Cuando se disparó la alarma contra incendios, Melissa Falkowski se dispuso a conducir a sus alumnos fuera del edificio, como en los ensayos. Pero apenas unos minutos más tarde, un guarda de seguridad le alertó de que alguien había abierto fuego dentro de la escuela. Había un tirador en el campus, y ni un minuto que perder.
En menos de un minuto y medio, Falkowski cerró la puerta del aula. “Nos apelotonamos en una esquina durante unos minutos, y luego tomé la decisión de meter a todo el mundo en un armario”, explicó a la cadena CNN.
Hasta 19 chicos y chicas entraron en el armario, la mayoría en silencio, otros llorando, mientras la maestra intentaba mantener la compostura. Allí estuvieron durante media hora, hasta que escucharon a los equipos especiales SWAT tomando control de la habitación. Por fin estaban a salvo.
Hoy Falkowski ha regresado a la escuela Marjory Stoneman Douglas de Parkland (Florida), donde 17 personas perdieron la vida el 14 de febrero. Y ha fotografiado el armario en el que metió a sus alumnos. El armario donde salvaron la vida. El armario donde les salvó la vida.