Cuando algunos de los principales asesores de seguridad nacional del presidente Donald Trump se reunieron en la Casa Blanca el martes por la noche para hablar sobre la oleada de inmigrantes en la frontera sur, discutieron el aumento de la participación de los militares estadounidenses en la misión fronteriza, incluyendo si podrían ser utilizados para construir campamentos de detención en las ciudades, de acuerdo con tres funcionarios de los EE. UU.
Durante la reunión, los funcionarios también discutieron si los militares estadounidenses podrían dirigir legalmente los campamentos una vez que los migrantes estuvieran alojados, una medida que explicaron muy poco probable ya que la ley de Estados Unidos les prohíbe interactuar directamente con los migrantes. La ley ha sido una limitación importante para Trump, que quiere involucrar a las tropas en su misión de endurecer la inmigración.
El secretario interino de Defensa, Patrick Shanahan, estuvo en la reunión de la Casa Blanca el martes por la noche y accedió a enviar más tropas para apoyar el trabajo en la frontera, siempre y cuando su misión asignada esté dentro de la ley, según los tres funcionarios.
Miles de tropas están actualmente desplegadas a lo largo de la frontera sur, y se utilizan principalmente para reforzar con alambre de púas las cercas existentes.
Los nuevos proyectos potenciales para las tropas que se mencionaron el martes, según los tres funcionarios, dos del Pentágono y uno de la Seguridad Nacional (DHS), también incluyeron la realización de evaluaciones de terreno antes de la construcción de nuevas tiendas en El Paso y Donna, en Texas. Las tropas también serían utilizadas en evaluaciones antes de la construcción de una nueva instalación central en El Paso para el procesamiento de migrantes, dijo el funcionario del DHS.
La creación del centro de procesamiento se anunció el mes pasado. Está siendo diseñado para detener temporalmente a los inmigrantes que llegan, muchos de los cuales están siendo liberados en El Paso debido a la falta de espacio para su detención.
El centro de procesamiento será similar al que se usa actualmente en McAllen, Texas, en donde los niños fueron mantenidos con cadenas en ciertas en áreas que algunos llamaron "jaulas" mientras que la política de separación de familias del gobierno de Trump estuvo vigente el verano pasado, según dos oficiales de Aduanas y Protección de Fronteras.
Las carpas en las ciudades albergarían a inmigrantes mientras que los centros de detención de Inmigración y Control de Aduanas continúan al tope de su capacidad. El gobierno de Obama también utilizó tiendas de campaña para retener a inmigrantes en Donna, Texas, en 2016.
La idea se ha filtrado en las reuniones de planificación celebradas esta semana en el DHS, dijo uno de los funcionarios.
Las discusiones de esta semana en la reunión de la Casa Blanca han incluido la sugerencia de que se podrían necesitar tropas para dirigir los campamentos de detención en las ciudades una vez que los inmigrantes estén alojados, según funcionarios estadounidenses que están familiarizados con las conversaciones.
La ley de Posse Comitatus prohíbe el uso de tropas federales para hacer cumplir la ley nacional dentro de Estados Unidos. Esto les impide la interacción directa con los inmigrantes que cruzan el país. Un funcionario estadounidense dijo que las reuniones recientes han incluido discusiones sobre si el uso de tropas en servicio activo para dirigir un campo de detención sería una violación de la ley.
Si bien se ha discutido un aumento en las tropas, no se han mencionado números específicos y los funcionarios no esperan que se necesite una gran cantidad de soldados adicionales para ninguna nueva misión.
Un oficial de la Patrulla Fronteriza que habló bajo condición de anonimato dijo que los militares permiten una construcción más rápida que los contratistas privados, que pueden discutir las decisiones y demorar el proceso.
"La importancia del Departamento de Defensa es que puede movilizarse rápidamente porque ahora enfrentamos una crisis inmediata", dijo el oficial.
Como ejemplo de la crisis, el oficial dijo el martes que 253 centroamericanos, principalmente familias, fueron detenidos en Santa Teresa, Nuevo México. Los grupos grandes representan un desafío para los agentes fronterizos que deben procesar, albergar y, a menudo, encontrar atención médica para ellos.
El agente de la Patrulla Fronteriza dijo que no está al tanto de los planes de usar tropas para dirigir los centros de detención para los migrantes y señaló que violaría la ley de los Estados Unidos.
La reunión de la Casa Blanca se produjo dos días después de que Trump tuiteara que su secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, sdejaba el puesto y que Kevin McAleenan, el comisionado de la CBP, la reemplazaría como secretaria interina. La subsecretaria interina del DHS, Claire Grady, también renunció.
El miércoles, durante una visita a Texas, Trump habló sobre el aumento del número de tropas estadounidenses asignadas a la misión fronteriza y aludió a las limitaciones para usar tropas en servicio activo.
"Voy a tener que llamar a más militares. Nuestros militares, no se olviden, no pueden actuar como lo haría un militar. Porque si se pusieran un poco bruscos, todos se volverían locos ... Nuestros militares pueden actuar como lo harían normalmente... Tienen todas estas leyes horribles que los demócratas no cambiarán. No las cambiarán".
El DHS no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. En una declaración, el portavoz del Departamento de Defensa, el teniente coronel Jamie Davis, señaló: "Como dijimos el año pasado cuando estábamos buscando posibles instalaciones en Fort Bliss y Goodfellow Air Force Base, el DOD podría participar en la posible construcción de instalaciones para albergar inmigrantes. Actualmente no hay nuevas solicitudes de asistencia".