Por Sahil Kapur y Scott Wong - NBC News
WASHINGTON — Estados Unidos tendrá a partir de este martes un Gobierno dividido, pues los republicanos tomarán el control de la Cámara de Representantes el 3 de enero. Mientras tanto, los demócratas tendrán una mayoría ampliada de 51 escaños en el Senado y, con Joe Biden en el poder, también controlarán la presidencia.
Como lo han demostrado las últimas décadas, un control dividido del Congreso suele complicar más la toma de decisiones legislativas, sobre todo en medio de tanta polarización y acritud política. Esta división también será el telón de fondo para las elecciones presidenciales de 2024.
Exploramos algunas de las batallas políticas que se avecinan en el Capitolio para 2023.
¿Quién sustituirá a Nancy Pelosi?
¿Podrá Kevin McCarthy convertirse en el sucesor de Nancy Pelosi como presidente de la Cámara de Representantes?
McCarthy, republicano por California, se enfrenta a una rebelión de una banda de conservadores militantes que prometieron negarle la presidencia de esa cámara cuando realicen este martes su primera votación en el nuevo Congreso.
Si esos opositoress, encabezados por los representantes Matt Gaetz, republicano por Florida, y Andy Biggs, republicano por Arizona, cumplen su palabra, podrían llevar el voto a varias rondas por primera vez en un siglo.
McCarthy, quien ha sido el líder de la minoría republicana en la Cámara Baja durante los últimos cuatro años, ganó la nominación de su partido para presidente en una votación secreta a puertas cerradas en noviembre. De hecho, derrotó a Biggs, 188-31, y ganó el 85% del voto de su conferencia republicana.
Pero no fue suficiente, pues necesitará 218 votos en el pleno para asegurar la presidencia.
En una llamada con los republicanos de la Cámara Baja el domingo por la noche, McCarthy describió las concesiones que estaría dispuesto a hacer para obtener el puesto, incluido un cambio de reglas que diluiría el poder del presidente de la Cámara, según reporta CNN, que citó varias fuentes sobre la llamada. El cambio facilitaría que los miembros de la base destituyan a un líder en medio del Congreso, y fue una demanda clave de los miembros del grupo congresional conservador House Freedom Caucus que habían estado reteniendo su apoyo.
Aun así, nueve republicanos de la Cámara Baja, actuales y entrantes, dijeron en una carta fechada el domingo y obtenida por NBC News que McCarthy tenía que hacer aun más para ganarse su apoyo.
Además de eso, hay un grupo pequeño de representantes que dicen que no respaldarán a McCarthy bajo ninguna circunstancia; se les conoce como los “Never Kevins”, o Kevin Nunca, en español.
[Empieza semana histórica con el inicio de sesiones del nuevo Congreso en EE.UU.]
McCarthy solo puede permitirse un puñado de deserciones republicanas debido a la escasa mayoría del partido. Los aliados de McCarthy dicen que las tácticas guerrilleras de los conservadores solo retrasarán que la nueva mayoría republicana de la Cámara tenga un buen comienzo y lance investigaciones a la Administración de Biden, porque la Cámara no puede realizar hacer ningún trato hasta que haya elegido a un líder.
Será difícil evitar cierres del Gobierno
Incluso si el tener un Congreso dividido conduce a un estancamiento legislativo, aún tendrá que mantener las cosas funcionando en el país. Esa no será una tarea fácil: las cámaras lideradas por republicanos han provocado cierres del Gobierno bajo los últimos dos presidentes demócratas. ¿Será el presidente, Joe Biden, una excepción?
Las feroces objeciones de McCarthy a un proyecto de ley bipartidista de financiación del Gobierno justo antes de las vacaciones navideñas muestran que la Cámara tiene prioridades muy diferentes a las de Biden y el Senado.
McCarthy ha descrito los proyectos de ley de financiación como un vehículo para obligar a los demócratas a tragarse algunos objetivos políticos conservadores, como reforzar los controles fronterizos y recortar los gastos de jubilación a largo plazo.
“El gasto es demasiado. Necesitamos recortar el gasto”, dijo McCarthy a los periodistas después de una reunión con los republicanos del Senado el 21 de diciembre. “Esta sería una oportunidad para que tengamos algo de seguridad en nuestra frontera, eso es lo que nos estamos perdiendo”.
Los líderes demócratas están esperando y viendo qué pasa.
“Es demasiado pronto para juzgar lo que va a pasar en la Cámara. Hay tanta confusión y desunión en los diferentes lados de la bancada republicana”, dijo a los periodistas el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, demócrata por Nueva York, antes del receso de diciembre. “Siempre me he llevado bien con Kevin McCarthy. No estamos de acuerdo en muchos temas, pero trato de trabajar con cualquiera que pueda para hacer las cosas por el pueblo estadounidense”.
El problema del techo de la deuda
Una de las tareas más abrumadoras del nuevo Congreso será elevar el techo de la deuda del país en 2023 para asegurarse de que Estados Unidos pueda pagar sus cuentas y evitar problemas mayores. Wall Street ya está asustado por la posibilidad de una política arriesgada, particularmente después de que el último presidente demócrata que se enfrentó a una Cámara Baja republicana llegó a los pocos días de incumplir el límite de deuda.
Los legisladores conservadores dicen que una Cámara de Representantes republicana debería bloquear un aumento al techo de la deuda sin cambios importantes en las políticas para controlar el gasto.
“Necesitamos restricciones fiscales y debemos exigirlas. Y si no vamos a tener restricciones fiscales, no deberíamos votar para aumentar el techo de la deuda. Es así de simple”, dijo el representante Chip Roy, republicano por Texas. “A ninguno de los lados del pasillo le importa una m--- reducir el gasto. Y deberíamos... No debería votar para aumentar el techo de la deuda sin un cambio estructural”.
El representante Mike Gallagher, republicano por Wisconsin, dijo que el tema “requerirá muchos debates sólidos dentro del caucus” antes de que se establezca una estrategia. “En ciertos puntos clave, como [el] techo de la deuda, vamos a tener que encontrar un camino a seguir”, dijo. “Todos tendrán que darse cuenta de que no puedes lograr el 100% de lo que te gustaría”.
Schumer dijo que el problema debe abordarse “de manera bipartidista, y trabajaremos en el próximo Congreso para lograrlo”.
Investigaciones contra Biden y su hijo Hunter
Después de cuatro años en el desierto político, los republicanos de la Cámara de Representantes recién empoderados están ansiosos por la oportunidad de investigar a Biden y su Administración.
El representante James Comer, republicano por Kentucky, quien probablemente sea el próximo presidente del Comité de Supervisión y Reforma, dijo que los republicanos planean comenzar sus investigaciones, comenzando con la respuesta a la inmigración y al COVID-19.
“Nuestras dos primeras audiencias probablemente serán en la frontera... y la segunda probablemente será el COVID-19”, dijo Comer en una entrevista.
La Cámara “eventualmente” llamará a testificar al Dr. Anthony Fauci, quien se retiró como el principal especialista en enfermedades infecciosas del Gobierno a fines del año pasado, dijo Comer, y agregó que su comité quiere obtener nueva información sobre cómo el Gobierno manejó el coronavirus —la cual comenzó durante la Administración de Trump— antes de ponerlo en el banquillo.
El comité también planea una investigación exhaustiva al hijo de Biden, Hunter Biden, y los tratos comerciales de la familia presidencial, solo un año antes de que comience oficialmente una probable candidatura de Biden a la reelección en 2024. Comer dijo a los periodistas que no tiene interés en atacar a los miembros de la familia de Biden. “Esta es una investigación a Joe Biden, el presidente de los Estados Unidos”, dijo.
Y con las investigaciones podrían venir peticiones por un juicio político, no necesariamente a Biden, pero quizás a otros en su Administración. Algunos republicanos de la Cámara ya están pidiendo que se acuse al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, por el manejo de la política migratoria por parte de su departamento.