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El triunfo del bloque antigubernamental en elecciones de Hong Kong pone en aprietos al Ejecutivo pro-Pekín

La ciudad vive desde hace meses duras protestas contra las políticas del Gobierno local y las injerencias de China. El resultado en los comicios señales aparece como una clara señal de ese descontento

Los resultados hablan claro: el bloque de la oposición al ejecutivo de Hong Kong alineado con China consiguió una aplastante victoria en las elecciones locales de este domingo sobre el de los candidatos gubernamentales, según reportaron primero medios locales. 

El triunfo de la oposición, llamada comúnmente por los medios “pro-demócrata”, refleja el respaldo social a las masivas protestas dirigidas desde hace meses en contra del Ejecutivo local liderado por Carrie Lam y de su afinidad con el Gobierno central de Pekín en esta ciudad china bajo administración especial.

Lam esperaba que el creciente uso de la violencia por parte de los manifestantes radicales llevara a una mayoría silenciosa a respaldarla.

Al concluir el escrutinio este lunes, el bando alineado con Pekín sufrió un fuerte batacazo, al quedarse solo con 58 concejales, frente a los casi 300 que tenía desde 2015, mientras que los pro-demócratas sacaron 344, según datos a los que ha tenido acceso NBC. Los independientes quedaron como tercera fuerza con 41 escaños.

Los pro-demócratas controlarán a partir de ahora al menos 17 de los 18 distritos en los que se divide Hong Kong, cuando antes todos estaban dominados por políticos pro-establishment, alineados con China, según el South China Morning Post.

Un dato especialmente significativo es el de la afluencia: en estas elecciones para la renovación del concejo de distritos, votó un 71,2% de la población, un 24% más que en las anteriores. 

El puesto de concejal tiene escasa relevancia política, al ceñirse a aspectos de la comunidad, pero en estos comicios, concebidos como un plebiscito, tienen un significado trascendental al producirse en medio de duras protestas que arrancaron en junio, primero de forma pacífica y luego con episodios de violencia cada vez más frecuentes.

La holgada mayoría de los demócratas, que ha superado las expectativas. también es importante porque implica que se pueden asegurar una amplia representación en el comité de 1.200 miembros que elegirá en 2020 al próximo jefe del Ejecutivo de Hong Kong, tradicionalmente dominado por los aliados de Pekín.

De los 1.200 miembros de ese comité, con representantes de diferentes sectores sociales, 117 son concejales de distrito, una cuota que estará controlada por los demócratas, que defienden el sufragio universal directo para elegir ese cargo.

Las elecciones se celebraron en un ambiente de calma, sin altercados importantes, lo que se tradujo en una afluencia masiva de votantes a las urnas, casi 3 millones de personas en una ciudad de 7,5 millones de habitantes, según el gobierno de la ciudad.

La participación del 71,2 % superó con creces el récord histórico del 58 % que se logró en las últimas legislativas de 2016, cifras que muestran cómo la sociedad hongkonesa se ha politizado en los últimos años a medida que la injerencia de Pekín se ha hecho más notable.

En total, se habían registrado para votar 4,1 millones de personas, casi un millón más que los ciudadanos inscritos para participar en las elecciones locales de 2015, la mayoría nuevos votantes de entre 18 y 20 años.

El resultado pone en aprietos a la jefa del Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, próxima a Pekín, ya que una amplia mayoría de los ciudadanos respaldó a los partidos pro-democráticos, cuyas demandas incluyen el sufragio universal y mayor autonomía para la antigua colonia británica.

Uno de los líderes pro-demócrata definió el resultado de los comicios como un “tsunami democrático”. En palabras de la jefa del Gobierno local, quien compareció cuando los resultados quedaron claros, el gobierno "escuchará humildemente las opiniones de los ciudadanos y reflexionará seriamente sobre ello".

Cuando aún el escrutinio continuaba en la mañana (hora local) de este lunes, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, hizo hincapié en que Hong Kong es parte de China independientemente del resultado electoral.

"Cualquier intento de sembrar el caos en Hong Kong o de mermar su prosperidad y estabilidad está condenado al fracaso", advirtió desde Tokio.

Willy Lam, analista político, dijo a AFP que el resultado fue "nada menos que una revolución". "Es un profundo rechazo hacia la administración (de Hong Kong) y la política de Pekín respecto a Hong Kong", agregó. 

Según él, estos resultados podrían acelerar la salida de la jefa del Ejecutivo, pero también agravar la crisis. "Los manifestantes considerarán esta increíble victoria como un mandato otorgado por el pueblo, por lo que lucharán aún más duro, pero al mismo tiempo, no habrá concesión alguna de Pekín, por lo que la frustración aumentará", dijo. 

El lunes, los medios de comunicación públicos chinos, que habían pedido a los hongkoneses que votaran contra la violencia, restaron importancia a los resultados.

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