Por Diana Dasrath, Marlene Lenthang y Nicole Childers - NBC News
Sean Diddy Combs ha sido objeto de una nueva demanda por parte de una mujer que alega que en 1991 el magnate de la música la drogó, la agredió sexualmente y grabó todo sin su conocimiento cuando ella era una estudiante universitaria.
La demanda fue presentada el jueves ante el Tribunal Supremo de Nueva York, un día antes de que expirara la Ley de Supervivientes Adultos de Nueva York, que permite a los supervivientes de agresiones sexuales un año para demandar, independientemente de cuándo terminó el plazo de prescripción original.
Se trata también de la tercera demanda presentada en la última semana contra Combs o una de sus empresas en la que se alegan abusos sexuales cometidos por él o por alguien relacionado con el cantante.
La demanda se centra en una supuesta interacción entre Combs y Joie Dickerson-Neal el 3 de enero de 1991, cuando ella estudiaba psicología en la Universidad de Siracusa.
Un portavoz de Combs negó las acusaciones.
Dickerson-Neal declaró en la demanda que fue a cenar “de mala gana” con Combs a un restaurante de Harlem, en Nueva York, y que le acompañó mientras él hacía recados. En ese momento, ella estaba de vacaciones de invierno de la escuela, explicó.
La demanda alega que Combs “drogó intencionadamente” a Dickerson-Neal, dejándola incapaz de levantarse o caminar. Según la demanda, Dickerson-Neal descuido su bebida en el restaurante y después, bajo la supuesta presión de Combs, le dio una calada a un cigarro de marihuana.
Luego, ambos se dirigieron a un estudio de música y cuando Dickerson-Neal no pudo ser capaz de salir del coche, Combs supuestamente la llevó a un lugar donde se alojaba para agredirla sexualmente, según la demanda.
La denuncia decía que Dickerson-Neal recordaba sentirse “humillada y herida, aunque no pudo escapar de la agresión” y, como supuestamente había sido drogada, precisó que “carecía de la capacidad física o mental para defenderse de Combs”.
El documento, que también alega que Dickerson-Neal fue víctima de “porno de venganza”, acusa a Combs de grabar la supuesta agresión sexual.
Combs habría mostrado la grabación de la agresión
Días después, un amigo llamado DeVanté Swing, miembro del popular grupo de R&B de los 90 Jodeci, reveló a la mujer que había visto un “vídeo sexual” junto con otras personas, según la demanda.
Dickerson-Neal apuntó que Swing temía que su grupo perdiera su contrato discográfico si hablaba en contra de Combs. NBC News se puso en contacto con un representante del músico para hacer comentarios, pero no obtuvo respuesta.
La vida de Dickerson-Neal entró en caos tras el encuentro con Combs, se puede leer en la denuncia. Más tarde fue ingresada en un hospital por depresión severa e ideas suicidas, antes de abandonar la universidad.
El suceso dejó a Dickerson-Neal con problemas de salud mental, progresión profesional y humillación como resultado de la grabación del incidente, afirma la demanda.
Combs supuestamente la había perseguido “para una relación romántica o sexual” en “repetidas ocasiones”, pero ella rechazó sus avances porque se enteró de su supuesto “historial de tratar mal a las mujeres”. Dickerson-Neal y Combs tenían amigos y conocidos en común y ella había aparecido con él en algunos clips de un vídeo musical.
No acudió al hospital ni denunció inicialmente la agresión a la policía porque estaba confusa, dolorida y avergonzada, explicó en el documento. Dickerson-Neal le contó al día siguiente y entre lágrimas a una amiga la presunta agresión.
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La mujer se puso en contacto con las autoridades
Más tarde, Dickerson-Neal presentó denuncias ante la policía de Nueva York y Nueva Jersey, habló con varios fiscales con la esperanza de presentar cargos y se puso en contacto con amigos y conocidos para localizar el vídeo que supuestamente grabó Combs.
Dickerson-Neal fue informada por sus amigos de que estaban “aterrorizados de que Combs tomara represalias contra ellos y de que perderían futuros negocios u oportunidades musicales si hacían una declaración en apoyo de ella”, asegura la denuncia.
No quedó claro de inmediato el jueves en qué jurisdicciones presentó las denuncias, cuándo lo hizo o qué ocurrió después de sus conversaciones con las autoridades.
El Departamento de Policía de Nueva York no quiso confirmar si había recibido una denuncia de Dickerson-Neal, pero dijo que “se toma muy en serio los casos de agresión sexual y violación, e insta a cualquiera que haya sido víctima a que presente una denuncia para que podamos llevar a cabo una investigación exhaustiva, ofrecer apoyo y servicios a los supervivientes.”
Dickerson-Neal siguió trabajando en la industria musical.
Mientras trabajaba en una fiesta se encontró con Combs, quien supuestamente “la arrinconó” y “se enfrentó a ella de forma inapropiada”, dice la demanda. No estaba claro el jueves cuánto tiempo después de la supuesta agresión tuvo lugar la fiesta.
Combs supuestamente se puso de rodillas durante esa interacción e insistió en que “él no hizo lo que ella estaba diciendo”.
Dickerson-Neal abandonó finalmente la industria musical y se trasladó a California, citando el ascenso y el éxito de Combs como demasiado doloroso de presenciar.
Una mujer dice que la demanda de Cassie la impulsó a actuar
La demandante afirmó que la denuncia de la cantante Cassie contra Combs fue el ímpetu que “la obligó a enfrentarse de nuevo a su agresión”.
Un abogado de Cassie declinó hacer comentarios sobre la demanda.
La denuncia de Dickerson-Neal presentada el jueves nombra a Combs, Bad Boy Entertainment, Bad Boy Records y Combs Enterprises como demandados. Combs Enterprises ha sido rebautizada como Combs Global, dijo el miércoles un portavoz del magnate a NBC News, antes de que se presentara esta nueva acusación legal.
La última demanda acusa a Combs de agresión con lesiones, imposición intencionada de angustia emocional, tráfico sexual y pornografía vengativa. Dickerson-Neal solicita una indemnización por daños y perjuicios por daños mentales y emocionales, angustia, dolor y sufrimiento y lesiones.
“Todo el mundo merece ser escuchado y Combs no debería ser inmune a la responsabilidad debido a su riqueza y estatura pública”, indicó en un comunicado Michelle Caiola, una de las abogadas de Dickerson-Neal.
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Jonathan Goldhirsch, otro litigante, añadió: “nuestra clienta no ha podido eludir el impacto continuado del daño que Combs le causó hace muchos años. A través de la Ley de Supervivientes Adultos, ella puede recurrir a los tribunales para finalmente buscar justicia”.
Los abogados dijeron que no harían más comentarios.
El entorno de Combs rechazó las afirmaciones.
“Esta demanda de última hora es un ejemplo de cómo una ley bienintencionada puede ponerse patas arriba”, señaló un portavoz de Combs. “La historia de 32 años de Dickerson es inventada y no es creíble ya que él nunca la agredió, además de que ella implica a empresas que no existían. Esto es puramente un robo de dinero y nada más”.
La semana pasada, Cassie, con quien Combs mantuvo una relación sentimental, presentó una demanda de 30 millones de dólares en la que alegaba que Combs la había violado, traficado sexualmente y abusado de ella. La demanda se resolvió un día después por una cantidad de dinero no revelada.
Cassie, cuyo nombre completo es Cassandra Ventura, aseguró que “decidió resolver este asunto amistosamente en términos que tengo algún nivel de control”.
En una declaración el sábado, Ben Brafman, abogado de Combs, mencionó que la decisión de llegar a un acuerdo, “especialmente en 2023, no es de ninguna manera una admisión de haber cometido un delito”.
“La decisión de Combs de llegar a un acuerdo en la demanda no socava en modo alguno su rotunda negación de las afirmaciones”, explicó.
El martes se presentó una demanda en el Tribunal Supremo de Nueva York en la que se acusaba a Harve Pierre, expresidente de Bad Boy Entertainment y Bad Boy Records, de agredir sexualmente a una antigua asistente. Las empresas de Combs también fueron citadas en la demanda por un cargo de violencia de género y dos cargos de negligencia.
Aunque Pierre no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios, un portavoz de Bad Boy Entertainment comunicó el miércoles que la compañía estaba al tanto de la demanda de su exempleada.
“Las acusaciones son de hace muchos años y nunca se pusieron en conocimiento de la empresa”, precisó el portavoz. “Ni el demandante ni el ejecutivo son empleados actuales. Ahora estamos investigando las acusaciones, porque nuestra máxima prioridad es la seguridad y el bienestar de nuestros trabajadores”.