones recientemente, como el uso obligatorio de mascarillas, pero en general no han cambiado las reglas para, por ejemplo, reducir el aforo.

Las mismas tiendas son las que han empezado a instaurar mecanismos de protección de los compradores y de los trabajadores. Compañías como Target y Walmart implementaron un número máximo de compradores dentro de sus tiendas a la vez, y varias compañías extendieron los descuentos durante todo el mes para que no haya tanta gente en un solo día.

Pero muchos empleados de las tiendas sienten que eso no basta, sobre todo si las filas afuera de las tiendas no están bien controladas o si la gente se quita el cubrebocas adentro del establecimiento.

"Cada día veo a más y más gente llegar a la tienda", dijo Angel Ponce, trabajador de Target en California, al diario Los Angeles Times. 

Las ventas de Black Friday en 2019, en un centro comercial de Pennsylvania.
Las ventas de Black Friday en 2019, en un centro comercial de Pennsylvania. Reuters /

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"Si [los clientes] no intentaran entrar todos de golpe a la tienda se agradecería, para que no haya tanta gente y no aumenten mis posibilidades de contagiarme de algo", agregó Ponce.

La ligera ventaja de ventas en línea 

Un beneficio para evitar las aglomeraciones es que las ventas en línea han crecido sustancialmente en los últimos años durante el Black Friday: en 2019, por ejemplo, se gastó un 20% más que el año previo en compras por internet en Estados Unidos.

Y este 2020 un mayor número de personas planean aprovechar maneras de comprar con las que evitan entrar al edificio, como hacer el pago en línea para recoger su pedido afuera de la tienda, el llamado curbside pickup, según un sondeo de la consultora Deloitte.

Sin embargo, muchos compradores prefieren todavía acudir a las tiendas físicas, como lo demuestran los aumentos en las ventas de minoristas y de otras tiendas en centros comerciales desde que empezaron las reaperturas en diversos estados.

En parte porque es una manera de salir de casa después del confinamiento.

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El gasto promedio de consumidores había subido entre 0.5% y 1.2% en los últimos meses, según datos oficiales, una ligera recuperación para las ventas aún cuando muchas personas se han quedado sin trabajo por la crisis económica derivada de la pandemia.

Jacquelyn Frazer trabaja en una tienda de videojuegos GameStop y comentó a Los Angeles Times que la experiencia cuando salieron a la venta las nuevas consolas de XBox y PlayStation le dejó claro que hacia el Black Friday es muy probable que el lugar termine abarrotado. 

"Hemos prácticamente tenido que aceptar que estaremos expuestos y lo único que nos queda es tomar todas las precauciones que nosotros podamos", dijo, "pero el estrés es constante".

Con información de Los Angeles Times, The New York Times y The Wall Street Journal