El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo este lunes que seguirá en el cargo “incluso con más fuerza” tras tomarse varios días de reflexión e interrumpir sus funciones para valorar si dimitía.
Sánchez conmocionó al país la semana pasada al anunciar que se tomaba cinco días de descanso para reflexionar sobre su futuro después de que un tribunal abriera una investigación preliminar contra su esposa por acusaciones de corrupción impulsadas por una organización de extrema derecha.
"He decidido continuar con más fuerza, si cabe, al frente del Gobierno", dijo en un discurso televisado el lunes por la mañana.
La querella contra su esposa, Begoña Gómez, fue presentada por una plataforma jurídica de extrema derecha que sostiene que Gómez utilizó su cargo para influir en negocios. El grupo, Manos Limpias, reconoció que la denuncia se basaba en artículos de prensa. La Fiscalía española considera que debe desestimarse.
Sánchez, de 52 años, había dicho que era un ataque personal contra su familia y que necesitaba tiempo para decidir sus prioridades. El político socialista es presidente desde 2018, tras formar un Gobierno minoritario con una coalición de izquierdas en noviembre para iniciar otro mandato de cuatro años gracias al apoyo frágil de un puñado de pequeños partidos regionales. Es uno de los líderes socialistas europeos que más tiempo lleva en el cargo y, aunque es popular internacionalmente, en España se le quiere o se le odia.
Sánchez culpa de la investigación a webs de noticias alineadas con el Partido Popular, líder de la oposición conservadora, y el partido de extrema derecha Vox, que difundieron lo que él calificó de acusaciones “espurias”.
Sus partidarios creen que esto debería ser una llamada de atención para reaccionar contra ataques infundados que están envenenando la política española.
El Partido Popular, sin embargo, describió el comportamiento de Sánchez como frívolo, juvenil e impropio de un líder europeo. Se trata de una maniobra táctica con fines electorales, aseguró.
Nagore Calvo Mendizabal, profesora de Política y Sociedad Española y Europea en el King’s College de Londres, cree que la decisión de Sánchez podría beneficiarle al suscitar apoyos a nivel nacional en la batalla contra los ataques de la derecha.