WASHINGTON.— La legisladora demócrata por Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez no respaldó la nominación a la presidencia del exvicepresidente Joe Biden, sino la del senador Bernie Sanders, en el segundo día de la Convención Demócrata virtual.
Sin embargo, esto no es más que un protocolo, como lo indicó la representante en su cuenta de Twitter, notando la confusión de usuarios en redes sociales que lo veían erróneamente como un acto radical y disruptivo.
“Si está confundido, ¡no se preocupe! Las reglas de la convención requieren pasar lista y hacer las nominaciones para cada candidato que pase el umbral de delegados” durante el proceso de votación de las primarias, explicó Ocasio-Cortez. “Me pidieron que secundara la nominación del senador Sanders para pasar lista".
Además, la representante dejó claro que para derrotar al presidente Trump es necesario respaldar a Biden. "Felicitaciones, Joe Biden, espero con ansias comenzar a luchar por nuestro futuro juntos y recuperar nuestra democracia en noviembre".
En las convenciones, los delegados de cada partido viajan (en este caso, de forma remota) desde todos los 57 estados y territorios para emitir su voto por la persona que fue votada en su distrito.
Durante las primarias demócratas, decenas de miles votaron por aspirantes como las senadoras Elizabeth Warren, Amy Klobuchar y Kamala Harris. Pero quien llegó de segundo tras Biden en el conteo de votos y de delegados fue el senador independiente por Vermont, Bernie Sanders, quien desde 2016 ha liderado el movimiento progresista en el país.
Todo precandidato que supere cierto número de delegados debe ser nominado en la convención, para que luego las delegaciones de cada estado asignen los votos que le correponden a cada uno. Por protocolo, se escoge a una persona representativa que nomine formalmente a este aspirante a la presidencia.
En el caso de Sanders, fue Bob King, el presidente del sindicato Trabajadores Automotrices Unidos. Y por protocolo, se escoge otra persona que secunde esa nominación (como una especie de testigo). Esa persona fue Ocasio-Cortez.
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En su discurso pregrabado de un minuto, Ocasio-Cortez, de ascendencia boricua, dijo que Sanders es la opción adecuada para el país, “en un momento en que millones de personas en Estados Unidos buscan profundas soluciones sistémicas” a problemas como los desalojos masivos, el desempleo, la falta de cobertura médica.
También explicó que ser quien secunde la nominación fue "un honor" y un acto de “fidelidad y gratitud” a un movimiento que dijo que lucha por la defensa de derechos y programas que estén a la altura del siglo XXI.
La legisladora neoyorquina enumeró asuntos como la cobertura médica garantizada; acceso a la educación universitaria gratuita o de bajo costo; empleos bien remunerados, y derechos laborales para todos los estadounidenses.
También hizo un llamado a sanar las heridas de la injusticia racial, la “colonización”, la misoginia y la homofobia, además de construir mejores sistemas de inmigración y de política exterior.
La legisladora siempre ha comulgado con las ideas de Sanders de restaurar la democracia, a su juicio bajo ataque de los conservadores.
Por ello, volvió a insistir en la urgencia de corregir una economía que “premia la desigualdad de riqueza para unos pocos en detrimento de la estabilidad a largo plazo de los muchos”.
En las últimas horas, la legisladora se enzarzó en acalorados enfrentamientos con sus rivales republicanos en Twittter, quienes se burlaron de que apenas consiguió 60 segundos en el festín electoral de los demócratas.
Pero Ocasio-Cortez, una exmesera de 30 años que en 2018 venció en las urnas a un veterano en la política, es muy popular entre el ala izquierda del partido.
Más de 550 delegados en la convención divulgaron una carta en la que pidieron que el partido le concediera más tiempo para su discurso, o más tiempo del que han conseguido algunos líderes republicanos.
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Según la carta, la legisladora merece más tiempo para “demostrarle respeto a ella y a sus votantes, para explicar por qué y cómo podemos unirnos para vencer a Trump y ayudar al avance del país”.
Algunos delegados han dejado en claro que Ocasio-Cortez puede ser un arma poderosa para movilizar el voto de los jóvenes y los hispanos, dos bloques electorales clave que Biden necesitará en noviembre próximo.
En paralelo, sendos grupos progresistas, la Red de Delegados Jóvenes y los Demócratas Progresistas de EEUU, lideran esfuerzos para influir en el borrador final de la plataforma del partido.
Un punto de disonancia
El discurso de la legisladora contrasta con el de líderes republicanos de alto nivel que han respaldado a Biden, en vez de al presidente Donald Trump.
De hecho, sus declaraciones, aunque protocolarias e inofensivas, evocaron para algunos los recuerdos del movimiento Bernie or Bust, que en 2016 se negó a reconocer a Hillary Clinton como la auténtica candidata presidencial demócrata.
Aunque la campaña de Clinton cometió errores de estrategia que le costaron la presidencia, muchos seguidores de Sanders –e incluso los que votaron por el entonces presidente, Barack Obama en 2008 y 2012– también le dieron la espalda.
La legisladora figuró entre decenas de oradores de corte progresista con los que los demócratas quieren demostrar que su partido le da la bienvenida a personas de todas las razas, comunidades e ideologías, tanto así que ha dado cabida a numerosos líderes republicanos.
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En el segundo día del encuentro nacional, los demócratas escogieron el lema de “El liderazgo importa”, precisamente para marcar la diferencia entre lo que la oposición ve como el “liderazgo fallido” de Trump y el que puede ofrecer Biden si gana la presidencia el próximo 3 de noviembre.
La campaña de Biden cuenta con decenas de líderes demócratas que se han dado a la tarea de enumerar las acciones y medidas adoptadas por Trump desde que llegó al poder y que, a su juicio, han sembrado el caos y la división entre los estadounidenses.