La empresa espacial SpaceX indemnizó con 250,000 a una mujer para que no denunciara un presunto caso de acoso sexual cometido por su director ejecutivo, Elon Musk, según un reporte de la web económica Business Insider. Musk, la persona más rica del mundo y director también de la automovilística Tesla, negó la información.
Business Insider indicó que una asistente de vuelo contratada por SpaceX para trabajar en el avión privado de Musk obtuvo esa compensación económica en 2008 después de que, según declaró una de sus amigas, el multimillonario expusiera su pene, le frotara una pierna y prometiera un caballo a cambio de un masaje erótico.
La asistente de vuelo había recibido formación como masajista a sugerencia de empresa, según la publicación, que agrega que la mujer firmó además un acuerdo para no divulgar detalles del pago.
Musk, que está en proceso de comprar la red social Twitter, utilizó esa plataforma, de la que es usuario muy activo, para responder a la acusación: “Esas descabelladas acusaciones son totalmente falsas”.
"En mis 30 años de carrera, incluyendo toda la era MeToo, no hay nada que denunciar, pero, en cuanto digo que tengo la intención de restaurar la libertad de expresión en Twitter y votar por los republicanos, de repente sí", agregó en otro mensaje.
Varias horas antes de que se publicara el informe de Business Insider, Musk aseguró en Twitter que antes había votado a los demócratas pero que ahora votaría a los republicanos, y sugirió que la izquierda lanzaría una “campaña de trucos sucios” contra él.
La publicación informó de cuándo había solicitado la versión de Musk sobre la denuncia: poco antes de que Musk escribiera ese mensaje en la red y desvelara su intención de votar republicano.
Musk aseguró en otro mensaje que "los ataques deberían ser interpretados a través de una óptica política", afirmando que nada le impedirá luchar por vuestro derecho a la libertad de expresión".
El multimillonario había anunciado anteriormente que quiere comprar Twitter para acabar con la supuesta censura de la red social, que impide publicar mensajes que considera un peligro para la seguridad pública.
Musk, que estuvo el viernes en Brasil para reunirse con el presidente, Jair Bolsonaro, lanzó una oferta para comprar Twitter por 44,000 millones de dólares, pero posteriormente dijo que el acuerdo no puede seguir adelante hasta que la red proporcione información sobre cuentas falsas.
SpaceX se ha enfrentado anteriormente a acusaciones de trabajadores que acosan a compañeras. Una exingeniera de SpaceX publicó un texto en internet el año pasado describiendo repetidas insinuaciones sexuales y otros acosos que dijo sufrir. En su opinión, la empresa está "tan plagada de sexismo que el único remedio es que las mujeres se vayan".
SpaceX fue fundada por Musk, que mantiene el control accionarial.
Después de que esas acusaciones salieran a la luz en diciembre, el presidente de SpaceX, Gwynne Shotwell, envió un correo a los empleados en el que subrayó la importancia de "denunciar a tiempo" el acoso y la discriminación, y dijo que la empresa investigaría rigurosamente las denuncias, según informaron entonces el diario The New York Times y otros medios.