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Opinión: La guerra en Irak, una guerra social

La guerra en Irak, una guerra social

Columna de opiniónPor Eduardo Calderón

Cuando George W. Bush le dijo a los estadounidenses el 20 de marzo de 2003 que le declararía la guerra al régimen de Saddam Hussein en Irak, quizás lo que pocos se imaginaban es que con el correr de los años pasaría de ser una guerra de armas a una guerra social. Desconocimiento cultural? Posiblemente, pero esa respuesta jamás podría salir de la voz de quien inició la guerra y de su suscesor y actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Y es que a finales de 2003, cuando la captura de Hussein parecía marcar su fin, la violencia civil se convirtió en uno de los principales factores a la crisis en esa zona, pues Chiitas y Sunníes – grupos armados que luchan por sus diferencias religiosas en el Medio Oriente – comenzaron una lucha sectarial contra las fuerzas aliadas.

Hoy el balance para Estados Unidos es preocupante. Más de 4 mil soldados muertos, más de 30 mil heridos y más de dos mil millones de dólares en gastos. Un gasto que llegó a límites impensables debido a los cambios profundos en las tácticas de guerra durante el conflicto, como la conformación de las fuerzas armadas estadounidenses desplegadas en Irak y el surgimiento de una nueva “Zona de Guerra” que se pensaba ganada a menos inició: Afganistán.

El president Barack Obama dio el miércoles un discurso en Fort Bragg, Carolina del Sur, donde selló simbólicamente el fin de esta guerra y le dio la bienvenida a casa a los soldados. Pero el fin, tiene un lado oscuro.

Aunque los soldados se encontrarán con sus familias y podrán dejar sus fusiles guardados en algún rincón del fuerte, la realidad es que al menos el 20% de los soldados que regresan a su día a día padecen de desorden Post-traumático, según un estudio del Centro de Veteranos para el estrés. Así que otra guerra puede que apenas comience. Tendrá que ver el gobierno qué hará para responderle a los soldados en su casa de la misma manera que ellos lo hicieron cuando el país se los pidió.