Por Carlos Rajo
Popularmente se le conoce como “la Orejona”, la Copa o el galardón más importante en el fútbol internacional a nivel de equipos, la famosa Champions, que este sábado se la disputarán dos equipos no sólo del mismo país sino también de la misma ciudad pero con diferentes historias fútboleras. Final de lujo entre el millonario Real Madrid y su vecino de modestos recursos el Atlético de Madrid.
Si fuera únicamente por los galardones anteriores o lo que vale su plantilla de jugadores, el Real Madrid debería de ser un protagonista normal o de costumbre, o incluso favorito en esta final de la Champions a jugarse en Lisboa, Portugal (cada año se juega en una ciudad diferente). El equipo blanco entrenado por el italiano Carlo Anchelotti ha ganado nueve veces la Champions y cuenta, entre sus estrellas, a los dos jugadores por los cuales se ha pagado más en el mercado internacional del fútbol y quienes además pasan por un buen momento. Uno es el galés Gareth Bale (delantero por la derecha) y el otro el portugués Cristiano Ronaldo (delantero por la izquierda), cada uno con valor de unos $125 millones de dólares.
El Atlético de Madrid por su parte, no tiene ni mucho “metal” que mostrar en sus salas de trofeos y tampoco cuenta con jugadores que valgan tanto en el mercado. A lo más que ha llegado el Atlético es a jugar una final de la Champions -se llamaba Copa Europea en ese entonces- en 1974 contra el Bayern Munich y la perdió. Su jugador más caro es el turco Arda Turán, que costó un poco más de $16 millones de dólares. El plantel completo apenas ha costado un poco más de $41 millones.
Al Atlético actual, por supuesto, no se le puede juzgar por esta historia relativamente pobre en premios y en valor monetario. El equipo entrenado por el argentino Diego “el Cholo” Simeone no soló recién ganó la Liga española sino que además dejó en el camino hacia la final de la Champions a equipos similares al Real Madrid en términos de trofeos conseguidos y dinero en el banco (eliminó tanto al Barcelona como al Chelsea inglés).
Por lo que ha hecho en esta temporada entonces, el Atlético llega de igual a igual a la final con el Madrid. Tan así, que Sergio Ramos, el capitán del Real Madrid, ha dicho que es el Atlético el favorito para el partido del sábado. Más allá de que lo de Ramos sea sincero o una simple estrategia para echarle presión al rival, lo cierto es que el Atlético dará la batalla y a nadie sorprendería si gana la Champions.
En los tiempos actuales que vive el fútbol internacional donde es casi imposible formar un equipo competitivo sino se tienen vagones de dinero y se es marca global tipo Manchester United, Real Madrid o Barcelona, lo del Atlético del Cholo Simeone es una agradable e increíble excepción a la regla.
El Atlético es un equipo que literalmente vive de prestado -el gran arquero que tiene por ejemplo, el joven belga Thibait Cuortois pertenece al Chelsea-, que tiene muchas deudas por pagar y que para sobrevivir ha tenido que vender cada año a su mejor goleador (el ‘niño’ Fernando Torres primero, Radomel ‘el tigre’ Falcao después y pronto Diego Costa). Un equipo además, que es básicamente de jugadores-obreros, en donde nadie sobresale o es estrella mediática del tipo de Ronaldo, Messi y similares, que jugando a lo que se conoce con “el cuchillo entre los dientes” (una mezcla de fuerza, entrega y pasión) y siguiendo a muerte las indicaciones y mentalidad ganadora de su entrenador, está a punto de alcanzar la gloria futbolera.
Lo único definitivo para este sábado es que no hay favorito para el duelo por la “Orejona” o la Champions de 2014.