Por Christopher Weber - The Associated Press
Decenas de miles de empleados del Distrito Escolar de Los Ángeles (LAUSD, en inglés) inician el martes una huelga de tres días ante el estancamiento de las negociaciones para mejorar su salario y condiciones, a la que se sumarán en solidaridad los maestros y que cerrará el segundo sistema escolar más grande del país.
Se prevén manifestaciones en las escuelas de toda la ciudad por miembros del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU, en inglés), que representa a unos 30,000 ayudantes de profesores, asistentes de educación especial, conductores de autobús, conserjes, trabajadores de cafeterías y otro personal.
Los manifestantes se unieron a los piquete antes del amanecer para ejercer presión desde primera hora del día para exigir mejores salarios y una mayor dotación de personal. El distrito tiene más de 500,000 alumnos en Los Ángeles y otras 25 ciudades y zonas no incorporadas al condado.
El superintendente, Alberto M. Carvalho, acusó al sindicato de negarse a negociar e insistió en que está dispuesto a reunirse a cualquier hora del día o de la noche. En su opinión, el lunes se perdió una “oportunidad de oro” para progresar.
“Creo que esta huelga podría haberse evitado. Pero no puede evitarse si las personas no hablan entre sí”, señaló.
El sindicato replicó la noche del lunes que estaba en conversaciones con los reguladores laborales del estado por las acusaciones al distrito de mala conducta, al impedir supuestamente que los trabajadores participen en actividades sindicales protegidas.
“Queremos dejar claro que no estamos en negociaciones con LAUSD”, manifestó el sindicato en un comunicado, “seguimos participando en el proceso de impasse con el estado”. Las conversaciones no suspenderán el paro, aclaró en la nota.
Las autoridades calculan que unas 150 de las más de 1,000 escuelas del distrito permanezcan abiertas con supervisión de adultos pero sin clases, para dar a los estudiantes un espacio al que ir. Decenas de bibliotecas y parques, además de algunos lugares para que los alumnos puedan almorzar, también tienen previsto abrir sus puertas para las familias tengan un lugar en el que dejar a sus hijos.
“Las escuelas son mucho más que centros educativos: son una red de seguridad para cientos de miles de familias de Los Ángeles”, declaró el lunes la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass. “Nos aseguraremos de hacer todo lo posible para proporcionar los recursos que necesitan las familias de nuestra ciudad”, prometió.
Los trabajadores, mientras tanto, reiteraron que hacer huelga es la única opción que les queda. La auxiliar de instrucción Marlee Ostrow, que secunda el paro, dijo que hace tiempo que debería haber recibido un aumento salarial. Esta mujer de 67 años fue contratada hace casi dos décadas por 11.75 dólares la hora, y hoy gana unos 16. No es suficiente para soportar la alta inflación y el aumento de los precios de la vivienda, dijo, además de que su responsabilidad es mayor porque ha pasado de dos aulas a cinco.
Ostrow culpa a los bajos salarios que paga el distrito de las vacantes que se han acumulado en los últimos años. “Ni siquiera hay quién se presente porque se puede ganar más dinero empezando en [un restaurante de comida rápida] Burger King”, criticó. “Mucha gente realmente quiere ayudar a los niños, y no deberían ser penalizados por querer que ese sea el trabajo de su vida”, argumentó.
El sindicato afirma que los empleados de apoyo del distrito ganan, en promedio, alrededor de 25,000 dólares al año. y que muchos viven en la pobreza porque los salarios son bajos y las horas que les ofrecen trabajar son pocas. El sindicato pide un aumento del 30%, mientras que los profesores exigen un alza del 20% en dos años.
Carvalho mantiene que el distrito ofrece un aumento salarial por un total de más del 20% en un período de varios años, junto con una bonificación del 3%. El acuerdo incluiría una “ampliación masiva de prestaciones sanitarias”, según informó la cadena Fox News.
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Los miembros de SEIU llevan trabajando sin contrato desde junio de 2020, mientras que el convenio de los maestros expiró en junio de 2022. Los sindicatos decidieron la semana pasada dejar de aceptar prórrogas de sus contratos.
El gremio Profesores Unidos de Los Ángeles (UTLA, en inglés), que reúne a 35,000 maestros, orientadores y otro personal, expresó su solidaridad y también se sumará al paro. “Los educadores se unirán a nuestros hermanos del sindicato en las líneas de piquete”, aseguró la agrupación sindical en un mensaje en la red social Twitter.
El colectivo de maestros realizó una huelga de seis días en 2019 por cuestiones salariales, pero las escuelas permanecieron abiertas.