Cuando Stephen Paddock comenzó a disparar contra la multitud que asistía un concierto en Las Vegas el pasado 1 de octubre, Dennis Carver se lanzó encima de su mujer, Lorraine, para protegerla de las balas. Ambos lograron escapar del lugar ilesos. Una de sus hijas, Brooke, de 20 años, aseguró que su amor se reforzó tras la tragedia que acabó con la vida de 58 personas e hirió a centenares. Llevaban 22 años juntos, y al final murieron juntos, según informa la agencia de noticias Associated Press.
El pasado 16 de octubre, poco antes de las once de la noche, el coche en el que viajaba el matrimonio se estrelló contra una valla de metal a las puertas de la comunidad en la que vivían en el condado californiano de Riverside. Su hija menor, Madison, de 16 años, escuchó un fuerte estallido al otro lado de la ventana de la casa familiar. Cuando salió a la calle, vio el vehículo ya en llamas, según relata el diario Las Vegas Review-Journal. Dennis, de 52 años, y Lorraine, de 53, fallecieron en el incidente; los bomberos tardaron una hora en apagar el fuego.
“Estábamos tan aliviados cuando salieron vivos del tiroteo”, explica al diario Brooke, “pero también pienso que recibimos cosas de ellos que no habríamos visto si el tiroteo no hubiera ocurrido antes de su muerte”.