Por Lauren Egan
El voto del senador republicano Mitt Romney para condenar al presidente Donald Trump por el cargo de abuso de poder no molestó a Kelsey Malin.
"He aceptado que aunque no votó de la manera en que la gente cree que representa a su partido, el hecho de que votó siendo fiel a su conciencia es algo genial", dijo Malin, de 28 años, mientras jugaba con sus dos hijos en una biblioteca dos días después de que concluyera el juicio político al mandatario la semana pasada.
NBC News habló con docenas de votantes en Utah en los días posteriores a la votación del Senado en la Trump fue absuelto. La mayoría de los entrevistados se identificaron como republicanos que habían apoyado a Romney en 2018 y dijeron que, independientemente de su opinión sobre el presidente, la decisión del senador de ir en contra de su partido fue algo que entendieron y respetaron, debido a su honestidad.
Muchos dijeron que no le reprocharán al senador por su decisión, de cara a 2024 cuando Romney intente ser reelegido.
Malin (quien votó por Trump en 2016, por Romney en 2018 y planea apoyar a ambos nuevamente) comentó que en los días posteriores al voto en el Senado Romney fueron un tema de conversación entre familiares y amigos. Sin embargo, la indignación proveniente de Washington no coincidió con las discusiones que tuvo en casa.
"Es sorprendente, porque parece que la mayoría dice que ha traicionado al partido y a la gente de Utah", dijo. "Pero la gente de mi círculo no se siente así".
Alan Anderson, de 41 años, un planificador financiero de Salt Lake City, apoyó a Romney en 2018 y asegura que probablemente votará por él de nuevo.
"No tuve problemas con la decisión de Romney, él tenía sus razones para tomarla", comento Anderson sobre la votación. "Ya sea que esté de acuerdo o en desacuerdo con sus razones, al menos tuvo el coraje de decir lo que creía que era correcto".
Las consecuencias
En declaraciones en el Senado, Romney explicó el proceso detrás de su voto y cómo su fe mormona fue clave para su postura, que resonó entre los votantes de su país.
"Tomo mis juramentos ante Dios de manera enormemente seria", dijo al anunciar su decisión de condenar a Trump este miércoles. "He votado a favor de él el 80 % de las veces. Pero mi promesa ante Dios de aplicar justicia imparcial requería que dejara de lado mis sentimientos y prejuicios personales".
La noticia del discurso de Romney y su decisión de votar contra Trump atrajo la atención de los votantes en Utah. Al día siguiente se leía en los titulares: "Romney rompe con el Partido Republicano, vota para sacar del su cargo al presidente". Su cara apareció en las vallas publicitarias a lo largo de una carretera principal en Salt Lake City, junto al comentario: "Así son los patriotas".
"Todos en mi trabajo se enviaban correos electrónicos con fragmentos del discurso de Romney”, dijo Craig Schow, de 37 años, un programador de computadoras que viven en las afueras de Salt Lake.
Romney predijo consecuencias "inimaginables" por convertirse en el primer y único senador en la historia de Estados Unidos en desertar de su partido en un voto de juicio político. Esas sospechas se cumplieron rápidamente.
Trump tuiteó un video afirmando que Romney era un "miembro secreto del Partido Demócrata". El hijo del presidente, Donald Trump Jr., llamó a Romney un "cobarde" en Instagram. Los hashtags #ExpelMitt y #RecallRomney comenzaron a ser tendencia. La presentadora de Fox News, Laura Ingraham, dijo que el senador debía renunciar. El secretario de prensa de la campaña presidencial de Romney en 2012 dijo que su decisión estaba "motivada por la amargura y los celos" hacia Trump.
La mañana siguiente a la votación, durante el evento no partidista National Prayer Breakfast, Trump dijo: "No me gusta la gente que usa su fe como justificación para hacer lo que saben que está mal", una aparente alusión al senador de Utah.
Las consecuencias para Romney no resonaron en Washington. Una encuesta de Morning Consult mostró que el apoyo al senador entre los republicanos de Utah se había reducido al 57 % en los últimos cuatro meses de 2019, justo cuando proceso del juicio político recién comenzaba, en comparación con el 65 % en el trimestre anterior.
Horas después de que concluyera el juicio, Romney estaba en un vuelo nocturno de regreso a Salt Lake City para hacer control de daños. De vuelta a casa, se reunió con legisladores estatales e hizo entrevistas con medios locales para explicar el proceso de toma de decisión detrás de su voto.
Un enfoque "refrescante"
Aunque Utah es un estado conservador, los votantes de mayoría mormona aquí tienen una relación complicada con el presidente.
En 2016, Trump ganó Utah con el 45 % de los votos, el porcentaje más bajo de cualquiera de los estados en los que ganó. Muchos votantes conservadores, particularmente los mormones incómodos con la retórica y la postura antiinmigratoria de Trump, optaron por Evan McMullin, el candidato de un tercer partido. Trump obtuvo el porcentaje más bajo de votos en todo el estado de Utah para un candidato presidencial republicano en aproximadamente 20 años.
"Siento que (Romney) se pone de pie y dice: 'Esto es lo que pienso' y tienes derecho a aceptarlo o rechazarlo", dijo Meralee Stallings, de 62 años, quien trabaja para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Stallings, quien votó por un tercero para presidente en 2016 y apoyó a Romney en 2018, dijo que votaría nuevamente por el senador.
"No estoy de acuerdo con todo lo que Romney ha hecho", dijo, "pero si vas a ser fiel a lo que crees que es correcto, entonces está bien para mí".
Richard Allred, un jubilado de Midvale, comentó que el juicio político le pareció "mezquino" y "vengativo", y culpó tanto a los demócratas como a los republicanos durante el proceso. El enfoque de Romney, apuntó, fue "refrescante".
"Creo que Romney votó a conciencia, y lo apoyo", dijo Allred, quien respaldó a Romney en 2018.
Para Wendy Dennehy, del condado de Salt Lake, el voto fue una señal de que tal vez todavía había espacio para votantes como ella que habían rechazado al Partido Republicano cuando Trump ganó la nominación pero que "no estaban listos para comprometerse con otro partido".
"No voté por Romney. Tenía ese sabor agrio del Partido Republicano en mi boca y opté por no hacerlo en absoluto", dijo Dennehy. "Pero, en esta sola postura, voy a tener una mirada diferente la próxima vez".
La mayoría de los votantes que expresaron su desaprobación con el voto de Romney se describieron como leales al presidente y dijeron estar ya molestos por las críticas previas de Romney a Trump.
"Estaba descontenta, porque pensé que Trump fue muy bueno al apoyar a Romney para el Senado en 2018. Así que me volví contra él", dice Vickie Johnson, una jubilada de Kaysville. "Estoy enojada. Y sí, votaré por Trump nuevamente en 2020. Trump habla demasiado, pero no importa".
"Siento que Romney cruzó esa línea, en mi opinión", dijo, y agrega que no votaría por él en 2024.
Su esposo, Duane, es más indulgente.
"Todavía me agrada, lo apoyo, simplemente no me gustó lo que hizo", comentó, y agregó: "No me agrada en lo personal, pero me gustan sus políticas".
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