IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

"De haber esperanza, es en ese hueco, el resto del edificio está colapsado"

Un capitán español explica una vía nunca antes intentada para rescatar a las personas atrapadas en un edificio colapsado en la Ciudad de México
Trabajos de rescate en el edificio derrumbado de Álvaro Obregón.
Trabajos de rescate en el edificio derrumbado de Álvaro Obregón. AP / AP

Las autoridades mexicanas han elevado este domingo a 318 la cifra de fallecidos en el sismo del pasado martes en México. El país, sacudido por la tragedia y unido en la solidaridad, se esfuerza por buscar supervivientes atrapados bajo las ruinas pese a que la esperanza se desvanece cada minuto, y se afana en reconstruir las ruinas en las que se han convertido decenas de viviendas.

Cinco días después de que la tierra temblara, las esperanzas de hallar supervivientes se apagan. Los trabajos de rescate continúan sin embargo en dos edificios derrumbados en la Ciudad de México: unas oficinas en Álvaro Obregón 286, donde hasta 40 personas se encuentran desparecidas; y los apartamentos multifamiliares de Tlalpan, donde hasta cinco personas podrían haber quedado atrapadas.

En la colonia Roma, los trabajos se han reanudado tras el nuevo temblor del pasado sábado: una grúa enorme levanta grandes pedazos de hormigón, mientras los equipos de rescate refuerzan los túneles con los que intentan acceder al hueco bajo unas escaleras donde todavía tienen esperanza de hallar supervivientes. La última víctima rescatada con vida entre los escombros salió el miércoles; el viernes se hallaron dos cadáveres.

Un voluntario, Johny Yebra, asegura a la agencia de noticias Associated Press que el olor a muerte es ahora intenso justo encima de los cascotes. “Hacemos todos lo máximo que podemos”, añade. Este domingo, un perro fue rescatado con vida de entre los escombros del edificio de apartamentos, el multifamiliar de Tlalpan. 

Al otro lado de las barricadas, las familias esperan ansiosas en tiendas improvisadas, resistiendo la lluvia, el frío, la pena y la falta de sueño. “Han sido muchos días, cuatro, cinco… sólo podemos esperar y aguantar lo que suceda”, explica Enrique de Luna, familiar de un desaparecido en el edificio de oficinas de Álvaro Obregón 286. A medida que se confirma el nombre de los fallecidos, sus familiares empacan las tiendas y se marchan.