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“Cuando llamaron la ambulancia, era tarde”: los padres de la niña muerta bajo custodia de la Patrulla Fronteriza denuncian “negligencia”

Los padres de Anadith Tanay Reyes Álvarez, de 8 años, la describieron en una entrevista con Noticias Telemundo como una niña gentil, extrovertida y cariñosa que quería convertirse en doctora para ayudar a otros con padecimientos de salud como ella.

Por Pamela Subizar, Anagilmara Vílchez, Damià Bonmatí y Víctor Hugo Castillo

Los padres de la niña inmigrante de 8 años que murió bajo custodia de la Patrulla Fronteriza este miércoles dijeron en una entrevista con Noticias Telemundo que la menor falleció “en el piso” de la estación migratoria (las autoridades informaron que la declararon muerta en el hospital), que los agentes “no atendieron” sus súplicas de ayuda y que no se les permitió viajar en la ambulancia donde la trasladaron a emergencias.

“Yo iba a subirme en la ambulancia y no me dejaban subir porque ella ya estaba muerta. Me subieron en un carro de tipo patrol”, denunció Adela Álvarez, madre de Anadith Tanay Reyes Álvarez. “No la atendieron en ningún momento. Solo fue un suero que le dieron. Mi hija iba muriendo poco a poco hasta que se le terminó la respiración”.

Mabel Álvarez y Rossel Reyes, el padre de la menor, cruzaron el río Bravo el 9 de mayo rumbo a Estados Unidos con Anadith y otros dos hijos menores de edad. La pareja hondureña dijo que en ese momento la niña, que sufría problemas cardíacos de nacimiento, “estaba contenta porque un médico la iba a atender. Y me decía: ‘Ahora mami, yo voy a poder ir a la escuela, no me voy a cansar, porque ya llegamos a un país seguro, que vamos a conseguir doctor, me van a atender’”, relató su madre.

Anadith Tanay Reyes Álvarez, de 8 años.
Anadith Tanay Reyes Álvarez, de 8 años.Cortesía.

La familia estuvo bajo custodia más de una semana en la estación de procesamiento Harlingen, en Texas, aunque los protocolos de inmigración recomiendan estancias no superiores a las 72 horas para inmigrantes detenidos.

La menor fue diagnosticada con influenza el 14 de mayo y comenzó a sufrir una falta de aire severa en la estación. Pero la familia aseguró que, a pesar de mostrarles a los agentes pruebas de su cardiopatía, sus preocupaciones fueron ignoradas. “Uno de los guardias me dijo: ‘Lo que ella tiene es puro crecimiento. Ella está creciendo, dale agua”, contó Álvarez. “Yo no pensaba que me iban a matar a mi hija en una detención”.

Noticias Telemundo contactó a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) sobre estas denuncias. Un portavoz que no respondió directamente a ellas, alegó que hay una investigación en curso y remitió al comunicado de la agencia emitido el miércoles, donde se informa que la menor sufrió una “emergencia médica” y fue trasladada a un hospital, donde “fue declarada muerta”.

“Mi hija murió en mis brazos”

“Yo miré la muerte a mi hija”, relató su madre a Noticias Telemundo. “Mi hija murió en mis brazos. Que no digan que fue al hospital, porque cuando mi hija llegó al hospital, ella estaba muerta”. Su padre también dijo que “cuando llamaron la ambulancia era tarde”.

Quería ser doctora porque como ya fue operada ella decía ‘mami, yo quiero ayudar a otros niños que han padecido igual a mí”

Adela Álvarez madre de la niña

La pareja, que exige “justicia” por la muerte de la niña, ha señalado a los médicos y oficiales del centro de procesamiento de “negligencia”, asegurando que en los días que estuvieron detenidos pidieron varias veces ayuda, sin ser atendidos.

“No me escucharon ni a mí ni a mi hija”, aseguró la madre, quien aseguró que la niña repetía que no podía respirar. “Un agente le dijo: ‘¿Cómo tú me vas a decir a mí que tú no respiras si tú estás hablando? Alguien que no respira no habla’. Pero ella les dijo, yo estoy cogiendo un poquito de fuerza para decirle a ustedes que yo no respiro”, relató.

Ese 17 de mayo, tras pedir ayuda varias veces, dijo que recibieron “miradas de molestia” y “discriminación”. Hasta que la niña empeoró y se desmayó, según su relato. “Me la quitaron, la pusieron en el piso, empezaron a reanimarla, le salió un poco de sangre de la boca”, explicó la madre. Luego, llegaría una ambulancia.

La pareja también criticó las condiciones sanitarias de la estación migratoria, en un momento en que se ha reportado que estos centros están operando por encima de sus capacidades tras la llegada de más inmigrantes de los que pueden acoger.

Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, radicada en El Paso, criticó estos centros en entrevista con Noticias Telemundo y también la gestión migratoria de la Administración de Joe Biden.

“Lo único que tenemos construido en la frontera como infraestructura no son centros de bienvenida, no son refugios, son cárceles y cárceles en donde no existe la atención médica necesaria. No hay doctores, no hay enfermeros, no hay medicamentos. Entonces creemos que este este incidente de la niña que murió en Harlingen es el preludio”, indicó García.

Harlingen Station, donde permanecía detenida la familia, es un centro de 50,000 pies cuadrados que terminó de construirse en el año 2000 y está ubicado en una zona agrícola y ganadera, precisa el sitio oficial de la CBP. Atiende más de 1,200 millas cuadradas de la frontera sur y queda a unas 30 millas de McAllen, en el Valle del Río Grande, uno de los corredores donde más cruces irregulares se registran.

“Quería ser doctora”

La familia viajó a Estados Unidos en busca de una “mejor vida” y atención médica para Anadith. También fue por su salud, contaron, que fueron precavidos en los cinco meses que les tomó atravesar México. Caminaron despacio y evitando el sol. Tampoco se subieron a trenes porque “no la queríamos exponer” y “cuando cruzamos el río pensábamos que estábamos en un lugar seguro”.

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Anadith era gentil, sonriente, extrovertida y cariñosa. Quería ser médico, aseguraron sus padres. “Quería ser doctora porque como ya fue operada ella decía: ‘Mami, yo quiero ayudar a otros niños que han padecido igual a mí”. “A la gente pobre”, añadió el padre.

Sus hijos son su fortaleza, dijo la pareja. “Mis dos niños y mi hija que está ahorita muerta, porque yo sé que ella me está dando fuerza a mí de estar de pie y que yo pida justicia por cada respiro que ellos le quitaron a ella”.

“No queremos que la ‘baby’ sea cremada”

La familia sigue en Texas y se rehúsa a abandonar el estado sin el cuerpo de su hija. “Yo quiero todos los documentos, los nombres de los doctores que la atendieron, los oficiales que estaban ahí”, exigió la madre, quien pidió se obtengan las grabaciones de las cámaras de seguridad del centro. “Ahí todas esas cámaras están buenas”.

También pide ayuda para que el cuerpo sea llevado a Nueva York, el destino de su viaje de meses desde Centroamérica. No queremos que la ‘baby’ sea cremada”, dijo su madre, “queremos su cuerpo entero”. 

Anadith Tanay Reyes Álvarez era de nacionalidad panameña aunque su familia proviene de Honduras.
Anadith Tanay Reyes Álvarez era de nacionalidad panameña aunque su familia proviene de Honduras.Cortesía de la familia

“No lo pido por mí. Por favor, háganlo por mi hija, que ella murió poco a poco”, lamentó. “Toda la noche cargándola para que ella respirara. Pero a ellos no les importó. Ellos mataron a mi hija. Yo quiero justicia”. 

Anadith no era su única hija: la pareja también estaba detenida en Texas con sus otros dos hijos: uno de 12 años y otra de 14. El niño permanecía con el padre, mientras la adolescente estaba en una celda aparte, explicaron. 

“Mis dos niños están mal”, aseguró la madre, y contó que los menores extrañan a su hermana y no quieren comer. Le repiten que “no entienden que en un lugar seguro la mataron”.