CIUDAD DE MÉXICO.- En su afán por generar una credencial única para todos los mexicanos, el Gobierno mexicano ahora quiere controlar los datos biométricos de los ciudadanos… y estos han respondido de manera enfática: no.
La etiqueta #YoNoAutorizo se volvió tendencia después de que la Secretaría de Gobernación de México solicitó formalmente al Instituto Nacional Electoral (INE) que le comparta los datos que el INE, organismo autónomo e imparcial, ha resguardado desde hace décadas.
El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, dijo que rechazó la solicitud porque contraviene la ley de protección de datos, pero que se mantendrán abiertas las negociaciones.
En reacción, ciudadanos compartieron en redes sociales mensajes como estos:
A diferencia de países como Estados Unidos, que recopila información biométrica con el Departamento de Seguridad Nacional y el de Justicia, en México esa información no es custodiada ni accesible para el gobierno federal.
Y es que muchos mexicanos desconfían de que las autoridades puedan resguardar correctamente los datos, que incluyen huellas dactilares, fotografías faciales y capturas de iris y retina.
En noviembre hubo un hackeo a la empresa estatal petrolera, Pemex, y ciberatacantes incluso exigieron pago de rescate para liberar la información y computadoras afectadas.
Este enero, además, el Registro Nacional de Población (RENAPO), que controlaría la base de datos biométrica si es que se traslada al gobierno, fue duramente criticada por no dar aviso ni explicación a miles de personas cuyas claves únicas de identidad empezaron a arrojar mensajes de error y de “no existe”.
Cuando Noticias Telemundo destapó el problema, autoridades de RENAPO primero dijeron que no había fallas y fue hasta varios días después, ante el aluvión de quejas, que tuvieron que reconocer que sí detectaron un error. Siguen sin explicar a qué se debió todo, pese a las solicitudes hechas por Noticias Telemundo.
Una sola identificación
La Secretaría de Gobernación dice que quiere recopilar los datos de alrededor de 90 millones de personas para poder crear una sola cédula o credencial de identidad para los mexicanos.
Hasta el momento, las personas en México tienen una variedad de identificaciones oficiales que presentan ante diversas autoridades: la credencial de elector, el pasaporte, la licencia de conducir, el número de seguro social, el registro hacendario.
Lo más cercano a un identificador único y válido en varios trámites es la CURP… la misma clave con la que una gran cantidad de mexicanos tuvo problemas a principios de enero.
Los tres últimos gobiernos de México, de 2006 a la fecha, han intentado establecer la cédula única de identidad, sin éxito pese a millones en fondos gastados.
Los datos biométricos en México quedaron al resguardo del organismo autónomo INE, como parte del padrón electoral, en parte por el recelo histórico de los mexicanos a que los funcionarios del gobierno cometieran fraudes electorales con los datos o hicieran mal uso de estos.
Córdova, el consejero presidente del INE, recalcó que la solicitud de entregar los datos fue rechazada con el argumento de que la Ley de Protección de Datos Personales no les permite compartir ninguna de la información.
Otro consejero electoral, Ciro Murayama, destacó que “los datos pertenecen a los ciudadanos, no al INE; el INE los resguarda”. Aclaró que no se pueden entregar “sin el consentimiento expreso de cada ciudadano a nadie, incluida la secretaría”.
Sin embargo, ese ministerio indicó que seguirá insistiendo para obtener la información requerida, al opinar que su única intención es darles “a los mexicanos y mexicanas del derecho de identidad”.
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