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Huyó de Venezuela y cruzó la frontera embarazada. Ahora lucha como muchos inmigrantes por una vida digna en EE.UU.

Elibexis Álvarez y su esposo llegaron a Chicago con la esperanza de ofrecerle a su hijo una vida segura. Como ellos, decenas de miles buscan poder trabajar y abandonar el saturado sistema de albergues.

Por Daniella Silva y Nirma Hasty —NBC News

En la semana en que estaba previsto su parto, Elibexis Álvarez, una inmigrante venezolana, se preparaba para dar a luz a su primer hijo a miles de millas de sus padres y de su país natal.

Ella y su esposo, Johan José Medina, han pasado los últimos cuatro meses viviendo en refugios temporales en Chicago, Illinois, tras huir de la escalada de violencia en Venezuela. Ellos son parte de las decenas de miles de migrantes y solicitantes de asilo que en los últimos dos años han sido trasladados en autobús a estados del norte de Estados Unidos después de ser procesados en la frontera.

“Nunca soñé con estar aquí”, dijo Álvarez, de 28 años, sentada en una iglesia de Chicago a principios de este año, con las manos apoyadas delicadamene sobre su vientre. “Pero siento que mi hijo estará a salvo aquí”.

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Empezar una nueva vida en Chicago no ha sido fácil, ya que han tenido dificultades para encontrar trabajo y vivienda permanente.

El mes pasado, la pareja esperaba el nacimiento de su bebé en una habitación de un hotel convertido en refugio temporal para inmigrantes, que comparten con la cuñada y el sobrino de Álvarez, quienes también llegaron por la frontera.

Asylum Seekers in Chicago
Elibexis Álvarez en el santuario de la Iglesia Bautista Concord en Chicago, el 31 de enero de 2024.Sebastian Hidalgo for NBC News

En un rincón, Álvarez tenía colocadas las cosas del bebé, incluidos varios paquetes de pañales y zapatos donados. Ella y su esposo comparten una litera y usan la parte superior para guardar cosas. La pequeña habitación tiene otra litera para sus familiares y maletas con las pertenencias de todos llenan el espacio.

“Nos sentimos cómodos ahí porque estamos juntos y no dorminos en catres en una habitación con otras 20 personas, como estábamos en el refugio anterior", comentó.

Pero anhelan vivir con estabilidad y normalidad, circunstancias que creen que sólo llegarán cuando Medina pueda encontrar empleo.

“Rezo para que mi esposo obtenga un permiso de trabajo para que podamos salir del refugio y buscar un apartamento donde mudarnos”, dijo Álvarez. “Me gustaría que mi hijo tuviera todo lo que hemos soñado”.

“Te van a matar y estoy embarazada”

Álvarez dijo que ella y Medina huyeron de Venezuela porque él fue atacado y golpeado varias veces por su activismo como parte de un partido de oposición que ha desafiado al presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Bajo su Gobierno de más de una década, el país sudaméricano ha estado marcado por conflictos económicos y políticos, además de corrupción y elecciones fraudulentas.

“Vinieron a mi domicilio y dispararon contra mi casa”, dijo Álvarez. “Fue entonces cuando le dije a mi marido, ya no podemos estar aquí o te van a matar. Te van a matar y estoy embarazada”.

Se embarcaron al día siguiente en un peligroso viaje que duró un mes. Álvarez relató que en ocasiones fueron detenidos por delincuentes, y que casi se ahoga después de saltar a un río para escapar de un ataque armado. NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo, no pudo verificar de forma independiente los detalles de su historia.

La pareja se entregó a las autoridades de inmigración en diciembre, cuando Álvarez estaba embarazada de seis meses.

Ella y su esposo fueron separados rápidamente cuando Medina fue detenido y Álvarez transportada en autobús a un refugio en Chicago. “Lloré y grité”, relató Álvarez, temiendo que su esposo fuera deportado mientras ella permanecía sola en Estados Unidos.

La pareja, que ha estado casada durante cinco años, se reunió en enero.

Suplicando “a Dios un permiso de trabajo”

Más de 41,000 inmigrantes han llegado a Chicago desde 2022, cuando el gobernador de Texas, Greg Abbott, comenzó a transportar en autobuses a miles de ellos hacia ciudades lideradas por demócrtas.

Hasta el 6 de mayo, había 7,969 inmigrantes viviendo en refugios estatales de la ciudad de Chicago, según los datos más recientes disponibles.

Chicago, junto con Nueva York y Denver, han pasado dificultades por proporcionar suficientes recursos y viviendas para la afluencia constante de inmigrantes, y han impulsado medidas para conservar sus presupuestos, como el desalojo de refugios.

En marzo, por ejemplo, Chicago comenzó a imponer límites de 60 días en la estancia para algunos inmigrantes, como parte de sus esfuerzos para que pasen a viviendas propias. Las inmigrantes embarazadas y las familias con niños están actualmente exentas de esta política, que permite a los inmigrantes volver a solicitar refugio una vez transcurridos los 60 días.

Pero como muchos aún no tienen permisos de trabajo, o es posible que no califiquen para obtener uno, miles de inmigrantes permanecen en el sistema de refugios, sin poder costearse una vivienda permanente.

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Los inmigrantes que califican para permisos de trabajo tienen que esperar unos seis meses después de presentar sus solicitudes de asilo antes de poder recibirlos.

Medina dijo que ha “pedido a Dios la oportunidad de tener un permiso de trabajo, para poder conseguir un empleo y valerme por mí mismo y ayudar a mi familia”.

Por ahora, se levanta a las 4:30 am todos los días y va a los estacionamientos de Home Depot para buscar trabajo como jornalero. Ninguno de los dos ha podido ahorrar dinero y utilizan lo que gana Medina para comprar alimentos adicionales a los que ofrece el refugio que, según dijo, a veces están vencidos.

Elibexis Alvarez outside the Chicago Riverwalk on March 21, 2024.
Elibexis Alvarez afuera del Riverwalk de Chicago el 21 de marzo de 2024.Matthew Kwiecinski / NBC News

Durante una visita y una entrevista el mes pasado, dijeron que sus días giraban en torno a si Medina podría conseguir trabajo, y las citas médicas de Álvarez. También van a menudo a la iglesia; su fe es parte fundamental de su vida.

“¿Cómo se cuida a un bebé así?”

Álvarez dijo que su esposo se sentía “derrotado” en los largos días en los que no podía encontrar trabajo y regresaba a casa con las manos vacías a su habitación, “sin poder alimentar” a su esposa embarazada, su hermana y su sobrino pequeño.

“Muchas veces se acostaba sin comer para que nosotros pudiéramos comer”, dijo Álvarez. “Ha estado tratando de aplicar a un trabajo detrás de otro, buscando un departamento, cualquier cosa que pueda darnos cierta estabilidad, porque se acerca mi fecha de parto. ¿Cómo se cuida a un bebé así?”.

Álvarez trata de pensar en lo que depara el futuro en Estados Unidos. Dio a luz a un bebé sano el 19 de abril. Dijo que quiere poder trabajar, tomar clases para aprender inglés y recuperar su carrera, pues era técnica de enfermería en Venezuela.

En lo que respecta a su hijo, espera darle una vida que, según ella, sería inimaginable en su país de origen en este momento. “Aquí hay muchas oportunidades, muchas, muchas oportunidades para que mi hijo estudie y tenga éxito”, dijo.