El presidente Trump visitó este martes el condado de Cambria, en el centro de Pennsylvania, donde celebró un mitin en el que apeló a las mujeres de los suburbios y criticó duramente a su rival, el candidato demócrata Joe Biden, aludiendo a su edad y su salud mental.
"¿Puedo pedirles un favor? Mujeres de los suburbios, ¿podrían aceptarme? Yo salvé sus malditos vecindarios", declaró el mandatario en Johnstown, un bastión republicano donde Trump espera aumentar la participación en las elecciones del 3 de noviembre.
Trump, que arrojó mascarillas al público aunque él no la llevó puesta, comenzó casi de inmediato a sembrar críticas contra Biden, calificando a su oponente demócrata como "disparatado" mentalmente.
El presidente, que habló durante poco más de una hora, también pasó un tiempo considerable promocionando a la jueza Amy Coney Barrett.
"Amy ha causado una gran impresión", proclamó Trump a la multitud. "Ella será una gran jueza".
El mitin se llevó a cabo mientras las encuestas revelan que Biden tiene una ventaja de un dígito en Pennsylvania, que Trump ganó por un estrecho margen en 2016, convirtiéndose en el primer candidato presidencial republicano en llevarse el estado de Keystone desde George H.W. Bush en 1988.
Las mujeres de los suburbios son un grupo demográfico clave en las encuestas, razón por la cual Trump elaboró un mensaje centrado principalmente en la ley y el orden.
Poco más de una semana después de salir del hospital donde estuvo por su contagio de corornavirus, Trump está ampliando su calendario de campaña y tiene programado presentarse en Iowa, Georgia, Carolina del Norte y Florida esta semana, luego de las visitas a Florida y Pennsylvania el lunes y martes.
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Voto por correo
Uno de los estados más controvertidos en la batalla presidencial esta sufriendo la presión de un entorno hiperpartidista donde cada movimiento relacionado con el proceso de votación enfrenta el escrutinio de ambos partidos.
Los funcionarios electorales estatales y locales aseguran que están haciendo todo lo posible para asegurarse de que Pennsylvania no termine como Florida hace dos décadas, cuando terminó el último recuento presidencial prolongado ante la Corte Suprema de Estados Unidos.
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“Durante años hemos confiado en que nuestros funcionarios electorales sean confiables y no partidistas. ¿Por qué de repente no deberíamos confiar en ellos?", se preguntó, en declaraciones a AP, Eileen Olmsted de la Liga de Mujeres Votantes de Pennsylvania. "Mucho de esto se basa en la percepción de fraude electoral, del cual no hay absolutamente ninguna evidencia", agregó.
Los funcionarios electorales del estado se encuentran en la misma posición que sus colegas en todo el país, y la pandemia los obliga a modificar sus procedimientos normales. Otros estados también están utilizando nuevos sistemas de votación este año y enfrentan demandas por procedimientos electorales.
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El mayor desafío podría ser simplemente verificar y contar la cantidad de votos enviados por correo, y se espera que unos tres millones de votantes los soliciten. Esta cifra sería más de 10 veces el número de hace cuatro años. Hasta el martes, más de 2.6 millones de votantes registrados ya habían solicitado boletas por correo.
La Legislatura estatal controlada por los republicanos se ha negado hasta ahora a permitir que las oficinas electorales locales comiencen a procesar esas boletas antes del día de las elecciones. Eso asegura que el recuento de votos continuará durante días, si no semanas, y quizás retrasaría el resultado final de las elecciones presidenciales.
Con información de AP y USA Today.