Eduardo Calderón/Opinión
Publicado el 9 de diciembre, 2011
Miami - Mil novecientos ochenta y dos fue el último año en que el equipo Tigres de Nuevo León se coronó campeón del torneo de fútbol mexicano. Pero tras años de espera, y trabajo, parecieran estar a las puertas de levantarse la anhelada corona una vez más.
Este jueves dio inicio la final del torneo apertura entre los Tigres y el Santos Laguna de Torreón. Los Tigres, en condición de visitadores, lograron amarrar el primer triunfo en el estadio Corona con un solitario gol a los siete minutos del argentino Damián Alvarez, en un remate que no pudo contener el arquero Oswaldo Sánchez.
La fiesta comenzó verde – colores que identifican al Santos - pero a medida que transcurrieron los minutos, el verde se convirtió en amarillo, un amarillo que identifica la calidez de unos Tigres que tiene ganas de título. Y es que, como dicen por ahí: “Cuando un tigre ruge, no hay quien no se asuste”. Su rugido fue tan fuerte, que los dejó con la tranquilidad de regresar a Nuevo León optimistas.
Tigres ha sido el mejor equipo defensivo del torneo; tanto es así que su arquero, Enrique Eduardo Palos, pasó 585 minutos sin que le anotaran un gol. Ahora, el estadio de los tigres, con capacidad para 42 mil espectadores, se podría convertir en testigo de un desfile “felino” si sus fanáticos le dan la vuelta olímpica al estadio este domingo con el trofeo en sus manos.
Esta final de seguro formará parte de la historia del fútbol mexicano, pues ambos equipos nunca se habían enfrentado para disputar un título.
Deportes Telemundo transmitirá este juego en vivo el domingo a las 6:30 de las tarde, hora del Este, 3:30pm Pacífico.